El caso de una mujer fallecida tras un tratamiento con sustancias naturales en Pirque puso en la palestra los peligros del consumo de productos no regulados y sin supervisión profesional. Académicos UdeC analizaron las graves consecuencias para el sistema nervioso y la salud en general al incurrir en estas prácticas.
La muerte de una mujer en Pirque, causada por la ingesta de un líquido de origen natural vinculado al tabaco y la ayahuasca durante un «tratamiento» dirigido por alguien que se presentaba como terapeuta natural, genera preocupación entre los expertos.
El consumo de estos y otros compuestos como una forma de “desintoxicación natural” es cada vez más popular, muchas veces sin dimensionar los posibles daños que pueden causar en el cuerpo. El Decano de la Facultad de Ciencias Biológicas, Dr. Jorge Fuentealba Arcos, explicó que, mediante la extracción con líquidos (similar a lo que hacemos al preparar té o café), se produce un concentrado de la planta seleccionada.
El también Doctor en Farmacología detalló que, químicamente, lo que se logra es afectar el sistema nervioso central y periférico, incluyendo efectos como bradicardia, aumento de la movilidad gastrointestinal, y la posibilidad de provocar colapsos hemodinámicos (alteraciones de presión muy fuertes).
“Nos están tratando de vender la idea de que, si es algo natural, es mucho más seguro o beneficioso que algo que no es natural. Pero esa es una idea incorrecta, porque muchas veces en la naturaleza hay cosas que son altamente tóxicas sin ni siquiera procesarlas”, advirtió el académico.
Redes sociales y el internet en general, evidencian lo fácil que es adquirir productos como plantas y hongos para su consumo, elementos que en su mayoría, prometen la eliminación natural de toxinas del organismo. “Es un ámbito que está completamente libre, no regulado. Las personas que adquieren estos productos realmente no tienen una certeza de lo que están recibiendo, de lo que van a consumir, si realmente es lo que dice ser, y ni siquiera la concentración y las cantidades, por lo tanto, se pone en riesgo la vida”, evidenció el toxicólogo y académico de la Facultad de Farmacia, Dr. Claudio Müller Ramírez.
El docente reflexionó sobre el uso de diferentes elementos naturales por culturas amazónicas, principalmente en Brasil, Bolivia, Perú y Ecuador, añadiendo que “el problema es que no hay un procedimiento estandarizado, entonces se corre el riesgo de que cada vez se obtenga más o menos de estos productos, no hay una dosis específica ni controlada que puedan consumir estas personas que se someten a estos ritos”. Una opinión que comparte el Dr. Fuentealba, quien advirtió que “no tener el control de la cantidad de moléculas activas que uno va a ingerir, es un riesgo mortal”.
Por lo mismo, ambos profesionales son enfáticos en la importancia de la asesoría profesional. No se trata de demonizar lo natural, sino de buscar orientación de personas capacitadas en temas de salud, como farmacéuticos, médicos y otros especialistas. “La ritualidad nunca debe ejercerse para poner en riesgo la salud de las personas”, recomendó Fuentealba, recordando el dicho «‘el veneno lo hace la dosis’, no el principio activo».
El Dr. Müller reportó que los productos naturales, incluso los que se encuentran a la venta en lugares establecidos, son los que menos regulaciones tienen en el país, si es que los comparamos con medicamentos. Por eso, recomendó la atención profesional, el buen cálculo de las dosis y la observación de los efectos que provoque el compuesto en cada paciente, especialmente si tiene alguna patología de base.