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La resistencia a los antimicrobianos (RAM) es una asesina invisible, responsable directa de 1,3 millones de muertes e indirecta de otros cinco millones de decesos cada año. Sin embargo, hay muchas formas de abordar esta amenaza, desde la higiene y el saneamiento hasta la vacunación.
Antes de la reunión de alto nivel sobre la resistencia a los antimicrobianos, que se celebrará en el marco de la Asamblea General, el 26 de septiembre, Noticias ONU explica en este artículo lo que necesita saber al respecto.
¿Qué es la resistencia antimicrobiana?
Desde su descubrimiento hace un siglo, los medicamentos antimicrobianos -desde los antibióticos hasta los antivirales-, han prolongado significativamente la esperanza media de vida. Todos los días, estos medicamentos esenciales salvan millones de vidas, hasta que dejan de hacerlo.
La RAM se produce cuando microorganismos como bacterias, virus, hongos y parásitos ya no responden a los medicamentos antimicrobianos. Como resultado de la resistencia a los medicamentos, los medicamentos antimicrobianos se vuelven ineficaces y las infecciones se vuelven difíciles o imposibles de tratar, lo que aumenta el riesgo de propagación de enfermedades, padecimientos graves, discapacidad y muerte, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Al igual que el COVID-19, las infecciones resistentes a los antimicrobianos no conocen fronteras y nadie es inmune.
OMS/Quinn Mattingly
La resistencia antimicrobiana es cada vez mayor.
Le puede pasar a cualquiera
Detrás de cada cifra que registra la resistencia a los antimicrobianos hay un costo humano real. Algunos de los crecientes problemas incluyen opciones de tratamiento limitadas, estadías prolongadas en el hospital, medicación constante, pérdida prolongada de ingresos, deudas por conceptos médicos, pobreza, pérdida de familiares y dolor. Las vidas son gravemente afectadas y, en algunos casos, se pierden sin remedio.
“Le puede pasar a cualquiera, en cualquier lugar”, alerta la agencia de salud de la ONU.
Incluso con buena salud, una lesión menor, una cirugía de rutina o una infección pulmonar común pueden escalar inesperadamente a una situación de muerte. Para aquellos con enfermedades preexistentes como cáncer, VIH o diabetes, una infección intratable puede surgir como una segunda amenaza peligrosa, atacando cuando menos se le espera.
¿Qué la provoca?
Varios factores pueden acelerar la aparición y propagación de la resistencia a los antimicrobianos, el uso excesivo de antibióticos es uno de ellos.
Uso excesivo y mal uso de antimicrobianos: El uso de antibióticos cuando no es necesario, la prescripción excesiva por parte de los proveedores de atención médica y los cursos de tratamiento incompletos pueden contribuir a la resistencia.
Uso agrícola: El uso de antibióticos en el ganado para promover el crecimiento y prevenir enfermedades puede generar cepas resistentes que, a su vez, pueden transmitirse a los seres humanos.
Control deficiente de infecciones: El saneamiento y la higiene inadecuados en los centros de atención de salud y las comunidades facilitan la propagación de microorganismos resistentes.
Comercio y viajes globales: El aumento del movimiento de personas y bienes permite que los organismos resistentes se propaguen más fácilmente a través de las fronteras.
OMS/Etinosa Yvonne
Un médico examina una muestra en un laboratorio de microbiología de un hospital universitario de Nigeria.
Consecuencias de la resistencia
El aumento de la resistencia antimicrobiana tiene graves consecuencias para la salud individual y pública.
La RAM amenaza tanto las vidas de millones de personas como el futuro económico de la humanidad. También afecta a los sistemas alimentarios, el desarrollo y la seguridad.
Podría tener un costo mundial estimado de 3,4 billones de dólares anuales para 2030, empujando a unos 28 millones de personas a la pobreza para 2050, según el Banco Mundial.
© OMS/Sarah Pabst
Plan de acción mundial
La buena noticia es que la RAM es 100% prevenible. Los socios internacionales adoptaron un Plan de Acción Mundial en 2015 y han ampliado la concienciación pública, el uso responsable de antimicrobianos y la investigación continua.
Otra herramienta eficaz es reducir la necesidad de antimicrobianos mediante el fortalecimiento de los sistemas de salud a través de una cobertura sanitaria universal que dé prioridad a la prevención y el control de las infecciones, la inmunización y los programas de agua, saneamiento e higiene.
Por su parte, la OMS vigila, informa y proporciona actualizaciones sobre los microorganismos resistentes a los medicamentos. Por ejemplo, a principios de este año, actualizó su lista de las bacterias resistentes a los medicamentos más peligrosos para la salud humana.
“Desde que se publicó la primera Lista de patógenos bacterianos prioritarios en 2017, la amenaza de la resistencia a los antimicrobianos se ha intensificado, erosionando la eficacia de numerosos antibióticos y poniendo en riesgo muchos de los logros de la medicina moderna”, dijo la doctora Yukiko Nakatani, subdirectora general de la OMS para la Resistencia a los Antimicrobianos, en la publicación en mayo pasado de su última lista.
“Al mapear las bacterias resistentes a los medicamentos y evaluar su impacto en la salud pública, esta lista es clave para orientar la inversión y abordar la crisis de acceso y la cadena de suministro de antibióticos”, enfatizó.
CDC/Alissa Eckert, James Archer
Ilustración de la bacteria resistente a los medicamentos, Mycobacterium tuberculosis.
¿Quién está tomando medidas?
- Los líderes mundiales que acudirán a la reunión de alto nivel de la Asamblea General sobre la resistencia a los antimicrobianos aprobarán una declaración política
- La Secretaría Conjunta Cuatripartita sobre la Resistencia a los Antimicrobianos consolida la cooperación entre la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la OMS y la Organización Mundial de Sanidad Animal (WOAH), aprovechando sus mandatos básicos para apoyar la respuesta mundial a la resistencia a los antimicrobianos según el enfoque del plan Una Salud
- La OMS lanzó a principios de 2024 la campaña mundial “La RAM es invisible, yo no” para crear conciencia pública, y organiza una Semana Mundial de Concientización sobre la Resistencia a los Antimicrobianos todos los años, del 18 al 24 de noviembre
- La agencia sanitaria también estableció un grupo de trabajo de sobrevivientes para dar una plataforma y elevar las voces de quienes han experimentado complicaciones por infecciones resistentes a los medicamentos
Lea aquí la hoja informativa de la OMS sobre la resistencia a los antimicrobianos.