Greenpeace Chile
Cada vez se escucha más el término “triple crisis planetaria” pero ¿sabes con exactitud qué significa?
La triple crisis climática señala al cambio climático, la contaminación y lapérdida de biodiversidad como los tres problemas ambientales más graves a los que nos enfrentamos como humanidad. En la definición, especifica que los tres están relacionados entre sí.
De esta manera se puede nombrar con precisión el hecho de que estamos frente a problemáticas que repercuten en el equilibrio natural y conllevan grandes riesgos para la vida misma. Por eso mismo, demandan nuestra atención urgente.
La definición oficial surgió de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC, comúnmente conocida como ONU Cambio Climático), uno de los tres tratados que se adoptaron en la Cumbre para la Tierra de Río (1992).
Ahora bien, adentrémonos para saber más detalles de cada una de las causas detrás de la crisis climática que atravesamos.
1. CAMBIO CLIMÁTICO
Cuando hablamos de cambio climático nos referimos a las modificaciones a largo plazo en las temperaturas y patrones climáticos, como explica la ONU. Si bien estos cambios pueden tener causas naturales, lo cierto es que desde el siglo XIX no ocurrió eso sino que fuimos las personas -con las actividades que desplegamos- las responsables del calentamiento global.
En particular, la quema de gas, carbón y petróleo en la industria y el transporte pero también la construcción y la agricultura, generan gases de efecto invernadero que elevan la temperatura del planeta al ritmo más rápido de los últimos 2000 años.
Un planeta más caliente que trastoca los patrones climáticos desencadena eventos más extremos que se repiten con más frecuencia. Así se explica que haya sequías más intensas, escasez de agua, incendios que se propagan con más voracidad, inundaciones que se repiten más seguido, deshielo de los polos y aumento del nivel del mar, tormentas catastróficas y disminución de la biodiversidad.
2. CONTAMINACIÓN
La contaminación muestra muchas caras posibles. Una de las más conocidas es la que deriva de los residuos plásticos que quedan en mares y otros sistemas naturales, descomponiéndose a través del tiempo en partículas más y más pequeñas (los microplásticos) que se depositan en la tierra, flotan en las aguas y hasta quedan suspendidos en el aire. Estas partículas plásticas hacen un recorrido que termina en los cuerpos de personas y animales, complicando la salud de todos.
Otro de los tipos más conocidos (y peligrosos) es la contaminación del aire que respiramos y cuyas fuentes son variadas: el tráfico vehicular, las fábricas, los incendios forestales, los volcanes y el uso de combustibles y tecnologías contaminantes en los hogares (por formas de calefaccionar o cocinar).
Esta polución es la principal causa de enfermedades y muertes prematuras a nivel mundial. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), nueve de cada diez personas respiran aire con niveles de contaminantes que superan las directrices recomendadas.
Esta segunda problemática ambiental está relacionada con el cambio climático, puesto que muchas de las emisiones que contaminan el aire son también las que quedan en la atmósfera y derivan en calentamiento global y cambio climático.
3. PÉRDIDA DE BIODIVERSIDAD
La tercera pata de la crisis planetaria es la disminución en la diversidad de todo tipo de formas de vida. Esto incluye extinciones locales o globales de especies de animales, de plantas, de hongos, de microorganismos y también a la variedad de genes y ecosistemas.
Este daño -muchas veces irreparable– es producto de los cambios en el uso de la tierra, entre ellos el avance de la frontera agropecuaria y de los intereses inmobiliarios que desmonta y deforesta sin piedad, la sobreexplotación de recursos y el cambio climático.
Para ejemplificar cómo un clima cambiante afecta la biodiversidad basta decir que cuando las aguas de los mares están más calientes, se vuelven más ácidas y llevan a la muerte a los corales. Otro caso que se vio recientemente en distintos países, entre ellos México, donde tras varios días de temperaturas extremas distintos animales silvestres, como los monos, se desvanecieron del calor.
Este enorme problema no sólo implica que se pierdan formas de vida únicas y valiosas, sino que también impacta directamente en la disponibilidad de alimentos y agua potable, poniendo en riesgo la seguridad alimentaria y los recursos hídricos necesarios para la vida humana. Además, esta pérdida pone en jaque la resiliencia de los ecosistemas, lo que afecta la capacidad para enfrentar desafíos ambientales futuros.
En definitiva, la triple crisis planetaria nos recuerda que la humanidad no puede subsistir sola. Necesitamos de la red de relaciones naturales, pues de ella dependemos la calidad de la vida misma y la posibilidad de un futuro verde, justo y feliz.
Entonces, es momento de actuar