- La prevalencia de esta enfermedad en Chile bordea el 3% de la población, mientras que en el mundo la cifra puede llegar al 5%. Esta patología se caracteriza por el dolor músculo esquelético, por lo que los ejercicios físicos juegan un rol clave en los tratamientos. Sin embargo, la Universidad San Sebastián comenzó a implementar un nuevo tratamiento: la realidad virtual.
Fuente: U. San Sebastián
Cerca del 3% de la población en Chile sufre de fibromialgia, enfermedad que provoca dolor músculo esquelético en las personas, generando hipersensibilidad en distintos puntos del cuerpo y fatiga.
Adicionalmente, la fibromialgia también es causante de trastornos del sueño, reflujo, rigidez, dolor pélvico, entre otros síntomas. La mayoría de las personas afectadas son mujeres de entre los 40 y 50 años.
Si bien se desconocen las causas que gatillan la enfermedad, algunos estudios mencionan la presencia de anomalías en los genes que codifican receptores de serotonina, generando alteraciones en la percepción del dolor, estado de ánimo y trastornos del sueño.
Aunque los tratamientos varían dependiendo de la gravedad de la enfermedad, los tratamientos físicos juegan un rol clave, y en ese camino la realidad virtual potencia la terapia.
Abriendo pasos a nuevos tratamientos
La Universidad San Sebastián está desarrollando un proyecto de Vinculación con el Medio en que, a través de la realidad virtual, tratan a las personas con esta patología.
Gonzalo Arias, académico de Kinesiología de USS, destaca que “los principales avances se basan en una mayor tolerancia a los ejercicios, disminución de la kinesiofobia (miedo al movimiento), disminución de niveles de estrés y una mayor motivación en realizar sus actividades de la vida diaria y laborales”.
Y añade que “la aplicación de realidad virtual no se encuentra en la guía clínica, por lo que esperamos con estos buenos resultados que aparezca como una opción terapéutica que se pueda incorporar”.
Si bien el proyecto comenzó en 2023, este año se llegará a atender a 40 pacientes del Gran Concepción, a quienes además se les tratará psicológica y nutricionalmente.
“Se debe avanzar en disminuir las barreras de atención que presentan los pacientes, específicamente en disminuir tiempos de espera desde que son diagnosticados e ingresados a terapia. Se debe abordar de manera interdisciplinaria incorporando a profesionales de la salud mental y mayor atención de especialistas, pero, sobre todo, mejorar la concientización de familiares, profesionales de la salud y la sociedad en que es una enfermedad real y que puede ser muy dura de enfrentar”, señaló Gonzalo Arias.