El Premio Nacional de Ciencias Exactas 1993, ingeniero y doctor en Matemáticas Servet Martínez, afirmó que hay un riesgo en la comprensión y el alcance del desarrollo de la tecnología de inteligencia artificial, si esta se produce enteramente ajena a la investigación que realizan las universidades.
Formuló estas declaraciones en el ciclo de charlas de los miércoles de la Academia Chilena de Ciencias, de la cual, el científico es miembro.
Expresó en la oportunidad que la investigación en las universidades se efectúa de manera que pueda ser conocida por la comunidad sin restricciones, lo que hace posible tanto la colaboración como la generación de un conocimiento colectivo que lo lleva a sus mayores posibilidades de avance.
Advirtió que, si se diera un desarrollo exclusivo de la inteligencia artificial en la empresa, pudiera dejar sombras en puntos claves que impiden su desenvolvimiento deseable.
Martínez, doctorado en la Universidad Pierre et Marie Curie de Francia y distinguido como Caballero de la Legión de Honor de ese país, señaló que “mientras la inteligencia artificial tenga grandes expertos en la universidad y estén obligados a publicar transparentemente la metodología y que la pueda conocer todo el mundo, las cosas van a poder funcionar relativamente bien. Si las empresas captaran a todos los expertos, a los mejores expertos, y sus estudios no fueran publicables, estaríamos entrando en terrenos peligrosos, difíciles. No estaríamos transparentando lo que sabemos, lo que no sabemos, y lo que hay que explorar”.
LA PROPIEDAD EXCLUSIVA DE LOS DESCUBRIMIENTOS
La charla del Doctor Martínez en la Academia se refirió a la relación entre un concepto de la física, denominado entropía, y el campo de la información, y en ese marco indicó: “espero que todos estos grandes temas contemporáneos se puedan examinar de manera transparente. Tener grandes expertos en la universidad es la única garantía de saber lo que no se sabe y que lo que se sabe se esté utilizando correctamente, y que se sepa lo que requiere investigarse con mayor precisión”.
Martínez reafirmó que “la ciencia es una historia en que todos participamos. Algunos con ideas fundamentales; otros con ideas que las desarrollan. Pero todo eso necesita una institución que dé libertad académica, una institución que cobije el pensamiento, tanto las ideas rupturistas como ideas que sean de mayor continuidad, que cobije el desarrollo de sus estudiantes y en donde todos podamos transmitir las cosas con transparencia”.
A su entender, en la actualidad existe el peligro de que “nuestros descubrimientos tengan propiedad desde el comienzo y que no los podamos transmitir o que podamos transmitir solo una parte”.
O ENTRAREMOS EN LO INCÓGNITO
En referencia específica a la inteligencia artificial, subrayó: “hay muchos métodos con aspectos ‘ciegos’ en la generación de sus resultados. Si hay grupos de investigación, que conocen los caminos de cómo se ha llegado a ésos resultados, podemos seguir investigando, lo que da mayor confianza en ellos. Porque, aunque nosotros no conozcamos exactamente cómo se produjeron tales resultados, habrá grupos de avanzada que sí lo sabrán y podrán transmitir lo esencial en sus publicaciones, y lo harán accesible a toda la comunidad científica”.
En caso contrario, manifestó: “si la universidad deja de tener gente que pueda liderar, el mundo entrará en lo incógnito, en un sentido negativo. Espero que esto no ocurra, y para eso es básico mantener el rol de las universidades, de la libertad, de la transparencia y de la honestidad misma de nosotros, académicos. Hay ideas que rompen esquemas y necesitan años para poder implantarse. La universidad es la única institución que puede aportar en que ello ocurra con transparencia y comprensión”. (Por Gonzalo Rojas Donoso. Llambías Comunicaciones).