La importancia económica del sector ha crecido en el curso de la pandemia, pero debe afrontar dificultades, afirmó el Director General de la FAO, Sr. QU Dongyu, en la 24.ª reunión del Grupo intergubernamental sobre el té.
Roma – La industria del té puede desempeñar un papel importante en la transformación de los sistemas agroalimentarios mundiales, pero debe superar importantes dificultades, aseguró hoy el Sr. QU Dongyu, Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
“El té puede desempeñar un papel destacado en nuestro camino hacia la construcción de un mundo mejor en el que no se deje a nadie atrás”, dijo el Sr. QU en su discurso de apertura de la 24.ª reunión del Grupo intergubernamental sobre el té de la FAO.
El sector del té requiere mucha mano de obra y proporciona empleo e ingresos a muchas de las comunidades rurales más pobres del mundo, incluidas las mujeres y sus familias. Los pequeños agricultores y los hogares agrícolas producen el 60 % del té de todo el mundo. Esto hace que el té contribuya de forma importante a la consecución de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Además, los ingresos por exportaciones de té representan una importante fuente de ingresos, especialmente para muchos países de ingresos bajos que necesitan divisas para pagar sus facturas de importaciones de alimentos y comprar bienes y servicios de los mercados mundiales.
“Para poner fin al hambre y la pobreza en el mundo, es fundamental que transformemos nuestros sistemas agroalimentarios, y el té puede ser un factor importante en esta transformación”, dijo el Sr. QU a los expertos gubernamentales, funcionarios y observadores internacionales que participaban en la reunión.
El té es la bebida que más se consume en el mundo después del agua, y representa una importante actividad económica, ya que se estima que el valor de la producción mundial de té asciende a casi 17 000 millones de USD y su comercio está valorado en unos 8 000 millones de USD anuales, según estadísticas de la FAO.
El Director General también señaló que el té tiene una importante dimensión social, dado que reúne a las personas para que compartan historias, entablen amistades y superen las diferencias.
Los datos muestran un aumento del consumo de té durante los confinamientos relacionados con la pandemia, cuando la gente pudo reconfortarse con una taza de té caliente en los momentos más difíciles, añadió.
Sin embargo, señaló el Director General de la FAO, el sector enfrenta una serie de dificultades que requieren atención urgente, en particular:
- los efectos de la crisis climática;
- la necesidad de mejorar la sostenibilidad de la cadena de suministro de té;
- bajos niveles de productividad;
- la presión de los precios y costos a los que hacen frente los actores de la cadena de valor.
Además, la producción de té puede provocar una mayor erosión de los recursos naturales, en particular de los suelos y del agua. La deforestación, la pérdida de biodiversidad, la erosión del suelo y la contaminación del agua son algunas de las dificultades que requieren atención urgente. Además, el sector también tiene sus propias vulnerabilidades, ya que los arbustos de té están sujetos a infestaciones recurrentes de plagas y enfermedades, que reducen el rendimiento y las cosechas. Por ejemplo, la enfermedad de las manchas grises del té puede provocar una pérdida importante de producción y de ingresos.
Los pequeños agricultores necesitan apoyo técnico y financiero para invertir en variedades resistentes a plagas y enfermedades y para lograr un crecimiento sostenible de la productividad. La Confederación Internacional de Pequeños Productores de Té puede proporcionar un valioso apoyo en este sentido, dijo el Sr. QU.
El Marco estratégico de la FAO, orientado a lograr una mejor producción, una mejor nutrición, un mejor medio ambiente y una vida mejor para todos, sin dejar a nadie atrás, puede apoyar la transformación del sector del té, señaló el Sr. QU, añadiendo que este sector puede contribuir a lograr las cuatro mejoras.
Con motivo del Día Mundial de la Alimentación del año pasado, la FAO organizó un Diálogo sobre el té y el cafécon la finalidad de explorar la importancia cultural y económica de las dos bebidas.