Los arrecifes de coral inscritos en la lista del Patrimonio Mundial corren el riesgo de desaparecer de aquí a finales de este siglo. Por ello, desde la agencia de la ONU para la cultura y la educación, se lanza un plan de emergencia que se centra en medidas orientadas a su conservación y recuperación y hace un llamamiento a la movilización internacional para evitar su extinción.
Los arrecifes de coral declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO cubren más de medio millón de kilómetros cuadrados en todo el mundo –el equivalente al tamaño de Francia– y presentan una biodiversidad excepcional. Desempeñan un papel fundamental en la absorción de las emisiones de carbono y protegen las costas de las tormentas y la erosión. Además, sirven de medio de subsistencia para más de un centenar de comunidades indígenas. Son también puntos de referencia sobre los efectos del cambio climático que afectan al resto de arrecifes de todo el mundo.
Sin embargo, ha saltado la señal de alarma tras los últimos datos científicos conocidos. La decoloración coralina se está produciendo de manera mucho más rápida de lo que sugería la ciencia inicialmente. Estos corales “blanqueados” son más vulnerables a la inanición y a las enfermedades y tienen una tasa de mortalidad cada vez más elevada. Este año, por primera vez, la decoloración masiva de los corales se ha producido en un periodo tradicionalmente más frío, conocido como La Niña. Con el actual escenario de emisiones de gases de efecto invernadero, todos los arrecifes incluidos en la Lista del Patrimonio Mundial corren el riesgo de desaparecer a finales de este siglo (EN).UNSPLASH/Alec DouglasPanorámica de la isla de Viti Levu, la mayor de las islas que comprenden la nación de Fiji en el Pacífico Sur y hogar de la capital de Suva.
Reducir las presiones locales para dar más vida a los arrecifes
El calentamiento de las temperaturas oceánicas debido a las emisiones globales de dióxido de carbono es la mayor amenaza para los arrecifes de coral de todo el mundo. Los últimos datos del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático confirman que los Estados deben reducir drásticamente las emisiones de carbono para cumplir los objetivos del Acuerdo de París, suscrito en 2015.
Asimismo, la mayoría de los arrecifes de coral se enfrentan a otros peligros locales, como la contaminación, la sobrepesca o la destrucción del hábitat. La agencia trabaja para reducir estas presiones locales.
“Con motivo de la Conferencia ‘Nuestro Océano’, que se celebra en Palau, hago un llamamiento a la movilización internacional para evitar la extinción de los arrecifes de coral y anuncio (…) una importante contribución de la UNESCO: un plan de emergencia para reforzar la resistencia de los arrecifes inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial, en particular los de los países en desarrollo. La UNESCO se asocia con el Fondo Mundial para los Arrecifes de Coral para ayudar a financiar este compromiso”, dijo Azoulay, directora de la agencia.
Se trata de un consorcio público-privado dirigido por las Naciones Unidas que intensificará las inversiones en estrategias de resiliencia climática en los arrecifes de los países en desarrolloincluidos en la Lista del Patrimonio Mundial. Las medidas se centrarán en la reducción de los factores locales que contribuyen a su degradación, el fortalecimiento de la gestión sostenible de las áreas marinas protegidas y el apoyo a las comunidades locales. La asociación priorizará el apoyo a 19 de los 29 arrecifes* incluidos en la Lista del Patrimonio Mundial que se encuentran en países en desarrollo, entre los que se encuentran en Latinoamércia el Santuario de Fauna y Flora de Malpelo (Colombia), el Área de Conservación Guanacaste o el Parque Nacional de Isla del Coco (Costa Rica), Islas Galápagos (Ecuador), el Parque Nacional de Coiba y su zona especial de protección marina (Panamá), o varios de los existentes en México: Islas y Áreas protegidas del Golfo de California, Sian Ka’an, Archipiélago de Revillagigedo. The Ocean Agency/WL Catlin SeaviEl antes y después de un arrecife tras una decoloración coralina en la Gran Barrera de Coral en Australia.
Arrecifes resilientes
Este nuevo plan a gran escala se basa en la fructífera Iniciativa de Arrecifes Resilientes, lanzada por la agencia y sus socios en la Cumbre Nuestro Océano en 2018. Durante los últimos cuatro años, han trabajado en cuatro sitios piloto de arrecifes del Patrimonio en Australia, Belice, Nueva Caledonia (Francia) y Palau.
En la Laguna Sur de las Islas Rocas (Palau), la iniciativa forma al personal y a las comunidades locales en los últimos conocimientos científicos y de gestión pesquera, adaptación y resiliencia. El diseño de un sistema de permisos de pesca para controlar el acceso al arrecife, la aplicación de límites en el tamaño de los peces de pesca que permita desovar y aumentar la biomasa, y la protección de los hábitats para garantizar el ciclo vital de las especies contribuirán a crear condiciones para que las poblaciones de peces puedan recuperarse.
En la costa australiana de Ningaloo, se está desarrollando soluciones para facilitar la reproducción del coral. Cuando el coral muere a causa de un acontecimiento como la decoloración, los pedazos se desprenden y se acumulan en el arrecife, creando una especie de “escombros” que impiden el crecimiento de nuevos corales. Para que los huevos fecundados se asienten y reproduzcan en un arrecife, la superficie debe estar limpia y ser robusta. La solución, ensayada en el marco de la iniciativa, consiste en colocar en el arrecife pequeñas estructuras en forma de estrella hechas con barras de acero que permiten que los huevos fecundados se asienten y crezcan. Las “estrellas” son construidas por la población indígena local, generando al mismo tiempo empleo local.
La Iniciativa continuará hasta 2024, con un presupuesto total de diez millones de dólares conseguidos hasta ahora.Ocean Image Bank/Jayne JenkinsPeces nadando en un arrecife de coral en la Polinesia Francesa, en el Océano Pacífico.
Los arrecifes, clave en el Decenio para los Océanos 2021-2030
Desde este nuevo plan estratégico para una mayor resiliencia de los arrecifes del Patrimonio Mundial, hasta el seguimiento de la calidad del agua para proteger los arrecifes de coral en Tanzania, pasando por el despliegue de la nanotecnología para hacer que los arrecifes sean más resilientes en el Caribe, la conservación y la recuperación de los arrecifes se encuentran entre las medidas clave respaldadas por la UNESCO como parte del Decenio de las Naciones Unidas de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible 2021-2030.
Este decenio reúne a científicos, gestores de los océanos, comunidades locales y pueblos autóctonos, así como a inversores públicos y privados, para desarrollar conjuntamente soluciones de conservación y revitalización de los ecosistemas de arrecifes en el mundo.
Fondo Mundial para los Arrecifes de Coral
El Fondo Mundial para los Arrecifes de Coral fue lanzado en 2020 por las Naciones Unidas, la Fundación de la Familia Paul G. Allen y la Fundación Príncipe Alberto II de Mónaco, con el apoyo de la Iniciativa Internacional de Arrecifes de Coral. Su objetivo es movilizar 625 millones de dólares para 2030.
Arrecifes de coral Patrimonio Mundial
* Red de reservas del arrecife de barrera de Belice (Belice), Islas atlánticas brasileñas – Reservas de Fernando de Noronha y Atolón de las Rocas (Brasil), Santuario de Fauna y Flora de Malpelo (Colombia), Área de Conservación Guanacaste (Costa Rica), Parque Nacional de Isla del Coco (Costa Rica), Islas Galápagos (Ecuador), Parque Natural de los Arrecifes de Tubbataha (Filipinas), Parque Nacional de Komodo (Indonesia), Parque Nacional de Ujung Kulon (Indonesia), Área protegida de las Islas Phoenix (Kiribati), Islas y Áreas protegidas del Golfo de California (México), Sian Ka’an (México), Archipiélago de Revillagigedo (México), Parque Nacional de Coiba y su zona especial de protección marina (Panamá), East Rennell (Islas Salomón), Parque del humedal de iSimangaliso (Sudáfrica), Parque Nacional Marino de Sanganeb y Parque Nacional Marino de la Bahía de Dungonab y la Isla de Mukkawar (Sudán), Bahía de Ha Long (Viet nam), Archipiélago de Socotra (Yemen).