IEB Chile
A través de la alianza que Juego Limpio estableció con el IEB, esta vez les traigo una entrevista con el gerente del Instituto de Ecología y Biodiversidad, Fernando Valenzuela, quien es especialista en planificación y gestión ambiental en esquemas público-privados, facilitación de procesos de participación, desarrollos estratégicos y promoción de buenas prácticas en la toma de decisiones a nivel de políticas, planes, programas y proyectos.
-Fernando, Chile es signatario de la Convención de Diversidad Biológica. ¿Cómo está el país avanzando en la conservación y gestión de su biodiversidad?
–Efectivamente, como parte de la Convención, Chile cuenta con un documento de política pública, la Estrategia Nacional de Biodiversidad 2017-2030. Este documento fue aprobado en enero de 2018 y establece los lineamientos estratégicos para conservar la biodiversidad a nivel nacional. La estrategia tiene cinco objetivos clave, entre ellos, promover el uso sustentable de la biodiversidad, aumentar la conciencia pública y la participación, mejorar la gobernanza y desarrollar un marco de protección y restauración de los ecosistemas.
-¿Cómo se estructura esta estrategia en términos de implementación?
–La Estrategia Nacional se implementa a través de un Plan de Acción Nacional que organiza las tareas en varios ámbitos temáticos. Estos incluyen la conservación de la biodiversidad marina, el manejo de especies exóticas invasoras, la protección de áreas terrestres y marinas, y la conservación de humedales. Además, contempla acciones transversales como el financiamiento, la institucionalidad y la adaptación de la biodiversidad al cambio climático. Este plan se revisa periódicamente para garantizar su eficacia.
-¿Qué avances recientes destacaría en este proceso?
–Uno de los avances más importantes es la firma del Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal en 2022, lo que llevó a Chile a actualizar sus metas en materia de conservación. Además, en el 2023 se inició el proceso de actualización de la actual estrategia de biodiversidad para mejorar la restauración y la gestión sostenible de los ecosistemas. También es destacable la reciente creación del Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP), una nueva entidad con importantes atribuciones para la protección tanto dentro como fuera de las áreas protegidas.
-Chile se ha comprometido a proteger el 30% de su territorio para 2030. ¿Cómo avanza el país hacia este objetivo?
–Hasta la fecha, Chile ha protegido el 23% de su territorio terrestre y el 42% de su zona económica exclusiva en el mar. Sin embargo, es fundamental recordar que las áreas protegidas no funcionan como islas aisladas. Para proteger efectivamente la biodiversidad, es crucial gestionar también las áreas que rodean las zonas protegidas, creando corredores ecológicos y minimizando las presiones del desarrollo urbano y productivo. La biodiversidad debe gestionarse de forma integral en todo el territorio, desde las montañas hasta las ciudades.
-¿Qué papel juega el nuevo Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP)?
–El SBAP tiene un rol fundamental en el cumplimiento de la meta de proteger el 30% del territorio para 2030. Proporciona un marco normativo para la creación de áreas protegidas y otras medidas de conservación. Sin embargo, es importante que no se vea al SBAP como el único responsable de la conservación de la biodiversidad. Es necesario que todo el Estado y la sociedad se movilicen para enfrentar esta crisis, y que el SBAP lidere la colaboración entre los diferentes ministerios y sectores.
-¿Cuáles son los desafíos pendientes en la gestión de la biodiversidad?
–A nivel institucional, uno de los mayores desafíos es la capacidad de hacer seguimiento y verificar los indicadores definidos para la conservación. Es necesario consolidar los sistemas de información y utilizar tecnologías como la inteligencia artificial para mejorar la gestión de datos. Además, es imprescindible articular los conocimientos de los distintos actores, desde los sectores productivos hasta las comunidades locales y los centros de investigación, para avanzar en la conservación adaptativa y efectiva de la biodiversidad.