“Kit Cultural Wengan: abriendo caminos”, consistió en el diseño de un cuadernillo de mediación con diferentes actividades artístico-manuales, permitiendo generar con los y las habitantes de la nueva Villa Altos del Archipiélago de Quellón, un trabajo de construcción de identidad y puesta en valor de las riquezas de cada territorio. La iniciativa se enmarca en la erradicación de cuatro campamentos en dicha comuna y en la entrega de viviendas definitivas a 130 familias, en las que viven cerca de 150 niños y niñas.
Liderada por la académica del Departamento de Humanidades y Artes de la Universidad de Los Lagos, Dra. Catalina Montenegro, y por Camila Boisier, artista visual que se desempeña en la Fundación Superación de la Pobreza-Servicio País, entre agosto y diciembre estudiantes del curso Didáctica y Evaluación de la carrera de Pedagogía en Educación Media en Artes, mención Artes Visuales desarrollaron un kit para niñas y niñas del nuevo barrio Altos de Archipiélago de Quellón, permitiendo trabajar la identidad cultural del lugar.
De esta forma, las y los estudiantes de ULagos llevaron a cabo distintos recursos educativos para confeccionar un ave nativa y un par de binoculares con materiales reciclados; un mazo de cartas memorice con ilustraciones de flora y fauna nativa del Archipiélago de Chiloé; videos tutoriales para realizar las actividades y dos ilustraciones que daban vida al exterior de la caja contenedora.
“La experiencia permitió desarrollar un trabajo creativo que representaba no sólo un desafío artístico, sino también organizativo, lo que demostró el alto compromiso de las y los estudiantes y los niveles de autonomía necesarios para organizar un trabajo en los tiempos establecidos con resultados sobresalientes, los que serán aprovechados por la comunidad de Quellón”, señaló la docente e investigadora de ULagos, Dra. Catalina Montenegro.
“Más que una caja de actividades, es un espacio creativo, de encuentro y de valoración de las experiencias de las familias”, expresó la académica respecto a esta iniciativa, que contó con la colaboración de la Subdirección de Arte, Cultura y Patrimonio de ULagos, la coordinación de prácticas del Departamento de Humanidades y Arte de ULagos, del equipo Servicio País de Quellón, la Agrupación Granito Verde, el equipo de la Ilustre Municipalidad de Quellón y de la Fundación para la Superación de la Pobreza, institución que forma parte del Consejo Socio productivo de la Universidad de Los Lagos.
Claudia Muñoz, directora regional de la Fundación Superación de la Pobreza-Servicio País, valoró la colaboración entre instituciones que permitió ampliar el vínculo al área artística. «Hace varios años tenemos una alianza con la Universidad de Los Lagos que nos ha permitido apoyar a diversas organizaciones con las que trabaja Servicio País, pero nos faltaba poder abarcar esta dimensión cultural, tremendamente necesaria para la construcción de identidad y puesta en valor de las riquezas con que cuenta cada territorio y que fue trabajada con la responsabilidad, calidad y compromiso que caracteriza a las y los estudiantes de la Universidad”, expresó la directora.
Para Joaquín Casanova, estudiante del curso Didáctica y Evaluación “el proyecto fue motivante desde el primer minuto, significó para nosotros una oportunidad de utilizar nuestras habilidades para un bien comunitario y debido a ello es que logramos un gran trabajo en equipo. Iniciativas como estas son realmente necesarias para fomentar el valor de la identidad local entre los niños y niñas del sur de nuestro país”.
Cabe señalar que Altos del Archipiélago corresponde a un programa de erradicación de 4 campamentos que existían en Quellón, donde vivían cerca de 130 familias y 150 niños y niñas. La villa, además de mejorar la calidad de vida de sus habitantes, es un referente de cambio e integración social y ambiental para Quellón, conectándolos con oportunidades laborales y de capacitación más justas y pertinentes.
La artista visual y profesional en Fundación Superación de la Pobreza-Servicio País, Camila Boisier, señaló estar agradecida de haber sido parte de este proceso y “de la disposición y dedicación de los estudiantes y su profesora, Catalina Montenegro, quienes mediante una investigación dotaron a este proyecto cultural de un gran sentido de pertenencia territorial, plasmando el imaginario costero chilote que tan sentido es por las familias que hoy disfrutan de los kits culturales”.
“Haber trabajado todos estos meses para que hoy, niños, niñas y niñes nos cuenten y nos muestren todo lo que han pintado, recortado y ver lo contentos que están, es impagable”, expresó la artista.
Oriundo de Quellón, el estudiante de ULagos, Juan Cuell, señala que al igual que las familias que recibieron el material didáctico, “conozco muy de cerca la realidad en la que vivían, y pese a todas las precariedades, estas familias tienen un lazo especial con sus comunidades, desarrollando un estilo de vida que incentiva la solidaridad, la perseverancia y la capacidad de adaptarse al entorno y aprovecharlo lo mejor posible”.
El estudiante del curso Didáctica y Evaluación, afirma que el material pedagógico que elaboraron para las familias de la Villa Altos del Archipiélago de Quellón, fomenta el sentido de pertenencia territorial. “He escuchado a muchas personas decir que la vida en un campamento es muy dura, y puedo confirmar que lo es, pero son esas experiencias y ese estilo de vida los que ayudan a generar un sentimiento de empatía. Con este material didáctico también abordamos la pertenencia territorial de las familias de la nueva villa, las que si bien, ahora residen en viviendas dignas, es importante que nunca olviden su origen, dado que hay que mirar el pasado para poder forjar un mejor futuro”. Juan Cuell agrega que esta experiencia “significó un acercamiento a nuestra futura labor docente como integrantes de la comunidad universitaria del sur de Chile”.
La profesora Catalina Montenegro concluye que “es vital que nos pongamos al servicio de las comunidades del territorio y pensemos en conjunto cómo mejoramos la calidad de vida de las personas, avanzando hacia la construcción de sociedades más justas, que comprendan la importancia de trabajar en conjunto y atendiendo las problemáticas colectivas y no solo a mis propias inquietudes. En este sentido, el diálogo, la escucha, la empatía, los procesos artísticos colectivos y colaborativos serán esenciales al momento de pensar el ejercicio docente de las Artes Visuales de manera situada y reflexiva, valorando quienes somos y dónde estamos”.
Por Sergio TrabuccoPublicado por: Loreto Bustos Novoa