Es el primer instrumento de este tipo que se realiza bajo lo establecido por la Ley Marco de Cambio Climático, publicada en junio de 2022.
El Consejo de Ministros para la Sustentabilidad y el Cambio Climático aprobó este viernes el Plan de Adaptación al Cambio Climático del Sector Silvoagropecuario, instrumento desarrollado por el Ministerio de Agricultura con el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) como Agencia Acreditada del Fondo Verde para el Clima, y la colaboración del Ministerio del Medio Ambiente. Este es el primer plan sectorial de adaptación que se elabora según lo establecido por la Ley Marco de Cambio Climático.
La ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, comentó que “dado que Chile es un país vulnerable al cambio climático, los planes de adaptación son fundamentales para hacer frente a los impactos de la crisis climática en todos los sectores. Que el Consejo de Ministros aprobara el plan de adaptación silvoagropecuario es un hito para Chile, porque es el primero que se elabora basado en la Ley Marco de Cambio Climático”.
El ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, indicó que este es un hito muy importante para el sector silvoagropecuario, “que ya evidencia los efectos del cambio climático, tales como escasez hídrica, aumento de temperaturas en la temporada estival y eventos de precipitaciones, los que han llevado a este ministerio a enfrentar contingencias como incendios, sequía y las grandes inundaciones que afectaron al centro sur del país durante el año pasado, por lo que la adaptación del sector es fundamental e insoslayable”.
Añadió que “este plan entonces se constituye como un acuerdo transversal que orienta el quehacer de todos los servicios del Ministerio de Agricultura y permite articular a otros ministerios e instituciones públicas y privadas en un trabajo conjunto y alineado con las medidas y acciones aquí definidas, las que fueron construidas mediante un proceso participativo y que contó con un amplio despliegue territorial y amplia validación”.
Al igual que en otros países del mundo, en Chile uno de los sectores productivos más vulnerables a los efectos del cambio climático es el sector silvoagropecuario. Por eso el plan aprobado cuenta con 12 medidas y 63 acciones para hacerse cargo de la afectación y oportunidades que crea el cambio climático. Entre las medidas establecidas en el instrumento se encuentran, por ejemplo, la incorporación de prácticas de manejo silvoagropecuario y técnicas específicas para la adaptación al cambio climático, la implementación de métodos de obtención y reserva de agua intrapredial para hacer frente al déficit hídrico o el desarrollo de tecnologías y acciones que aumenten la eficiencia del riego.
Asimismo, se propone la construcción de infraestructura hídrica extrapredial, la promoción de la conservación y la restauración de los ecosistemas naturales que sostienen a los sistemas productivos silvoagropecuarios, o prevenir y controlar la degradación del suelo para la adaptación a los efectos del cambio climático.
Además, el plan buscará implementar infraestructura y equipamiento productivo intrapredial para la adaptación al cambio climático, extender y optimizar los sistemas de información y gestión de riesgos agrometeorológicos. También, se buscará potenciar acciones adaptativas para reducir el riesgo de incendios forestales.
Otras medidas establecidas son el desarrollar sistemas de monitoreo y seguimiento permanente respecto a los cambios potenciales de la productividad agrícola, junto con implementar un sistema de información que permita el seguimiento, monitoreo y evaluación de las variables de sustentabilidad aplicables al sector silvoagropecuario del país y un plan piloto de adaptación al cambio climático para el sector silvoagropecuario de la Región de Aysén.
Nueva norma de olores
El Consejo de Ministros para la Sustentabilidad y el Cambio Climático también aprobó la nueva norma de emisión de olores para el sector pesquero -la segunda de su tipo en el país tras la dedicada a la industria porcina- y que tiene como objetivo proteger la salud y mejorar la calidad de vida de las personas.
La futura norma regulará a las plantas de harina y aceite de pescado y a las plantas de alimento para peces del país. Actualmente existen 32 fuentes emisoras de este tipo, la mayoría de ellas ubicada en la región del Biobío, aunque también existen en regiones como las de Los Lagos o Tarapacá.