La Matriz, escuela de oficios que abrió sus puertas en 2023 en la ciudad de Frutillar, celebra con entusiasmo su primer aniversario como un espacio de encuentro para el aprendizaje de oficios, el desarrollo de la creatividad, la generación de redes y el bienestar, permitiendo que niños, jóvenes y adultos puedan aprender y experimentar. Lo hace desde Frutillar, reconocida internacionalmente como Ciudad Creativa, en conexión con cultores, creativos, maestras y talleristas de distintos lugares de Chile.
La idea de crear La Matriz surgió de la observación de un vacío en la oferta educativa de Frutillar, una ciudad conocida por atraer personas con inquietudes creativas, artísticas y culturales. “Frutillar es un semillero de iniciativas de todo tipo, pero no existía un espacio formal donde pudieran desarrollarse diferentes oficios de manera más profunda” comentó Patricia Laso, periodista y una de las fundadoras de La Matriz. Junto a sus dos socias, Consuelo González, diseñadora y profesora de arte, y Trinidad Aguilar, profesora y ceramista, el equipo creó esta escuela donde se pudiera materializar su “amor por el hacer” compartiéndolo con toda la región de Los Lagos, en conexión también con creativos de otras regiones.
En este año, La Matriz ha ofrecido de manera ininterrumpida cursos continuos en cerámica y técnicas textiles para niñas, niños, jóvenes y adultos, complementados con workshops cortos en otros oficios y disciplinas como orfebrería, elaboración de café, collage, entre otros. Estos programas no solo enseñan técnicas, sino que también promueven un enfoque consciente y reflexivo hacia el trabajo manual, en contraste con la inmediatez que caracteriza a la vida moderna.
“En los jóvenes, trabajar en distintos oficios permite potenciar la perseverancia, la práctica y la valorización de lo hecho a mano,” dijo Consuelo González. “El hacer, particularmente el tejer o trabajar la cerámica, genera un efecto mental en que tu foco es súper particular, entonces realmente logras abstraerte del entorno.”
El enfoque de La Matriz es más que una transferencia de habilidades técnicas; es un compromiso con el desarrollo personal y emocional de sus estudiantes. “Los oficios requieren de técnica, que se desarrolla mediante la práctica y la reiteración, y eso complementa el aprendizaje que los niños están teniendo en sus colegios y con sus familias,” explicó Patricia.
Ubicada en un inspirador entorno de la Patagonia chilena, en la cuenca del Lago Llanquihue, La Matriz se nutre de un paisaje que invita a la creación y la experimentación. Este primer aniversario es una celebración de todo lo que se ha logrado y una invitación a la comunidad a seguir participando en este espacio de encuentro y aprendizaje.