El 30 de agosto la Junta de Vecinos de la localidad de Mashue, en la comuna de La Unión, fue el escenario del lanzamiento del proyecto «Instrumentos Económicos para la Conservación de la Biodiversidad» en la Región de Los Ríos. El evento fue encabezado por la ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, autoridades regionales, locales, y miembros de la comunidad local.
El proyecto es una iniciativa del Ministerio del Medio Ambiente, implementada con la colaboración del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y financiada por el Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF, por sus siglas en inglés). Su objetivo es mejorar el financiamiento nacional para la conservación de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos a través del diseño, la implementación y optimización de instrumentos económicos que fortalezcan las finanzas públicas e incentiven la contribución económica del sector privado al mantenimiento del capital natural del país.
Para alcanzar este objetivo, el proyecto está avanzando en la implementación de experiencias demostrativas en ecosistemas terrestres y acuáticos continentales en la Región de Los Ríos, así como en ecosistemas marino-costeros en las regiones de Valparaíso y Los Lagos. Estos esfuerzos están orientados a implementar y articular los instrumentos económicos establecidos en la Ley para la Naturaleza que crea el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP), garantizando que las prácticas de conservación sean efectivas y sostenibles financieramente.
Para la ministra Maisa Rojas, esta iniciativa se enmarca dentro de los esfuerzos nacionales y regionales para la conservación, asegurando que “tenemos dos institucionalidades nuevas que hoy en día nos ayudarán a incentivar la conservación de la naturaleza, una corresponde al Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas, cuya una misión central es la conservación y restauración de naturaleza; el otro instrumento es la Ley Marco de Cambio Climático que en particular contempla planes de acción regionales, en el caso de la región de los Ríos, este plan incluye la gestión y restauración de las microcuencas proveedoras de agua”.
El hito que marcó la agenda del día fue la entrega de los acuerdos firmados entre el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo y los Comité de Agua Potable Rural para la ejecución y financiamiento de acciones de conservación, restauración de bosques nativos y programas de educación ambiental para la implementación del proyecto en las localidades de Mashue y Liquiñe, comunas de La Unión y Panguipulli respectivamente. Estos acuerdos simbolizan la estrecha colaboración entre las comunidades locales y las entidades involucradas para reforzar el financiamiento destinado a cumplir con las metas de conservación de la biodiversidad del país tanto dentro como fuera de áreas protegidas.
Durante esta actividad, la ministra Maisa Rojas y Amerindia Jaramillo, Coordinadora Nacional del proyecto por parte del PNUD, hicieron entrega de estos acuerdos a Fernando Muñoz y Fabián Carrasco, presidentes de los Comités de Agua Potable Rural (CAPR) de Mashue y Liquiñe, respectivamente. El monto de aporte asciende a 90 millones de pesos para que cada organización implemente las acciones de conservación comprometidas, así como también apoye el diseño y fortalecimiento de mecanismos de retribución por servicios ecosistémicos.
En la localidad de Mashue, la colaboración está destinada a la actualización de su modelo de Pagos por Servicios Ecosistémicos, priorizando la ejecución de acciones de restauración para mejorar la provisión hídrica, además de implementar un programa de educación ambiental con la comunidad y el fortalecimiento de capacidades de la comunidad para incentivar la aplicación de prácticas agroecológicas a escala predial.
Fernando Muñoz, presidente del CARP de Mashue, subrayó la importancia de estos esfuerzos para fortalecer la gestión comunitaria de estas microcuencas hidrográficas: “Este proyecto con el ministerio del Medio Ambiente y el PNUD para nosotros va significar un apoyo muy importante para seguir con nuestro plan de trabajo que tiene varias aristas, el programa de recuperación de cuentas, programa de educación ambiental, programa de restauración de suelo y monitoreo hidrológico, sin lugar a dudas esto va a ser un hito muy relevante y esperamos que esto trascienda a políticas públicas a nivel nacional.”
En el caso de Liquiñe, el proyecto apoyará en la creación de un nuevo mecanismo de Retribución por Servicios Ecosistémicos, centrado en el turismo como fuente de ingresos que contribuirá a financiar la conservación de microcuencas.
Fabián Carrasco, presidente del CAPR de Liquiñe, explicó cómo esta iniciativa beneficia a su comunidad y ecosistemas en ese territorio: “Para nosotros es un día muy especial ya que damos inicio a este proyecto GEF de instrumentos económicos que va a generar un espacio muy importante para lograr nuestro pago por servicios ecosistémicos, pero también apoya estos desafíos que tiene el comité por lograr la recuperación y restauración del bosque nativo para poder asegurar el abastecimiento de agua a las futuras generaciones”.
Amerindia Jaramillo, Coordinadora Nacional del Proyecto destacó que “el proyecto busca crear incentivos para promover la conservación de la naturaleza, y el uso de instrumentos económicos, principalmente relacionados a servicios ecosistémicos esenciales como la provisión de agua. Estamos trabajando con los Comités de Agua Potable Rural de Mashue y Liquiñe, entendiendo como han venido aplicando programas de renaturalización de cuencas proveedoras de agua, esenciales para el bienestar de las comunidades. Entonces el proyecto va a ayudar a continuar con la implementación de este pago ecosistémico en Mashue y crear un pago ecosistémico en Liquiñe, pensando en amplificar este tipo de instrumentos para la conservación a otras localidades de Chile”.