Escrito por Cristina Barahona
Periodista Del Proyecto Casa Leiva Mella
La iniciativa fue materializada gracias a un cofinanciamiento que permitió la recuperación de 502 mt2. La casa Ávila Risco, nombre original, perteneciente a la UACh será destinada al Centro de Rehabilitación Psicosocial.
Con una visita guiada culmina proyecto de intervención con valor patrimonial que forma parte de la Colección de Edificios Históricos de la Universidad Austral de Chile. El inmueble, que antiguamente fue destinado al hogar estudiantil y que es parte de la casa de estudios, se encuentra ubicado en el sector ribereño con resguardo histórico, General Lagos #1470, y hoy se transforma en el nuevo espacio operativo del Centro de Rehabilitación Psicosocial –CRPS- perteneciente a la Escuela de Terapia Ocupacional de la Facultad de Medicina.
En la oportunidad asistieron el Director de la Oficina de Coordinación de Infraestructura Institucional, Jorge Alvial; el Director de la Escuela de Terapia Ocupacional, Randy Yáñez; la Coordinadora del CRPS, Katherine Grandón; el arquitecto a cargo de la Corporación de Patrimonio Edificado y Contexto –PEC-, Gerardo Saelzer y el encargado de adquisiciones, Rodrigo Flández, quienes recorrieron las nuevas y remozadas dependencias ya dispuestas a recibir a sus nuevos y antiguos usuarios.
El Centro enfoca su trabajo en la rehabilitación de personas en el ámbito de la salud mental promoviendo la inserción social con enfoque comunitario. El fin es que los usuarios puedan formar parte de un entorno, ejecutando acciones cotidianas, es por esto que el rescate de la casa se configura como un espacio histórico y a la vez comunitario que podrán sentir propio, mencionó el Director de la Escuela de Terapia Ocupacional Randy Yáñez.
Por otro lado, mencionó que “por la pandemia nos hemos reestructurado estableciendo conexión digital con nuestros usuarios para atender sus demandas, hemos estado bastante activos siempre realizando seguimiento a cada uno de los casos. Lo que esperamos es que, en cuanto las medidas sanitarias se modifiquen, podamos retomar la atención presencial”.
Asimismo, la coordinadora del CRPS, Katherine Grandon destacó los tele-talleres relacionados con la emoción y contención en tiempos de pandemia, los cuales también son destinados a familiares. “Esto ha creado espacios de alfabetización digital que han roto barreras y han sido muy valorados por nuestros usuarios y sus familias, ya que han participado activamente mejorando su bienestar”. Al mismo tiempo, releva la innovación en talleres que involucran rutina y trabajo en casa, para lo que se ha elaborado material didáctico en formato físico que luego es repartido en cada hogar.
La iniciativa fue gestionada a través de la Oficina de Gestión de Proyectos –OGPI-, a cargo de Mónica Pradenas y materializada gracias a un cofinanciamiento entre la Universidad Austral de Chile y el Fondo del Patrimonio -versión 2017- perteneciente al Ministerio de la Cultura las Artes y el Patrimonio, por un monto de 190 millones de pesos, los cuales permitieron el rescate total del inmueble con valor patrimonial que es parte de la cultura e identidad valdiviana.
Trabajos realizados
La restauración se realizó en dos fases previas a la etapa de equipamiento. Durante la primera, las obras fueron ejecutadas por la Constructora Monteverde, de acuerdo a los parámetros de diseño de la recuperación patrimonial desarrollados por la Consultora PEC, representada por el arquitecto Gerardo Saelzer, y supervisadas por la Dirección de Infraestructura. En tanto, la segunda fase correspondió a las especialidades del proyecto, y fueron ejecutadas por diversas empresas supervisadas por la Dirección de Servicios, según lo indicó el Director de la Oficina de Coordinación de Infraestructura Institucional, Jorge Alvial.
El proyecto de arquitectura pone énfasis en el valor patrimonial y su contexto ligado a la Zona Típica de la calle General Lagos. El volumen original de 502 m2 de superficie se rescata en un trabajo de restauración con acento especial en el uso de la madera, tanto en su estructura como en revestimientos. Al mismo tiempo, se rehabilita el inmueble al nuevo uso incorporando aislación térmica, seguridad de acuerdo a normativa vigente y mejores servicios sanitarios.
Según indica el representante de la Corporación PEC, Gerardo Saelzer, “las sumas de las casas han ido desafiando los procesos de restauración, sobre todo cuando la estructura principal es madera, pues vienen desafíos conceptuales y técnicos que deben ser resueltos”. Cabe recordar que la Corporación PEC se encuentra colaborando con la casa de estudios, con la misión de recuperar numerosos inmuebles de índole patrimonial.
Centro de Rehabilitación Psicosocial
El CRPS se crea en el año 2008 bajo el alero de la Facultad de Medicina de la UACh y el Servicio de Salud Valdivia, instituciones que firmaron un convenio a través del cual la Escuela de Terapia Ocupacional comenzó a ejecutar programas de Rehabilitación Psicosocial para personas con discapacidad de causa psíquica que forman parte de la Red de Salud Mental de la Región de Los Ríos.
El equipo está compuesto por terapeutas ocupacionales y psicólogos, además de monitores y estudiantes en práctica, quienes enfocan su trabajo en un modelo de salud mental comunitaria atendiendo actualmente a 30 usuarios.
Desde el año 2008 es que el centro ha funcionado en distintas casas, pero fue en el 2017 que la Escuela de Terapia Ocupacional visualizó la posibilidad de conectar el patrimonio con la salud mental, otorgando a sus usuarios “un espacio agradable, amplio y acogedor, lo que se transforma en una atención digna y adecuada a personas que muchas veces quedan excluidas socialmente, por lo que esto viene a relevar la inserción de ellos en la sociedad”, puntualizó Grandon.
La casa de habitación, que antiguamente perteneció a la familia Ávila Risco, fue construida entre 1910 y 1920. Más tarde, en 1968, fue adquirida por la UACh y destinada al Hogar Estudiantil Leiva Mella. Finalmente, hoy, “la Escuela de Terapia Ocupacional tiene un espacio propio, un centro que lleva años con nosotros y que, además, genera una capacidad formadora importante en los estudiantes que es parte de su malla curricular. Pero que, también permitirá a nuestros usuarios integrarse a un barrio y a una vida en comunidad desde donde podrán contar su propia historia”, señaló Yánez.