El Secretario General de las Naciones Unidas pidió este sábado a todas las naciones del mundo a seguir los pasos de los 38 países que ya lo hicieron y declaren el Estado de Emergencia Climática hasta que se alcance la neutralidad de las emisiones de carbono.
Durante la Cumbre sobre la Ambición Climática, que coincide con el 5º aniversario del Acuerdo de París, António Guterres explicó que tras cinco años del logro del tratado no vamos en la dirección correcta ya que no se están cumpliendo sus compromisos y “los niveles de dióxido de carbono están en niveles récord”.
En un evento organizado conjuntamente por las Naciones Unidas, el Reino Unido, Francia y en colaboración con Chile e Italia, el titular de la ONU destacó que las tareas de recuperación de la COVID-19 suponen una oportunidad para encaminar las economías y las sociedades hacia “una senda verde de acuerdo con la Agenda para el Desarrollo Sostenible de 2030”.
Un camino que, en su opinión, no se está tomando ya que los miembros del G-20 están gastando un 50% más en sus paquetes de estímulo y rescate en sectores ligados a la producción y el consumo de combustibles fósiles, que en energía baja en emisiones de carbono.
“Esto es inaceptable. Los billones de dólares que se necesitan para la recuperación de la COVID-19 son dinero que estamos pidiendo prestado a las generaciones futuras. Esto es una prueba moral. No podemos usar estos recursos para establecer políticas que carguen a las generaciones futuras con una montaña de deuda en un planeta roto”, destacó.
Por ello, indicó que el objetivo central de la Organización es crear una construir una “Coalición Mundial para la Neutralidad del Carbono” para mediados de siglo y que para lograrlo se necesitan reducciones significativas de inmediato con el fin de disminuir las emisiones mundiales en un 45% para 2030 en relación con los niveles de 2010.
Como ejemplo de acción climática inmediata puso los ejemplos del Reino Unido y la Unión Europea que se han comprometido a reducir sus emisiones para 2030 en un 68% y un 55% respectivamente, en comparación con las de 1990.
Recordó que no solo los países sino también las ciudades, las instituciones financieras y las empresas deben establecer planes para alcanzar un nivel de cero emisiones netas para el año 2050. Junto a ellos, otros sectores clave como el transporte marítimo, la aviación y la industria también deben presentar e implementar nuevas hojas de ruta de acuerdo con este objetivo.
“La tecnología está de nuestro lado. (…) La energía renovable es cada vez más barata cada día que pasa. La acción climática puede ser el catalizador de millones de nuevos empleos, una mejor salud y una infraestructura resistente. Pero recordemos que esta transición debe ser justa, y reconozcamos que el liderazgo de las mujeres es bueno para la acción climática”, resaltó.
Ha llegado la hora de la verdad para lograr la neutralidad de carbono
Al mismo tiempo, destacó que ya ha llegado el momento de fijar el costo de las emisiones de carbono y de “eliminar gradualmente la financiación de los combustibles fósiles y acabar con los subsidios a los combustibles fósiles”, junto al impedimento de construir nuevas centrales eléctricas de carbón.
“Para cambiar la carga fiscal de los ingresos al carbono, de los contribuyentes a los contaminadores. Hacer obligatoria la divulgación de los riesgos financieros relacionados con el clima. E integrar el objetivo de la neutralidad del carbono en todas las políticas y decisiones económicas y fiscales”, explicó.
Guterres indicó que estos objetivos han de contar con el apoyo de diversos actores, como el apoyo del sector financiero privado a las empresas para que éstas transformen sus modelos de negocio, o la ayuda que pueden prestar las instituciones financieras internacionales y los bancos nacionales de desarrollo para movilizar la financiación y la inversión privadas necesarias para los países en desarrollo.
“Y los países desarrollados deben cumplir su compromiso de proporcionar 100.000 millones de dólares al año a los países en desarrollo para 2020.
Todavía no hemos llegado a ese punto. Nuestro objetivo colectivo debe ser superar el objetivo de 100.000 millones de dólares anuales en 2021 y aumentar las finanzas públicas internacionales en el período posterior”, apuntó.
El Secretario General concluyó su intervención afirmando que ha llegado el momento de la verdad, pero también el de la esperanza cuando cada vez más países se comprometen a la neutralidad de carbono, las ciudades se esfuerzan por ser más verdes y habitables y los jóvenes exigen responsabilidades a los dirigentes.
“La acción climática es el barómetro del liderazgo en el mundo de hoy. Es lo que la gente y el planeta necesitan en este momento. Tenemos el plan: los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el Acuerdo de París sobre el cambio climático. Pero todos necesitamos pasar una prueba de credibilidad: convirtamos en realidad la promesa de un mundo sin emisiones contaminantes”, finalizó.
Chile: hay que reducir las emisiones y aumentar los esfuerzos de adaptación
Por su parte, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, destacó que la amenaza que representa el calentamiento global es “real, grave y es ahora” y que tanto la ciencia como la juventud “nos exige un cambio de rumbo como un imperativo moral”, por ello es necesario recuperar el equilibrio entre “la vida humana y la naturaleza en el planeta Tierra” ya que nuestra supervivencia depende de ello.
Piñera indicó que el cambio climático es el desafío más grande al que se enfrenta nuestra generación y que el Acuerdo de París demuestra que cuando hay voluntad política, “el multilateralismo, la colaboración entre los países es un instrumento poderoso para avanzar hacia un desarrollo inclusivo y sostenible, que es el único desarrollo posible en estos tiempos”.
El mandatario chileno indicó que una mirada ambiciosa sobre este tema no consiste solamente en reducir las emisiones contaminantes, sino que también hay que aumentar los esfuerzos para la adaptación a las consecuencias del cambio climático.
Añadió que las contribuciones determinadas a nivel nacional presentadas por Chile el pasado mes de abril, o sea los compromisos asumidos por los países para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y la adaptación al cambio climático, fueron “más ambiciosas y basadas en la ciencia”.
“Nuestro compromiso incluye un pico de emisiones a más tardar el 2025 y se basa en medidas concretas como el cierre de todas las centrales de carbón, como la electrificación de todo nuestro sistema de transporte público antes del 2040, y también incluye un enorme esfuerzo para reforestar y proteger nuestros bosques y proteger nuestros océanos. Este compromiso se materializa en que el 30% de nuestra tierra y de nuestros mares estarán bajo protección”, destacó.