WWF Chile
Foto: Denisse Mardones/ WWF Chile
Comienza marzo, y con la vuelta a la rutina también llega una celebración que cada año cobra más significado, sobre todo si vemos el alarmante daño que está sufriendo la vida silvestre y que 2020 se ha denominado como el “súper año”. Se trata del Día Mundial de la Naturaleza, que se celebra cada 3 de marzo.
Como lo destaca Constanza Rodríguez, profesional del Programa de Conservación de WWF Chile, “este 2020 tenemos una nueva oportunidad de replantearnos nuestra visión sobre la naturaleza. Sin darnos cuenta, ella nos rodea y actúa donde sea que estemos, no solo en bosques naturales, sino también en ciudades, donde flora y fauna se conectan con nosotros y sostienen nuestra calidad de vida al proveer de espacios públicos de recreación, sombra, aportar a reducir la contaminación atmosférica, ser claves en el control de plagas urbanas como roedores e insectos, y mejorar la salud mental proveyendo de belleza escénica y sentido espiritual a nuestra rutina diaria”.
Como WWF Chile te invitamos a tomar acciones por la vida silvestre este 2020, denominado como el “súper año” para la biodiversidad. Un primer paso es justamente conocer los aportes que ésta realiza a la propia humanidad, por lo cual compartimos seis aspectos en donde la flora y fauna contribuye a nuestra calidad de vida en Chile y que quizás hemos pasado por alto.
- Control de plagas: Diversas aves rapaces de Chile, como el tiuque, el peuco, el águila mora o la lechuza aportan significativamente al control de plagas, como ocurre con los roedores. Especial importancia cobra la lechuza, por ejemplo, frente al ratón colilargo, responsable de transmitir el virus Hanta. En estas labores de control biológico también se suman los murciélagos, que en el país cuentan con 13 especies, y que destacan como cazadores de insectos nocturnos nocivos para las personas y flora y fauna en general. Así, pueden capturar más de mil zancudos por hora.
- Descomposición de desechos: Tanto insectos como animales carroñeros cumplen una importante función en lo relativo a la descomposición, acelerando el proceso de devolución de nutrientes a la tierra. Aquí destacan el cóndor y los jotes de cabeza negra y colorada, y entre los insectos la madre de la culebra –el insecto más grande de Chile- parte de la diversidad de coleópteros que dependen de madera muerta existentes en el país y que junto con facilitar su descomposición contribuyen a reintegrar nutrientes en los ecosistemas.
- Reducción de riesgos de desastres naturales: La vegetación puede jugar un papel muy relevante para prevenir los impactos de desastres naturales, como es el caso de avalanchas o aludes, y marejadas e inundaciones. Según lo destaca la UICN en uno de sus reportes, los bosques de alta montaña son un gran aliado en la Región del Biobío, por ejemplo, al actuar como barrera de protección ante avalanchas de nieve y deslizamientos de ladera en zonas de montaña, esto, dado que contribuye a la contención de la nieve, su distribución, acumulación e impacto.
- Polinización: Uno de los polinizadores más significativos para Chile es el abejorro chileno, que cumple un papel clave en la polinización de nuestra flor nacional, el copihue. También es muy relevante la labor que realizan las 424 especies de abejas descritas en Chile, de quienes depende en gran parte la propagación de nuestra flora nativa.
- Riqueza gastronómica: Los bosques nos proveen una serie de beneficios, entre los que destaca la gran variedad de frutos que son utilizados en la gastronomía. Entre ellos se destacan hongos como el digüeñe; berries como el calafate, o plantas como la nalca.
- Valor cultural: Animales y plantas también tienen significados muy especiales para distintas comunidades. Para el pueblo mapuche, por ejemplo, el canelo es el árbol sagrado, el cual junto al cariz mágico-sagrado que reviste, es utilizado para la construcción de rucas –se escoge un largo tronco para la cumbrera- y del kultrún, instrumento que sintetiza su cosmovisión.