La investigación además consideró el gradiente de humedad presente en dos tipos de ceras de hojas (alcanos y ácidos grasos de cadenas largas) en la planta Tillandsia landbeckii.
“Composición y distribución de las ceras de hojas de Tillandsia landbeckii reflejan el gradiente de humedad en el desierto hiperárido de Atacama”, es el nombre de la investigación realizada por Manlio Landahur. El egresado de Química Ambiental de la Facultad de Ciencias de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC), trabajó con su director de tesis, el académico Dr. Sergio Contreras, y la Dra. Andrea Jaeschke de la Universidad de Colonia en Alemania, publicando el estudio en un número especial de la revista Plant Systematics and Evolution.
El estudio se centró en el análisis de dos tipos de caras de hojas en la planta Tillandsia landbeckii y su respuesta a través de las condiciones extremadamente áridas del Desierto de Atacama. “Analizamos los alcanos y ácidos grasos de cadena larga que fueron extraídos, separados y medidos en las principales dunas a lo largo del núcleo hiperárido del Desierto de Atacama. Estudiamos estas ceras de hojas, ya que juegan un rol fundamental en la fisiología y ecología de estas plantas, y son la primera zona de contacto de estos organismos a patógenos, parásitos o cualquier otra condición adversa a la planta. También cumplen la función de limitar la pérdida de agua a través de esta cutícula”, enfatizó el titulado de Química Ambiental UCSC.
Principales resultados
En la composición de las ceras de hojas se determinó que en su mayoría estaba dominada por alcanos, con concentraciones hasta 3 veces más altas que los ácidos grasos. Se concluye que podría ser una respuesta a la adaptación de la planta al ambiente hiperárido. “Como laboratorio hemos investigado estas y otras ceras de hojas en bosques del sur de Chile, donde en especies de plantas dominantes sucede lo contrario. Pensamos que si existe mayor cantidad de alcanos, la capa cerosa disminuye la pérdida de agua que pueda ser absorbida. Se trata de los primeros estudios en esta temática y con estas plantas viviendo en ambientes extremos”, comentó Manlio Landahur.
Los datos generados en la tesis de pregrado, fueron separados en tres zonas estratégicas del Desierto de Atacama: norte, centro y sur. La mayor cantidad de diferencias se evidenciaron en la zona norte. “En este lugar existe un tren de niebla, donde hay una mayor humedad generando un gradiente a lo largo del desierto costero. A mayor humedad existiría mayor abundancia de alcanos”, señaló Manlio Landahur.
De este modo, los índices de distribución de ambas ceras de hojas (alcanos y ácidos grasos) están altamente correlacionados de manera negativa con la precipitación y la evaporación superficial. “Esto podría aportar a una adaptación a pequeña escala a la disponibilidad de agua a lo largo del Desierto de Atacama”, complementó el egresado de Química Ambiental UCSC.
Respecto a la novedad del estudio, además de ser poco explorado en cuanto a su temática y contrario a lo que pensaría la mayoría, son pocos los estudios desarrollados en el Desierto de Atacama usando herramientas lipídicas o moleculares. La idea es a futuro complementar con nuevos estudios del área usando éstas o más ceras de hojas.
Finalmente, sobre la importancia de la investigación de las ceras de hojas, Manlio Landahur señala que “los resultados pueden reflejar cuáles son las funciones de estas ceras. Dependiendo de la cantidad, concentración y distribución, podríamos inferir un gradiente de humedad o precipitación. Luego se podría analizar los isótopos estables de carbono o nitrógeno, compuestos que pueden profundizar y dar más información sobre cuál es el metabolismo fotosintético y origen de la fuente hídrica de estas plantas”. Así, si estas plantas preservan sus ceras un análisis de ésta podría darnos información para reconstruir la precipitación en el pasado.
Fotografías gentileza de Margarita Ruiz de Gamboa