Por Claudia Palacios, Directora de Recursos Humanos para IBM Latinoamérica
Con la Inteligencia Artificial (IA) formando parte de nuestras vidas, todos tenemos una idea de su gran potencial. Hoy estamos ante una nueva revolución industrial, que se espera que contribuya con 13 billones de dólares al PIB mundial para 2030. De hecho, para 2026 se estima que cerca del 80% de las grandes empresas a nivel global hayan incorporado la IA generativa en sus negocios.
También sabemos que la IA ya está teniendo un impacto en las distintas profesiones y distintos roles. La forma de trabajar y realizar las tareas continuará cambiando, transformándose y surgirán nuevos roles en las organizaciones. Tanto las entidades educativas como las organizaciones mismas deberán enfocarse en ayudar a las personas a adquirir nuevas habilidades o “Technological Literacy”, que dé más acceso a más personas a nuevas oportunidades. La forma de realizar las tareas se optimizará logrando mayor productividad, pero las capacidades humanas nunca serán reemplazadas.
En este escenario, el gestor de talento no puede limitarse a esta adaptación de cualificaciones, como espectador del cambio que actúa en función de la demanda. Por el contrario, se convierte en consultor estratégico de negocios, impactando directamente en las operaciones y para eso, necesita asumir el protagonismo que trae la oportunidad. Corresponde a los líderes de Recursos Humanos fomentar una cultura que valore al ser humano a través de la tecnología, combinando el talento con la innovación.
Pero, ¿cómo sucede esto en la práctica?
Es fundamental comprender que la IA es un aliado estratégico para el gerente de personas. Considerando que los altos ejecutivos están acelerando la agenda de negocios y talento, impulsados por una función de gestión de personas moderna, ágil y digital, hoy existe una oportunidad sin precedentes para cumplir con estas prioridades. Esto se debe a que entienden que la colaboración hombre-máquina aumenta la productividad y proporciona un valor exponencial al negocio.
En la práctica, al implementar soluciones de IA, los equipos de Recursos Humanos pueden centrar su tiempo en acciones más estratégicas, por ejemplo, en lugar de tareas tácticas.
Estoy segura de que muchos colegas comparten el dolor de tener múltiples sistemas o aplicaciones y diferentes fuentes de datos que no están conectadas entre sí. Muchos operan en un entorno con múltiples legislaciones, cosas que funcionan en un país pero no en otro, o en diferentes poblaciones que requieren múltiples formas de trabajo. La IA puede ayudar a gestionar toda esta complejidad.
Para esta implementación, los líderes de RR. HH. pueden comenzar con casos de uso simples y pilotos. Luego pueden avanzar a medida que la tecnología se convierte en parte de la vida cotidiana. También, pueden buscar referencias en el mercado y alianzas para ampliar y multiplicar aplicaciones prácticas.
Mirando dentro de casa
La misma tecnología que proporcionamos a nuestros clientes se utiliza para mejorar nuestras operaciones en los distintos países donde IBM opera. Por ejemplo, hoy contamos con un asistente virtual (AskHR) que atiende a los colaboradores, respondiendo sobre temas generales como nuestros programas y políticas, respondiendo a gerentes sobre temas específicos de sus empleados, así como la posibilidad de realizar transacciones en distintas aplicaciones sin salir del chat. Esta solución ya es utilizada por el 97% de nuestros empleados en todo el mundo.
Otro ejemplo, incluye una especie de “trabajador digital” de nuestra área de consultoría, que ayuda con temas como las promociones internas, un proceso que podría ser complejo. Esta solución, denominada HiRo, analiza la información del desempeño laboral de las personas con el fin de ayudar a los líderes del área a tomar mejores decisiones y realizar las promociones correspondientes, además facilita acciones que impactan en el cambio de posición, como la actualización de la información en el sistema.
Desde que se implementó, hemos ahorrado a los gerentes 50.000 horas de productividad al año. Así, los gestores de talento podemos dedicar tiempo al coaching, a los casos complejos y aportar más valor a nuestros líderes en todo este proceso.
Aunque la IA ya está apoyando a las empresas en las diferentes áreas, el papel del gestor de talento es uno de los pilares más estratégicos de toda organización. Cada uno definirá donde está y a donde quiere llegar. En el cómo, las que mejor logren potenciar el talento humano inmersos en una cultura que promueve agilidad, transparencia y comportamientos alineados a los valores de la organización, tendrán una ventaja competitiva; especialmente en esta nueva era.