A lo largo de la historia de las áreas silvestres protegidas de la Región de Los Lagos, diversas generaciones de guardaparques han visto el desarrollo de CONAF y los ámbitos de acción en conservación, educación ambiental y vinculación comunitaria. Una de ellas es la de Carlos Hernández Valderrama, aquí su historia.
“Protectores de la identidad natural y cultural de Chile” y el “rostro humano de la conservación”. Así titulan los primeros capítulos del libro “Guardaparques, Sus Historias y Vivencias”, de los autores Ángel Lazo y Pablo Camus, que rescata desde CONAF la historia de los guardaparques en el país. Y es que, si pensamos en los guardaparques en la región de Los Lagos, la imagen probablemente nos lleva a esos guardianes de los bosques, volcanes, costas, esteros o humedales protegidos a lo largo de parques nacionales como Puyehue, Vicente Pérez Rosales, Alerce Andino, Hornopirén, Chiloé, Pumalín Douglas Tompkins, conservado por un grupo importante de guardaparques y trabajadores transitorios, quienes desempeñan una actividad de servicio y de nexo directo entre CONAF y la comunidad.
Entre sus funciones se encuentra la protección y conservación de la biodiversidad; educación y registro de visitantes; interpretación ambiental; mejoramiento de infraestructura; apoyo a la investigación aplicada; prospecciones, censos, restauración y monitoreo de fauna; alerta y control de amenazas a los ecosistemas; entre otras muchas labores y acciones específicas de conservación que va pasando de generación en generación.
Es el caso de Carlos Hernández Valderrama, quien llegó el año 1978 al Parque Nacional Puyehue y quien este mes termina una larga historia de 44 años de servicio en CONAF. “Llegué a Conaf cuando la corporación tenía pocos años de vida”, relata Carlos Hernández, quien es originario de Osorno. “Cuando conocí Puyehue, me enamoré. Puyehue ha sido mi vida, yo vivo en el parque y aquí nacieron 3 de mis 4 hijos”, agrega.
Carlos Hernández relata que ha dedicado su vida a la vida de parque, en el Parque Nacional Puyehue se profesionalizó y durante su carrera fue jefe de guardaparques, fue administrador también en el Parque Nacional Vicente Pérez Rosales, y también en Puyehue. “He hecho de todo, desde mantención de senderos, he formado equipos, he trabajado con científicos, charlas de educación ambiental”.
Ha visto también el desarrollo de CONAF y cuando en el año 2006 se creó la Asociación Gremial de Guardaparques de Chile, con 25 socios fundadores, Carlos lideró la directiva provisoria y suscribió un importante convenio con el centro de formación técnica IDMA, con la finalidad de impartir la carrera técnica de Manejo de Áreas Silvestres Protegidas, exclusiva para guardaparques de la CONAF. A lo largo de su historia, fue dirigente sindical, miembro del directorio de bienestar de la corporación y creador del fondo de ayuda solidaria; una vida dedicada a la conservación en la región de Los Lagos, y, en especial, en el Parque Nacional Puyehue.