Constanza Saavedra
Dirección de Comunicación Institucional
Universidad Católica De La Santísima Concepción
Cumplir con las exigencias académicas y las de la vida social puede ser complejo para los estudiantes de educación superior, dejando de lado la preocupación por el cuidado del sueño, que, con efectos directos en el rendimiento académico.
En la vida universitaria, donde las exigencias académicas se entrelazan con la vida social y personal, la posibilidad de dormir adecuadamente a menudo queda en un segundo plano. Sin embargo, promover un sueño saludable es importantes no solo para el bienestar general, sino también para el rendimiento académico.
Así lo afirmó Carlos Caro, psicólogo y Especialista en Acompañamiento Psicoeducativo del PACE de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, quien explicó que “la higiene del sueño se refiere a una serie de hábitos y prácticas que son necesarias para tener una buena calidad de sueño y estar completamente descansado durante el día. Estos hábitos incluyen mantener un horario de sueño regular, crear un ambiente propicio para dormir, y evitar sustancias y actividades que puedan interferir con el sueño”.
Impacto en el rendimiento académico
La relación entre la calidad del sueño y el rendimiento académico ha sido ampliamente documentada. Investigaciones han demostrado que los estudiantes universitarios que mantienen una buena higiene del sueño tienden a tener mejores resultados académicos, mayor concentración y una mejor capacidad de retención de información.
La falta de sueño, por otro lado, puede llevar a una disminución de la memoria, la capacidad de atención y la toma de decisiones, lo que afecta directamente el rendimiento académico.
“Un estudio realizado por el Centro de Sueño de la Universidad de Brown encontró que los estudiantes con patrones de sueño irregulares presentaron un rendimiento académico significativamente más bajo en comparación con aquellos que mantenían horarios de sueño consistentes. Además, la privación de sueño puede aumentar el estrés y la ansiedad, factores que también perjudican el rendimiento académico”, afirmó Carlos Caro.
En este sentido, el especialista entró consejos para para mejorar la higiene del sueño:
1. Mantén un horario regular de sueño: Acostarse y despertarse a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana, ayuda a regular el reloj biológico y facilita conciliar el sueño y despertar.
2. Crea un entorno de sueño ideal: Asegúrate de que tu habitación sea tranquila, oscura y fresca. Considera el uso de cortinas opacas, tapones para los oídos o una máquina de ruido blanco si es necesario.
3. Evitar pantallas antes de dormir: La luz azul emitida por teléfonos, tablets y computadores puede interferir con la producción de melatonina, la hormona del sueño. Lo recomendable es tratar de evitar el uso de dispositivos electrónicos al menos una hora antes de acostarte.
4. Establece una rutina relajante: Antes de dormir, es aconsejable realizar actividades relajantes, como leer un libro, tomar un baño caliente o practicar la meditación. Estas actividades pueden ayudar a señalar al cuerpo que es hora de descansar.
5. Limita las siestas: Si bien las siestas pueden ser beneficiosas, tomarlas demasiado tarde o por demasiado tiempo puede afectar la capacidad para dormir por la noche. Se debe tratar de limitar las siestas a 20-30 minutos y tomarlas antes de las 3 de la tarde.
6. Cuidar la dieta y ejercicio: Evitar consumir cafeína y alimentos pesados o picantes antes de dormir. El ejercicio regular también puede promover un mejor sueño, pero hay que tratar de no hacerlo justo antes de acostarse.
7. Controlar el estrés: Las técnicas de manejo del estrés, como la respiración profunda, el yoga o la escritura en un diario, pueden ser útiles para reducir la ansiedad y mejorar la calidad del sueño.
8. Limitar el consumo de alcohol y tabaco: Ambos pueden interferir con la calidad del sueño. Aunque el alcohol puede hacer sentir somnoliento, puede alterar el ciclo del sueño durante la noche.
9. Organizar las actividades académicas: Evitar (en lo posible) trasnochar para cumplir con las actividades.
“El hecho de adoptar hábitos saludables de sueño es relevante porque permite optimizar la capacidad para aprender y rendir en los estudios, así como también mejorar el bienestar general. En el programa PACE UCSC contamos con acompañamiento académico y psicoeducativo para favorecer la adaptación en la Universidad”, agregó Carlos Caro.