SECOS
Un estudio pionero en Chile, realizado por ACS y SECOS, exploró los hábitos de consumo de productos marinos en Chile. Los resultados señalan que en promedio en Chile se come pescado 3,6 veces al mes y mariscos 2,3 veces. La encuesta realizada a 1.000 personas en nueve regiones del país también destaca que el 90% del consumo se realiza en el hogar, y que la reineta y el chorito son las especies más consumidas.
¿Cuánto pescado y marisco se come en Chile? Según la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca), en 2020 el consumo anual aparente por persona era de 15,8 kilos. La FAO, por su parte, calculó 13,2 kilos anuales en 2013. El consumo aparente permite hacer una estimación del volumen de productos del mar que se consumen en el país, en un tiempo determinado, lo que se obtiene a través de un cálculo de la producción (la importación sumada a los desembarques y la acuicultura), menos las exportaciones. Sin embargo, existen escasos datos sobre la frecuencia de consumo o las especies preferidas por las y los chilenos.
En respuesta a esto, un grupo de investigadores de Advanced Conservation Strategies (ACS) –organización que combina ciencia y diseño para generar soluciones ambientales–, y del Instituto Milenio en Socio-Ecología Costera (SECOS) –centro ANID que realiza investigación científica para la sustentabilidad de la costa– decidieron realizar un estudio para examinar los hábitos de consumo de mariscos y pescados en el país.
La encuesta realizada a 1.000 personas en nueve regiones de Chile, evaluó el consumo mensual de pescado y mariscos, los lugares preferidos para disfrutar los productos del mar y las especies más populares. Los datos obtenidos ofrecen una visión detallada tanto a nivel regional como nacional, y permiten conocer más sobre la diversidad de especies que se consumen, averiguar sobre las dietas para entender la heterogeneidad en términos de preferencias y distinguir las diferencias entre el consumo de peces y de mariscos.
Algunos de los resultados obtenidos revelan que, en promedio, en Chile se consumen 3,6 veces al mes pescado y mariscos 2,3 veces al mes. Además, el estudio devela que el 90% del consumo de productos marinos se realiza en el hogar y que el pescado más consumido a nivel nacional es la reineta (41,5%) y la merluza (27%), mientras que el marisco más común, es el chorito (33,5%).
«Los resultados de la encuesta, son emocionantes y proporcionarán una base para desarrollar una hoja de ruta para que la demanda de productos del mar contribuya a la sostenibilidad del suministro de productos marinos», explica Josh Donlan, fundador y director de ACS e investigador del Laboratorio de Ornitología de la Universidad de Cornell y del instituto SECOS.
Por cierto, las especies más consumidas cambian según la zona geográfica o región. En las regiones de Antofagasta, Arica, Atacama, Coquimbo, Metropolitana, Valparaíso, la reineta es el pescado más consumido, por ejemplo. Mientras que en las regiones del Bío-Bío y Ñuble la preferida es la merluza, y en Los Lagos, el salmón. Respecto al consumo de mariscos, en las regiones del norte como Antofagasta, Arica, Atacama y Coquimbo, el loco es el marisco favorito. Esto es distinto en la zona centro y sur del país, donde el chorito es el más popular. En tanto, en la Región Metropolitana, la apuesta segura en las preparaciones capitalinas, es la almeja.
Por su parte, Stefan Gelcich, académico de la Universidad Católica, director del SECOS e investigador CAPES, añade: «Estos resultados confirman que existen diferencias importantes entre el consumo de pescados y mariscos en Chile. Conocer la diversidad en el consumo de productos marinos puede estar, por ejemplo, asociado a distintas características nutricionales de las especies. Este proyecto nos permitirá comprender el consumo y acceso que tenemos a estos productos en Chile y nos ayudará a comprender los cambios en las dietas en el futuro”.
Este proyecto, apoyado por Walton Family Foundation, a futuro tendrá más componentes de la encuesta disponibles, los cuales incluyen la preferencia por alimentos más o menos sustentables, la preferencia trazabilidad de los alimentos, entre otros. Así, este proyecto no solo proporciona una visión clara de los hábitos de consumo actuales en Chile, sino que también establece una base para futuras investigaciones y políticas que promuevan la sostenibilidad en el consumo de los recursos marinos en Chile.