Por la Dra. Claudia Quezada, Profesora Titular Universidad Austral de Chile, investigadora principal del Instituto Milenio en Inmunología e Inmunoterapia.
El cáncer siempre se ve como algo inmenso, global, difícil de enfrentar. Pero una naciente alianza entre la Universidad Austral de Chile y el Gobierno Regional de Los Ríos plantea otra forma de ver las cosas: los gobiernos locales también pueden ser protagonistas en esta tarea científica titánica.
Es lo que ocurre con el cáncer de vesícula biliar, en el que, lamentablemente, Chile lidera consistentemente a nivel mundial en mortalidad. Según datos de la Organización mundial de la Salud, el 2020 Chile presentó una tasa bruta de mortalidad de 9,2 (1.762 casos), seguido por Bolivia con 8,7 (1.012) y Japón con 7.7 (9.734). Pero el panorama es más preocupante en la propia Región de Los Ríos, donde, de acuerdo a datos epidemiológicos, se presenta una incidencia anual de 18 casos diagnosticados por cada 100.000 habitantes en Valdivia, siendo la más alta del mundo, mientras que las mujeres de esta Región tienen 6 veces mayor probabilidad de presentar un cáncer de vesícula que los hombres. De hecho, un estudio realizado en 2010 identificó que las mujeres valdivianas presentan la mayor incidencia en el mundo de este tipo de cáncer, alcanzando 24 casos diagnosticados por cada 100.000 habitantes.
Algunos factores de riesgos asociados al cáncer vesicular son la formación de cálculos biliares, obesidad, diabetes, avanzada edad, ascendencia mapuche y el sexo. Desgraciadamente todos estos factores ocurren en Chile, pero se hacen presentes con mayor intensidad en la Región de Los Ríos, lo que ha convertido al cáncer de vesícula biliar en un problema de salud pública. En este contexto, una de las situaciones de mayor complejidad es el alto número de pacientes que son diagnosticados tardíamente, quienes deben sobrellevar procesos duros de tratamiento, que no siempre alivian ni retrasan un final fatal. Esto provoca un gran dolor a las familias y, por supuesto, al paciente, y es uno de los desafíos que nos hemos propuesto enfrentar desde la Universidad Austral de Chile.
Cuando planteamos este escenario al GORE Los Ríos recibimos un apoyo transversal, y con ello, la aprobación para el financiamiento de un ensayo clínico que consiste en utilizar la tecnología de las TAPCells como una terapia para los pacientes en etapa avanzada de diagnóstico, con poca esperanza de vida, y que actualmente sufren de esta patología en la región. Se trata de un avance de suma importancia que será financiado vía Fondos de Innovación para la Competitividad (FIC Regional), que por primera vez trasciende el uso que suele darse a los recursos regionales y constituye un ejemplo muy favorable para la ciencia al apoyar la investigación clínica para enfrentar un problema local, que al mismo tiempo tiene una importancia global.
Las TAPCells son una terapia emergente desarrollada en Chile por la empresa ONCOBIOMED, que surge como un tratamiento prometedor para los pacientes diagnosticados con cáncer. Esta inmunoterapia está basada en vacunas personalizadas, las cuales tienen como función estimular las células del sistema inmune del paciente para eliminar las células tumorales. Aunque hasta el momento las TAPcells no han sido probadas en pacientes con cáncer de vesícula biliar, si han demostrado ser un tratamiento exitoso para personas diagnosticadas con otros tipos de cáncer considerados altamente mortales, como son el melanoma y el cáncer de próstata, alcanzando una eficacia del 60% en los pacientes que reciben este tratamiento.
Esta propuesta de investigación para la prueba clínica de un tratamiento de pacientes, comenzará este segundo semestre de 2022 y será liderada por investigadores de la UACh en colaboración con el Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia (IMII) y ONCOBIOMED. Somos optimistas de que la aplicación personalizada de la técnica TAPcells tendrá un impacto social y tecnológico que beneficiará de manera positiva a los habitantes de la Región de Los Ríos, poniendo a nuestra comunidad a la vanguardia científica y médica en esta materia. Además, esperamos que este círculo virtuoso entre la investigación y las autoridades del Gobierno Regional de Los Ríos sirva de ejemplo para que más regiones miren esta experiencia y la usen de modelo para fortalecer aún más el desarrollo científico descentralizado que tanto necesita Chile.