Fuente: UCSC
Frente al anuncio de posibles fenómenos meteorológicos, es necesario conocer algunas acciones básicas para evitar los riesgos en estas situaciones y tomar los resguardos correspondientes.
La Región del Biobío ha sido protagonista de una serie de fenómenos meteorológicos durante estos últimos años, entre ellos las inundaciones y desbordes de ríos que ocurrieron en 2023, y la tromba marina que en 2019 afectó a Concepción y Talcahuano, entre otros.
El reporte para el clima adelantó un nuevo fenómeno meteorológico, que pronostica precipitaciones, heladas y probabilidad de trombas marinas y tornados en la zona.
De acuerdo al Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred), un tornado es un fenómeno meteorológico local que ocurre durante tormentas de gran intensidad y puede durar desde minutos hasta horas. Este se caracteriza por vientos que pueden superar los 100 a 300 km/h, lo que hace de este fenómeno el más intenso y de mayor capacidad destructiva a nivel atmosférico.
Mientras que, una tromba marina corresponde al mismo fenómeno de las mismas características que el tornado, pero generado sobre el agua, pudiendo también llegar a tierra y causar daño.
La Jefa de la Unidad de Prevención de Riesgos UCSC, Ingrid Riquelme, explicó que “es necesario mantenerse en alerta en este tipo de situaciones y tratar de evitar exponerse en el exterior. Por ejemplo, si una persona se encuentra caminando al aire libre, hay que alejarse de objetos que puedan caer encima, como carteles publicitarios y tendidos eléctricos que pueden ser arrojados por el viento”.
En esta situación, la prevencionista de riesgos recomendó que “lo ideal es que la persona se acueste en el piso, cubriendo su cabeza y cuello para que el aire no pueda empujarlo, moverlo o arrastrarlo, y en el caso de que caigan objetos, protegerse”.
“En el caso de estar dentro en un vehículo, lo ideal es alejarse y buscar refugio, porque la trayectoria es incierta por la desestabilización provocada por el tornado o la tromba marina. También si va en movimiento, la masa de aire lo puede arrastrar o generar un accidente, choque o volcamiento”, sostuvo Riquelme.
Después de que ocurra el fenómeno, es necesario mantener la precaución por escombros y vidrios rotos. Es necesario alejarse de edificios dañados, tendido eléctricos, entre otros, que pueden causar lesiones.
Anticiparse
Para la especialista “lo ideal es que antes que comience la temporada de invierno tomar los resguardos previos, como revisar las techumbres, planchas de las cubiertas y canaletas de agua, porque a veces pueden quedar sueltas y con este fenómeno, se pueden quitar y salir envueltos con las masas de aire”.
“También, otra precaución a considerar es podar y mantener los árboles, porque con tornados o trombas marinas se desprenden ramas secas. A veces, si no se retiran, pueden que se caigan con el movimiento y vuelen”, agregó Riquelme.