La observación se realizó a través del telescopio espacial James Webb de la NASA.
En medio de una nube de estrellas nuevas y jóvenes un grupo de astrónomos integrado, entre otros, por los investigadores del Centro ANID CATA, Rodrigo Herrera-Camus y Vicente Villanueva, lograron observar el nacimiento explosivo de nuevas estrellas en la galaxia llamada Messier 82 (M82) situada a 12 millones de años luz de distancia de la constelación “Osa Mayor”.
Esta galaxia es especial, ya que alberga una fuerte actividad de formación estelar. Comparado con nuestra galaxia, la Vía Láctea, M82 forma nuevas estrellas 10 veces más rápido.
Si bien observaciones anteriores con los telescopios espaciales de la NASA Spitzer y Hubble ya revelaban la intensa formación de estrellas en M82, fue solo gracias al poder del telescopio James Webb que ahora podemos conocer en detalle qué está ocurriendo en el centro de esta galaxia.
De acuerdo a los datos obtenidos durante el primer año de observación con el telescopio Webb, Rodrigo Herrera-Camus, coautor de la publicación y quién contribuyó al análisis de datos, señaló que “en el centro de la galaxia se están formando muchas estrellas que, al explotar como supernovas, están expulsando gas y polvo interestelar a cientos de kilómetros por segundo fuera de ésta. Tras la caracterización de estos vientos galácticos, el siguiente paso será entender cómo es que estos cúmulos de estrellas jóvenes son capaces de generar estos vientos. Una vez que tengamos todas las piezas juntas, podremos crear un modelo para entender cómo evolucionan las galaxias a lo largo del tiempo”, indicó.
La cámara infrarroja del telescopio James Webb reveló un nivel de detalle a tal punto que se pueden distinguir concentraciones de hierro que, en su mayoría, se trataría de restos de supernovas, o bien, manchas que revelan hidrógeno molecular el que es iluminado por la radiación de una estrella joven cercana en formación.
Sin duda este detalle de información muestra el poder de Webb, ya que cada punto observado, es la imagen de una estrella o un cúmulo estelar. “Lo novedoso de todo esto es que podemos investigar en mucho más detalle cómo los vientos galácticos expulsan material fuera de la galaxia. Esto es clave, porque este material sirve de combustible para formar nuevas estrellas. Si este material ya no está presente en el disco, la galaxia dejará de formar nuevas estrellas y entrará en una fase de evolución muy lenta. Esto es lo que conocemos como la muerte de una galaxia” indicó Herrera-Camus.
Camino hacia adelante
Las observaciones de Webb de M82 plantean más preguntas sobre la formación de estrellas y la evolución de las galaxias, las que esperan ser respondidas con datos adicionales que actualmente está recopilando el telescopio, y que incluyen información de otra galaxia con estallidos de formación estelar, denominada NGC 253.
En un futuro cercano, se obtendrán y analizarán observaciones con múltiples telescopios, así como imágenes a gran escala tanto de la galaxia como del viento galáctico. Estos datos ayudarán a los astrónomos a determinar cómo es que los episodios explosivos de formación estelar y los vientos galácticos que éstos generan transforman la evolución de las galaxias.
Fuente: CATA