Antes de la pandemia había en el mundo 258 millones de niños y adolescentes, la mayoría mujeres, sin escolarización. El COVID-19 ha empeorado esta situación. En la jornada dedicada a la educación, António Guterres recuerda que la educación es un derecho fundamental y llama a fortalecer la cooperación para protegerla.
El Secretario General de las Naciones Unidas instó al mundo a aprovechar todas las oportunidades para cambiar este año el rumbo descendente de la educación, agravado con la pandemia de COVID-19, y a “darle vuelta” a la situación.
Con motivo del Día Internacional de la Educación, celebrado este 24 de enero, António Guterres rindió tributo a la resiliencia de los estudiantes, los maestros y las familias ante la pandemia, que en su punto más álgido obligó al cierre de casi todas las escuelas, institutos y universidades.
“Cuando la educación se interrumpe, todo el mundo se ve afectado. (…) Y todos vamos a pagar el precio”, dijo Guterres en un mensaje de video.
Un derecho humano
Frente a esta realidad, recordó que la educación es un derecho y que debe defenderse y ejercerse por el bien de la humanidad.
“En un momento en que el mundo sigue luchando contra la pandemia, la educación, como derecho fundamental y bien público mundial, debe protegerse para evitar una catástrofe generacional”, advirtió el titular de la ONU.
El derecho a la educación está consagrado en el artículo 26 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. La declaración exige la educación primaria gratuita y obligatoria. La Convención sobre los Derechos del Niño, adoptada en 1989, va más allá al estipular que los países deberán hacer que la educación superior sea accesible para todos.
El mensaje del Secretario General también destacó el papel clave de la educación como base para ampliar las oportunidades, transformar las economías, combatir la intolerancia, proteger al planeta y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.© UNICEF/Brian OtienoEsta niña estudia en su casa en Nairobi debido al cierre de su escuela.
Deficiencias previas a la pandemia
Al conmemorarse por tercera vez esta jornada internacional, lamentó que ya antes de la pandemia hubiera unos 258 millones de niños y adolescentes no escolarizados, en su mayoría mujeres.
Además, refirió que en los países de ingresos bajos y medianos, más de la mitad de los niños de diez años aún no podían leer textos sencillos.
Esta situación de por sí alarmante ha empeorado con la pandemia, apuntó.
Guterres reconoció que la interrupción forzada por la emergencia ha acarreado innovaciones para el aprendizaje, pero recalcó que también “ha frustrado las esperanzas de un futuro mejor entre las poblaciones vulnerables”.
Cooperación mundial y reforma a la educación
En este contexto, exhortó a garantizar la reconstitución del fondo de la Alianza Mundial para la Educación y a fortalecer la cooperación mundial en materia de educación.
Del mismo modo, conminó a redoblar los esfuerzos para reformar la educación.
Hace falta “formar a los profesores, poner fin a la brecha digital y reconfigurar los planes de estudio con el propósito de dotar a los estudiantes de las competencias y los conocimientos necesarios para prosperar en este mundo nuestro que evoluciona de manera vertiginosa”, apuntó.
“Asumamos el compromiso de promover la educación para todos y todas, hoy y siempre”, concluyó el Secretario General.
Historia de la jornada
La Asamblea General de la ONU proclamó la celebración del Día Internacional de la Educación en una resolución aprobada por consenso en diciembre de 2018, con el fin de destacar el papel transcendental de la educación en la paz, el desarrollo y la construcción de sociedades sostenibles y resilientes.
A partir de enero de 2019, la jornada se celebra cada 24 de enero.
El texto fue redactado de manera conjunta por 59 Estados miembros, liderados por Nigeria y pugna por apoyar estrategias en favor de una educación inclusiva, equitativa y de calidad para todos.