Iniciativa FIC-R aborda la problemática de la escasez hídrica con el objetivo de mejorar la eficiencia en el riego de frutales, mediante el aumento en la disponibilidad de agua en pozos rurales.
En la Región del Biobío se ha decretado estado de escasez hídrica en los años 2008, 2009 y 2014, afectando con mayor intensidad a las zonas rurales, que han tenido que ser abastecidas de agua a través de camiones aljibes. En este escenario, diversos pozos están quedando sin capacidad de proveer de agua.
Este problema es el que aborda el proyecto FIC-R “Eficiencia en riego a través de recarga de pozos”, que abarca específicamente las provincias de Concepción y Arauco, donde participan representantes de la agricultura familiar campesina, así como funcionarios de unidades de fomento productivo y del programa Prodesal de Indap.
El objetivo de la iniciativa es mejorar la eficiencia en el riego de frutales mediante el aumento en la disponibilidad de agua en pozos rurales, a través de la recarga con sistemas de aguas lluvias (Scall) como medida de adaptación al cambio climático.
El proyecto se encuentra actualmente en la etapa de desarrollo e implementación de unidades demostrativas de recarga de pozos rurales, con conversaciones con distintas instituciones vinculadas al sector y agricultores de la zona para evaluar la factibilidad de instalación del sistema. Además, se está efectuando la difusión del programa, por medio página web (www.scalls.cl) y redes sociales como Facebook e Instagram (Eficiencia en Riego a través de Recarga de Pozos y @ficpozos respectivamente).
Proceso
Según el Director del proyecto, y Director de Formación Continua y Servicios, Robinson Sáez, este proyecto nace de la problemática de recargar eficientemente los acuíferos, que, de acuerdo a la evidencia, están quedando sin capacidad de proveer de agua.
“Se ha tratado de abordar esta problemática con la recarga de acuíferos, basado en piscinas, tranques de recarga o recarga en la zona alta de la cuenca. No obstante, ninguna de estas técnicas asegura que se favorece la recarga del acuífero en estudio, y ello define un alto nivel de incertidumbre que ha detenido a los potenciales beneficiarios en el objetivo de establecer tareas de recarga basada en estos métodos”, detalló.
Así, el proyecto FIC dirigirá aguas lluvias del periodo invernal hacia los acuíferos, permitiendo su almacenamiento y posterior uso en el periodo estival. “La recarga de acuíferos normalmente se establece en zonas de mayor altitud, donde se construyen obras que favorecen la infiltración del agua en suelo, tales como zanjas, terrazas o piscinas de infiltración. Sin embargo, estas técnicas tienen la desventaja de ser muy costosas y poseen el riesgo de que los procesos de infiltración terminen no aportando al acuífero que se desea recargar, sino que a uno vecino y que no es parte de los intereses de las personas e instituciones que realizan el esfuerzo”, aclaró Sáez.
Propuesta
La solución que propone el proyecto se implementará en un contexto real, que tiene necesidad de contar con mayor seguridad en el abastecimiento de agua para las actividades de los pequeños productores agrícolas del Biobío.
De tener éxito el proyecto en los objetivos propuestos, el número de beneficiarios aumentará, debido a que las necesidades de la zona definen un universo de al menos 100 pequeños agricultores con similares problemas de abastecimiento hídrico para el riego de sus plantaciones frutales.
Al respecto, el Director del proyecto señaló que “la propuesta tiene importantes posibilidades de ser masificada e incorporada en la producción agrícola y frutícola de la Región, porque parte desde sistemas de captación de aguas lluvias, lo que asegura agua sin derechos constituidos y libre para su uso; sistemas tipo Scall, que han sido probados y pueden ser ampliamente utilizados para estos fines; y la presencia creciente de pozos secos que no alcanzan a cumplir con sus fines de abastecimiento de agua para diversos fines”.
Aporte
“Tenemos grandes expectativas con este proyecto, dado que se enmarca dentro de un contexto de escasez hídrica regional, que afecta de mayor forma a las zonas rurales de la Región. Por lo tanto, esperamos que al finalizar el programa podamos mejorar la eficiencia en el riego de frutales de importancia económica regional”, sostuvo Robinson Sáez.
Lo anterior, mediante el aumento en la disponibilidad de agua en pozos rurales a través de la recarga con sistemas tecnológicos de acumulación de aguas lluvias, como medida de adaptación al cambio climático, como herramienta para enfrentar la escasez hídrica.
El proyecto beneficiará a la Región con la posibilidad de validar científica y tecnológicamente el uso de tecnologías como la captación de las aguas lluvias para ser usadas en la recarga de pozos. De esta manera, se podrán disminuir los costos asociados a traslado de agua en épocas desfavorables.
Asimismo, los pequeños productores, gracias a estos cultivos y al escalamiento del negocio o su vinculación a cadenas de comercialización superiores, podrán generar ingresos monetarios. Por tanto, según el Director de la iniciativa FIC, “la ejecución del proyecto busca como uno de sus objetivos el beneficio económico y, a la vez, probar este tipo de tecnología”.