Greenpeace Chile
- Desde 2016, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) organiza la Semana de Acción Contra los Mosquitos, con el objetivo de alertar y prevenir sobre las enfermedades que estos insectos pueden acarrear, evento que este año cobra aún más fuerza, considerando el nivel de propagación del Aedes aegypti -mosquito responsable de la transmisión del virus- en la región.
El pasado mes de abril batió nuevamente el récord de temperaturas registradas en ese periodo en el planeta, con lo que se cumplieron 11 meses consecutivos de temperaturas globales al alza, ampliando las preocupaciones por las consecuencias del calentamiento de la Tierra.
Esta alza de la temperatura media del planeta, no sólo está provocando grandes catástrofes ambientales -sequías, inundaciones e incendios forestales, entre otras-, sino que también está cambiando las interacciones en los diversos ecosistemas y ampliando el radio de algunas enfermedades.
La Organización Mundial de la Salud advirtió que el calentamiento global, la deforestación y la urbanización son algunos de los mayores factores de riesgo detrás del aumento de casos de virus como dengue, zika y chikungunya, comprobándose además que las infecciones causadas por el mosquito transmisor Aedes aegypti, principalmente en climas tropicales y subtropicales, aumentaron de forma dramática en las décadas recientes, lo que sin duda está marcando la Semana de Acción Contra los Mosquitos, organizada por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y que este año se celebra entre el 6 y el 12 de mayo.
Las autoridades argentinas han dado a conocer que desde el inicio de la temporada de dengue en el mencionado país -a fines de julio de 2023- se han registrado casi 400 mil casos de la enfermedad, y sobre 379 mil de esos casos han ocurrido en los primeros 4 meses de 2024, anotando la histórica cifra de 280 muertes en el periodo.
Al igual que en Chile -que normalmente registra casos en la Región de Arica y Parinacota y en Rapa Nui-, durante mucho tiempo Argentina lidió con casos aislados de dengue producto de la importación del virus desde climas más tropicales (como Brasil). “Sin embargo, desde hace algunos años el dengue ya es endémico en el norte argentino (en las provincias de Formosa, Corrientes, Misiones o el Chaco, por ejemplo) influenciado por el cambio climático, aunque jamás había tenido una mayor incidencia hacia el centro y sur de la nación, como ocurre hoy, llegando hasta Buenos Aires e, incluso, registrando más de 200 casos en la provincia de Tierra del Fuego. Lo más grave de esta situación es que se estima que sobre el 90% de los casos es autóctono, es decir, responde a contagios dentro de las fronteras trasandinas”, comenta Estefanía González, subdirectora de Campañas de Greenpeace.
Ante este escenario, la OPS dio cuenta de la proliferación del mosquito vector en zonas donde precisamente no se habían reportado antes, atribuyendo el ‘aumento exponencial’ del dengue a las condiciones extremas del clima y a la presencia del fenómeno meteorológico de El Niño, los que han exacerbado las condiciones para la propagación del mosquito, prolongando la temporada de transmisión y las zonas geográficas de infección.
Nuevos brotes de dengue en la región
Si bien es cierto, Brasil es el país con mayor incidencia de dengue en la región -de hecho, en la primera semana de abril alcanzó la histórica cifra de 3 millones de contagios- la comunidad científica y sanitaria está preocupada por los brotes en naciones que están menos acostumbradas a esta enfermedad, como Paraguay, Perú e, incluso, Chile.
“En nuestro país aún estamos lejos de una crisis como la que se vive en Brasil o Argentina, pero la preocupación radica en cómo y cuánto el aumento de temperaturas puede extender la presencia del mosquito. Sin ir más lejos, hace algunas semanas, el subsecretario de Salud se refirió a esta situación comentando que si bien no se han registrado casos autóctonos, este año en Chile continental se han detectado más casos que en periodos anteriores, contabilizando 135 personas que han viajado y contraído la enfermedad e, incluso, se encontró un mosquito vector en un bus en la provincia de Aconcagua”, explica González.
Para la experta, esta crisis sanitaria en el subcontinente da cuenta de la relevancia de gestionar medidas oportunas que, por una parte, mitiguen las alzas de temperaturas, y a la vez también entreguen mecanismos para la defensa de la naturaleza y los ecosistemas, con el fin de que estos espacios nos ayuden a regular el clima y nos defiendan de estos fenómenos.
“La continua alza de temperaturas es una amenaza, no sólo por las catástrofes que nos hereda, sino también por las nuevas enfermedades y transmisiones que podría acarrear. Es por ello que debemos ser capaces de implementar medidas que nos permitan, de una buena vez, detener el alza de temperaturas provocado por nuestras actividades de forma clara y no quedarnos en las buenas intenciones. La descarbonización de las economías es imperativa, pero también lo es la protección de ecosistemas diversos, que permiten templar e incluso bajar las temperaturas, a la vez que absorben CO2”, asegura la subdirectora de Campañas de Greenpeace.
“Sólo de esta manera podemos hacer frente y estar más preparados en epidemias como el dengue y tantas otras enfermedades relacionadas con el clima”, manifiesta González.