Por: Claudio Bessa
Líder del ecosistema de desarrolladores para IBM en Latinoamérica
Cambio climático, desastres naturales, sostenibilidad y COVID-19 son algunas de las problemáticas más apremiantes que enfrentamos en la actualidad. Sin embargo, la forma en que las vemos y actuamos, ha cambiado con ayuda de la tecnología. Por ejemplo, usando internet podemos hacer una búsqueda para informarnos, una publicación en redes sociales, firmar peticiones digitales o incluso, hasta usar software de código abierto para asistir a comunidades en todo el planeta. Hemos pasado de tener un rol pasivo, a uno más activo.
Este cambio también ha generado el surgimiento de nuevos activistas que trabajan desde su computador, aplicando su conocimiento para lograr un cambio. Los desarrolladores o developers. Ellos son los nuevos masters del código.
De acuerdo con Evans Data, a nivel global hay 24 millones de desarrolladores. Ellos están reescribiendo nuestro mundo con código, desde las aplicaciones que usamos todos los días, hasta las tecnologías sobre las cuáles están construidas, muchas de ellas originadas en el código abierto.
¿Cómo están contribuyendo al mundo hoy?
Creando aplicaciones sociales.
Hoy más que nunca, necesitamos emplear la tecnología de nuevas formas que puedan tener un impacto humanitario inmediato y duradero en las comunidades de todo el mundo. Desafíos de código como Call for Code, han congregado más de 180.000 participantes de 165 naciones a crear más de 5.000 aplicaciones de código abierto centradas en la salud y el bienestar de las comunidades en caso de desastres naturales. En 2020, los desarrolladores están siendo invitados a crear soluciones para dos problemáticas: COVID-19 y el Cambio Climático.
Enseñando a otros.
Los desarrolladores trabajan colaborativamente, ya sea a través de foros o redes sociales, siempre están dispuestos a compartir su conocimiento para optimizar el código. Además, por medio de programas como P-TECH o comunidades como Outreachy, están extendiendo ese conocimiento a muchas personas alrededor del mundo, ayudando a reducir la escases de profesionales de tecnología.
Hacking ético
La mejor manera de saber si un programa tiene vulnerabilidades, es encontrándolas. Es ingeniería en reversa. Esa es la función del hacker ético. Buscar, descubrir, reportar y corregir los puntos débiles en el software. También combatir malware o ciberataques para que todos podamos estar tranquilos.
Aportando al código abierto.
Casi la mitad de los desarrolladores a nivel mundial dice que está participando actualmente en proyectos open source. Esa es una de las mejores formas en que la tecnología mejora, evoluciona y adquiere más valor. A través del código abierto, se pueden crear soluciones aplicables y escalables desde comunidades locales hasta globales, como se ha evidenciado con proyectos como Owl, Prometeo y Drone Aid.
También, desde IBM, hemos creado “starter kits” que explican las múltiples problemáticas e incluyen patrones de código para ayudar a los desarrolladores a crear diferentes tipos de aplicaciones en pocos minutos. Por ejemplo, con kits como el de Sostenibilidad Energética, tecnologías como Inteligencia Artificial, Internet de las Cosas o Blockchain, pueden ayudar a las personas, comunidades o compañías a utilizar sus datos para reducir su consumo de energía.
Hoy, en el aniversario número 50 del Día de la Tierra, enfrentamos nuevos desafíos; sin embargo, tenemos grandes oportunidades por aprovechar que seguramente nos llevarán a resolverlos. En el fondo, todos los desarrolladores somos solucionadores de problemas y activistas de cambio.