Rutas de aprendizaje y evaluación fueron los grandes temas que se abordaron en el Webinar “Aprendizajes docentes en tiempos de crisis” realizado el jueves 3 de diciembre y organizado por las universidades de Chile y Católica al alero de la Mesa de Educación interuniversitaria COVID-19, en la cual académicos de diversas instituciones de Educación Superior y docentes han elaborado propuestas y orientaciones para dar continuidad al proceso educativo en este periodo de educación remota en emergencia.
En el webinar, que tuvo por objetivo compartir experiencias de aprendizajes docentes durante este 2020, los protagonistas fueron los profesores/as de distintas asignaturas y sus relatos, sobre cómo han logrado diseñar e implementar rutas de aprendizaje y enfrentar el desafío de la evaluación a distancia.
La directora del Instituto de Estudios Avanzados en Educación de la Universidad de Chile Alejandra Mizala, hizo una invitación a seguir colaborando entre las universidades, escuelas, docentes y directivos/as, señalando que “es algo que hemos ganado este año, que hemos hecho muy bien, y que deberíamos seguir haciendo, es un muy buen espacio para aportar para que la educación que le ofrecemos a nuestros niños, niñas y jóvenes sea una muy buena educación”.
En una línea similar, la decana de la Facultad de Educación de la Universidad Católica, Lorena Medina, quien estuvo a cargo de las palabras de apertura de la actividad, esta fue una instancia para “preguntamos qué aprendimos, qué podemos recoger como experiencia para enfrentar el 2021, y cómo podemos aprovechar el trabajo riguroso y profesional de profesores/as del sistema educacional chileno”.
En sus relatos, los docentes compartieron dificultades comunes a las que se han visto enfrentados, como el cambio de la cultura del aula presencial a la virtual, el poder considerar las particularidades de contextos y situaciones de cada estudiante, la complejidad de mantener la motivación, de acompañar y de enfrentar nuevos desafíos, como lo son el aumento de la exposición de sus clases o las aprensiones de los y las estudiantes a participar.
¿Cómo las han solucionado? “He intentado ponerme en los zapatos de los estudiantes”, explicó el profesor Herman Reynoso, del colegio San Bernardo Abad de la comuna de San Bernando. En este sentido, señaló que algo clave para él fue el concepto de la visualización: “comprender que el estudiante va a visualizar la actividad de distintas maneras, y que tengo que ser empático con él”, puntualizó.
Agregó que, al estar el estudiante en un ambiente distinto, fue importante disponer de la mayor cantidad de elementos posibles que los acompañaran en el desarrollo del aprendizaje. Así fue como decidió crear cápsulas de acompañamiento, visualizando en primera instancia las posibles dudas, para luego generar materiales que rápidamente pudieran responder y acompañar al estudiante.
Por otra parte, aplicaciones como Jamboard, Quizizz y Mentimeter fueron mencionadas por los docentes como medios para motivar la participación y rescatar lo lúdico, así como el abordar en las clases temas que a los estudiantes les sean propios: “Yo, como docente, también tengo que hacer la ruta de aprendizaje, tengo que indagar qué le gusta a los estudiantes, conocer sus conocimientos previos, para que asimile la información con lo que él ya sabe”, señaló el profesor Emanuel Ramírez, del Colegio Sol Illimani de la Florida.
La reflexión sobre el propio trabajo docente fue clave
Ximena Ibaceta, profesora del colegio CREP de Quilpué, relató cómo mejoró su proceso de aprendizaje mediante la reflexión sobre sus estrategias de trabajo. Explicó que, en un principio, los estudiantes simplemente recibían un porcentaje de logro como evaluación de sus trabajos, pero luego, al ver que no estaba obteniendo los resultados deseados, decidió reforzar el proceso de acompañamiento y retroalimentación.
“Se destinaron dos sesiones donde se explicaba el ejercicio, recibían retroalimentación y tenían que evidenciar una mejora, y luego se les entregaba su porcentaje de logro, después de eso los estudiantes tenían una semana para mejorar sus trabajos”, explicó la profesora.
En este sentido, señaló que los estudiantes pudieron conocer de mejor forma su propio desarrollo: “Cómo mejorar, cómo se ha dado el proceso, no solamente causa un impacto en la asignatura sino que también en su confianza en sí mismos, aquellos que antes se negaban a hablar en inglés ahora se sienten más en confianza”.
Por su parte, el profesor Andrés Vargas, del colegio Santa Marta de Valdivia, indicó que además de la retroalimentación, algo fundamental ha sido posicionar en la toma de decisiones a los niños y niñas: “Escucharlos, conociendo sus espacios y decidir situaciones evaluativas más acordes a lo que ellos manifestaban”. Además, remarcó la importancia de fortalecer la evaluación formativa, “versus la carrera por tener las notas”; potenciar la cultura de la co-evaluación entre pares; y ayudarse entre docentes.
Además, los docentes coincidieron en la importancia de mantener para el próximo año la idea de “menos es más”. Sobre esto, la profesora Ximena Ibaceta señaló que “en la presencialidad estábamos apurados por hacer muchas cosas (…) pero acá, siento que las actividades que hemos hecho, la cantidad de evaluaciones que hemos hecho, si bien ha sido menor que en un año presencial normal, siento que han sido más significativas, eso es algo con lo que yo me quedaría, con priorizar qué es realmente significativo para mis estudiantes, considerar su opinión y en base a eso ver cómo vamos planificando”.