La académica de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción, Dra. Macarena Gerding González, se encuentra en Rapa Nui, desarrollando trabajo en terreno, para comprobar los avances respecto de la investigación sobre “Microorganismos simbióticos para la inoculación y restablecimiento de la especie extinta en Rapa Nui: Sophora toromiro”.
Se trata de un proyecto de 4 años y que busca la reinserción del toromiro en su hábitat natural que es la isla de Pascua, y en el que también trabajan Conaf-Rapa Nui, CMPC y la Universidad de Concepción, siendo una labor de gran importancia ya que el toromiro es un árbol endémico de la isla que tiene un gran valor cultural para Rapa Nui.
“Estamos finalizando la segunda etapa de un convenio que teníamos Conaf, que trata de la selección de bacterias para el rescate del toromiro. Hemos estado evaluando las plantas que están desde algún tiempo, tomando algunas muestras y capacitando a las personas del vivero Mataveri Otai en Rapa nui en cuanto al trabajo con bacterias como inoculantes para las plantas”, explicó la investigadora, quien está actualmente en la isla.
Según lo manifestado por la Dra. Gerding, la idea es que una vez implementada alguna estrategia de propagación del toromiro en la isla, los viveristas puedan multiplicar las bacterias e inocular las plantas.
“Comprobamos que las plantas que estaban inoculadas con las bacterias seleccionadas ya son árboles grandes, de 2 metros aproximadamente, están mucho más robustos y pudimos verificar la presencia de las bacterias en sus raíces. También establecimos un nuevo ensayo en suelo fuera del vivero con toromiros inoculados con las bacterias más promisorias, para evaluar su desempeño en condiciones más estresantes. Además, aprovechando esta visita colectamos algunas muestras de suelo que servirán para buscar otro tipo de bacterias y hongos micorrícicos que aporten con nutrientes como el fósforo y el potasio a través de un proyecto VRID de la UdeC, porque las bacterias con las que hemos trabajado hasta ahora aportan exclusivamente nitrógeno”, precisó la experta.
Lo más destacable para la académica de esta experiencia es que, “las personas con las que estamos trabajando están felices de aprender y de estar contribuyendo al rescate de esta especie que es muy importante para los isleños”.
Finalmente, la investigadora agregó que, “esto se proyecta a futuro. Queremos seguir avanzando en poder implementar un laboratorio para que ellos puedan trabajar aquí con microorganismos inoculantes para plantas en general, no solamente con las bacterias para el toromiro, y de esa forma favorecer el establecimiento de las plantas endémicas en suelos erosionados, pobres en nutrientes y bajo condiciones climáticas muchas veces desfavorables”, puntualizó.