Estudiantes de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad San Sebastián presentaron 19 productos innovadores, que se caracterizan por ser saludables y amigables con el medioambiente.
Considerando el perfil epidemiológico de los chilenos y los posibles problemas de producción que tendrá la industria de alimentos por el aumento de la población, la carrera de Nutrición y Dietética de la U. San Sebastián sede Concepción organizó la “Feria de Innovación de Alimentos”. La actividad, que se desarrolló en el campus Las Tres Pascualas, incluyó 19 proyectos hechos por estudiantes, entre los que destacan snacks de salmón deshidratado, jugo de beterraga y bebida láctea elaborada a partir de topinambur, entre otros.
Bautista Espinoza Espinoza, académico de la carrera organizadora, explicó que las innovaciones presentadas por los estudiantes de tercer año son amigables con el medioambiente y están en sintonía con los esfuerzos por reducir la malnutrición por exceso que afecta a casi el 74% de la población chilena. “Hoy existe un alto consumo de alimentos de origen vegetal, y ante tal demanda, los alumnos propusieron productos con una base proteica similar a los de origen animal”, dijo.
Agregó: “La opción de producir alimentos saludables o con componentes funcionales, ayuda a reducir el riesgo de padecer enfermedades asociadas a la malnutrición en exceso como la diabetes, hipertensión y dislipidemia. Incluso, favorece el combate contra la obesidad y el sobrepeso”.
Desde el mar
Uno de los productos destacados fue ‘Omega Fish’, tentempié que aprovecha las partes del salmón que no se utilizan habitualmente. Estas se deshidratan y se mezclan con almidón de maíz. El resultado es un alimento similar a la consistencia de una papa frita, pero saludable.
“Las partes cercanas al estómago y orillas del salmón se desechan o se utilizan para consumo animal. Junto con mis compañeros, decidimos cambiar eso y crear un producto que forme parte de la economía circular y reduzca la huella de carbono. Así nació: ‘Omega-Fish’, producto rico en Omega-3 y que reduce las hormonas proinflamatorias presentes en personas con obesidad. También, protege el corazón y ayuda a la formación de neuronas”, detalló Enrique Muñoz Salazar, estudiante de Nutrición y Dietética USS Concepción.
Otro alimento derivado del mar fue el denominado “Yuyo pasta”, proyecto creado por la futura nutricionista Rocío Pino Flores, quien se basó en el cochayuyo para generar una pasta con dos variades, una con chocolate y otra con manjar. “Este alimento pueden consumirlo embarazadas, personas con diabetes, hipotiroidismo y con altos niveles de colesterol. Para crearlo, dejamos con mis compañeras remojando el cochayuyo para reducir sus niveles de sodio. Luego, se secó y molió para después mezclarlo con almendras molidas y margarina. Finalmente, se le adicionó chocolate o manjar”, puntualizó.
Bebidas de hortalizas
‘Kombur’ es una bebida láctea elaborada por la estudiante de Nutrición y Dietética María Rosario Castillo Burgos, quien, junto a sus compañeras, aprovechó las propiedades del topinambur, tubérculo similar a la papa que se cultiva mayoritariamente en el sur de Chile y que se cosecha en invierno. Su alto contenido de glúcidos reduce el azúcar en la sangre, lo que hace que las personas con diabetes puedan consumirla sin mayores problemas.
Pero eso no es todo, además contiene tres tipos de bacterias ácido-lácticas: lactobacillus bulgaricus, lactobacillus rhamnosus, y streptococcus thermophilus. “No existe en el mercado un producto que reúna a las tres juntas. Gracias a esto, la bebida tiene altos niveles de probióticos y prebióticos”, aseguró María Rosario Castillo.
También presentaron el ‘Betalin’, una gama de productos hechos con beterraga: jugo, té y, próximamente, un cereal similar a los que se venden en los supermercados. “Esta verdura es poco consumida y está nulamente explotada en el mercado. Por eso, quisimos crear una línea de productos llamativos, pero que mantengan las cualidades de la beterraga”, indicó Catalina Jaque Torres, estudiante de Nutrición y Dietética. Destacó el té, ya que no inhibe la absorción de hierro como normalmente lo hace este tipo de infusión. “El té está hecho bajo un proceso de convección forzada, es decir, la beterraga se secó a una temperatura de entre 65-70 °C, durante 60 minutos. Respecto a la bebida, no tiene azúcar, es libre de sellos y solo usamos carbonato de sodio para gasificarla. Finalmente, estamos trabajando en un cereal, pero aún estamos analizando un par de detalles para mejorar su crocancia”, aseveró.
Sobre la continuidad de estas innovaciones, ya están trabajando con el proyecto: ‘Omega Fish’ para postularlo al concurso ‘Aplica tu idea’ de la fundación Copec-UC. “También queremos incentivar a los estudiantes a buscar ventanillas abiertas en fondos que permitan desarrollar comercialmente sus productos como, por ejemplo, ‘Semilla Inicia’ de CORFO”, dijo Bautista Espinoza.