El proyecto -liderado por la Universidad de Talca- se centrará en las comunas de Chimbarongo, Pichilemu, Marchihue y Litueche, en la región de O’Higgins, y buscará mejorar la eficiencia productiva de los actuales emprendimientos del área, además de entregar conocimiento y herramientas prácticas en esta materia.
Desarrollar y transferir sistemas de producción de hongos comestibles con alto valor nutricional, a fin de mejorar la rentabilidad por unidad de superficie de emprendedores de la Región de O’Higgins, es el objetivo de un proyecto del Fondo de Innovación para la Competitividad Regional (FIC-R) adjudicado a investigadores de la Universidad de Talca.
César Acevedo, académico de la Facultad de Ciencias Agrarias de dicha Institución, señaló que lo que pretenden es “mejorar todo lo que están haciendo actualmente los productores de esta especie en Chile. Buscamos desarrollar la ingeniería para la producción de hongos y optimizar la producción por metro cuadrado, además del porcentaje de eficiencia biológica. Queremos ayudar a todas aquellas personas que trabajan de manera artesanal”.
Para ello efectuarán un trabajo cooperativo con los fungicultores de O’Higgins, mejorando las condiciones de producción al optimizar factores productivos como la temperatura, humedad, ventilación y luminosidad, lo que permitirá obtener cosechas más precoces o retrasadas, según sea la necesidad.
La presentación del proyecto contó con la presencia de autoridades del Gobierno Regional de O’Higgins, quienes valoraron este tipo de iniciativas que van en directo apoyo de los fungicultores de dicho territorio.
Leonor Díaz, jefa del Departamento de Fomento Industria del Gore manifestó que, “con este proyecto vamos a atender a productores de Pichilemu, Chimbarongo, Marchigüe y Litueche, así que estamos muy contentos, porque hemos visto que es un rubro que tiene tremendas oportunidades y donde están incorporadas productoras mujeres”.
Proyecto
Para la producción se utilizarán contenedores marítimos modulares, a través de la utilización de alta tecnología para el control del ambiente, lo que permitirá a los encargados ir aumentando la superficie productiva a un menor costo.
La propuesta se enmarca en un sistema de producción altamente tecnologizado para el cultivo de hongos, bajo el concepto de economía circular, el cual utiliza como sustrato principal desechos industriales y agrícolas lignocelulósicos producidos en gran volumen en la región, tales como: aserrín de álamo, viruta de mimbre, sarmiento de vides, residuos de poda y de algas marinas, entre otros.
Por su parte, los desechos de los hongos serán reducidos al mínimo, mediante la incorporación de estos como compost en otros procesos agrícolas, como es la producción orgánica de hortalizas, generando sustratos con alto potencial de fertilidad, permitiendo de esta manera la producción de alimentos con alta calidad nutricional y baja huella hídrica y de carbono, incentivando el concepto de agricultura circular.
Valoración de productores
En la actividad estuvieron presentes fungicultores de la region quienes valoraron el aporte de la academia en esta área. Pablo Lefevre, de Marchigüe, indicó que, “la transferencia tecnológica se da desde una instancia académica, como lo que está haciendo ahora la Universidad de Talca, es muy valorable. Y esas son las instancias en donde todo lo técnico y aprendizaje científico finalmente es llevado al proceso productivo”.
Una visión similar tiene Coco Sepúlveda, fundador de “Hongos Chile” y fungicultor de Pichilemu. “Es muy necesaria la parte académica para tener diferentes tipos de sustratos y mejorar la calidad de los hongos y las técnicas de cultivo. Por eso, estas iniciativas ayudan muchísimo y permiten agrupar a los productores”, indicó.
Por su parte, Consuelo Rosselot, propietaria del Huerto Orgánico de Paredones, validó la iniciativa, señalando que “me interesa mucho el tema del suelo, de la regeneración, de todo lo que significa hacernos cargo del lugar donde vivimos y de cómo mejorarlo, y en los hongos es algo que tengo pensado para mi futuro”.