Escrito por Ricardo Díaz Fredes | Centro IDEAL
Cuatro proyectos en los que participan investigadores del Centro IDEAL recientemente fueron adjudicados y serán parte del CIMAR 27, que se desarrollará entre el 15 de agosto y el 10 de septiembre.
Estimar los patrones de distribución de especies de grandes cetáceos y el papel que cumplen las constricciones topográficas en generar focos de productividad biológica marina son algunos de los proyectos que se desarrollarán en el marco del Crucero de Investigación Científica Marina en Áreas Remotas (CIMAR) a lo largo de fiordos y canales de la región de Magallanes y la Antártica Chilena.
Las iniciativas del Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (Centro IDEAL) de la Universidad Austral de Chile (UACh) se adjudicaron una licitación realizada por el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico (SHOA) de la Armada de Chile y se desarrollarán a bordo del buque Cabo de Hornos.
Uno de los trabajos estimará los patrones de distribución de especies de grandes cetáceos en la Patagonia sur y su relación con la variabilidad biológica y física. El Dr. Luis Bedriñana-Romano, investigador del Centro IDEAL y del Centro COPAS-Coastal de la Universidad de Concepción explica que el Estrecho de Magallanes y el Cabo de Hornos son zonas del país donde existe menos esfuerzo de monitoreo para especies de cetáceos y “un área de alto tráfico marítimo, con reportes confirmados de colisiones entre grandes cetáceos y embarcaciones. Además, es el foco de varios proyectos de intervención como, por ejemplo, la infraestructura asociada al hidrógeno verde”.
El también científico del Centro Ballena Azul agrega que “contar con información sobre las áreas donde se podrían suceder interacciones negativas es muy importante para futuros esfuerzos de manejo y ordenamiento territorial” y agrega que en el caso de la ballena sei, “este crucero representa la culminación, por el momento, de una serie de prospecciones que centran su interés en entender mejor los patrones de distribución de esta especie poco conocida”.
El monitoreo acústico pasivo y el uso de isótopos estables para entender mejor su presencia estacional y hábitos alimenticios es parte de un trabajo colaborativo desarrollado por el Centro IDEAL, el Centro COPAS-Coastal, el Instituto Alfred Wegener (AWI) de Alemania, la Universidad Santo Tomás y el Museo de Historia Natural de Río Seco.
En tanto, otros tres proyectos, liderados por el Dr. Rodrigo Torres, investigador del Centro IDEAL; el Dr. Gonzalo Saldías, de la Universidad del Bío-Bío, COPAS-Coastal y del Centro IDEAL; y el Dr. Leonardo Castro, de la Universidad de Concepción y del Centro IDEAL estudiarán de manera integrada el rol que juegan los accidentes batimétricos en la circulación de los canales y cómo estos promueven la producción biológica local de comunidades fitoplanctónicas y de macroinvertebrados que son alimento de cetáceos mayores. Estas áreas de conocen como “hotspots” biológicos, ya que promueven el desarrollo de una alta biomasa y enorme riqueza de especies.
El Dr. Ricardo Giesecke explica que las constricciones son accidentes topográficos que se crearon durante la última glaciación. “Por un lado se caracterizan por un angostamiento de los canales y la presencia de morreas (barreras submarinas o montículos) que generan un cambio en las propiedades de la circulación marina a lo largo del canal y provocan un aumento de la velocidad de la corriente, ascenso de aguas profundas y procesos de mezcla”.
El académico del Instituto de Ciencias Marinas y Limnológicas (ICML) de la UACh sostiene que “esto propicia el desarrollo de comunidades microalgales, las que a su vez sirven de alimento a pequeños invertebrados, larvas de peces, peces y con ellos atraen a vertebrados, como aves y mamíferos”. El oceanógrafo añade que “saber la dinámica física y cómo esto afecta la productividad biológica nos permitirá, por ejemplo, determinar qué áreas con este tipo de configuración puedan ser catalogadas como zonas prioritarias para la conservación”.
Giesecke destaca que la particularidad de este crucero científico, que se desarrollará entre el 15 de agosto y 10 de septiembre, radica en que por primera vez cuatro proyectos multidisciplinarios estudiarán las zonas de constricción. “Se evaluarán los procesos físicos, químicos, biológicos y de avistamiento de cetáceos”, concluye.