A un año de la entrada en vigor del Acuerdo de Escazú WWF llama a los países signatarios que aún no lo han ratificado -como Colombia, Perú y Chile- a concretar su revalidación, y a quienes aún no son signatarios ni partes a adherirse al acuerdo que establece garantías en torno al acceso a la información, la participación ciudadana y la justicia en asuntos ambientales en Latinoamérica y el Caribe.
Roberto Troya, vicepresidente de WWF para América Latina y el Caribe, señaló que “los actuales desafíos ambientales que enfrenta la región hacen muy necesario avanzar y fortalecer los mecanismos de apoyo que conlleva este acuerdo, incluyendo la asistencia técnica y jurídica a personas y grupos vulnerables, además de un fuerte reconocimiento a los derechos humanos y los pueblos indígenas”.
Durante tres días las oficinas de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en Santiago, Chile, fueron sede de la Primera Reunión de la Conferencia de las Partes (COP) del Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe, conocido como el Acuerdo de Escazú.
Esta primera COP, que reunió a representantes de gobierno y de la sociedad civil, culminó con la aprobación de una Declaración Política en donde se reitera la importancia de la cooperación y el multilateralismo para avanzar y profundizar los esfuerzos ambientales y de sostenibilidad en la región.
Así, se reafirma al tratado como “un instrumento impulsor del desarrollo sostenible y una herramienta fundamental de gobernanza para la elaboración de mejores políticas públicas en la región, con miras a asegurar un medio ambiente sano para las generaciones presentes y futuras”.
Según destaca Rodrigo Catalán, director de Conservación de WWF Chile, “el Acuerdo de Escazú aborda elementos necesarios para fortalecer las soluciones a diversos problemas asociados a la biodiversidad, los recursos naturales y a la seguridad de los defensores ambientales en una zona crítica para ello, como es la región de América Latina y el Caribe. Su enfoque tiene como centro los derechos humanos, así como una gran apertura a la participación pública y a los pueblos originarios, por tanto esperamos que los países que aún no lo hacen, como Chile, concreten la ratificación del acuerdo”.
Durante esta primera COP también se firmó un convenio de colaboración entre la CEPAL y la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (ACNUDH), representada por la ex presidenta de Chile Michelle Bachelet, mediante el cual ambas instituciones se comprometen a impulsar un enfoque de derechos humanos en la implementación efectiva del Acuerdo de Escazú.