Expertas y expertos UdeC en nutrición y psicología aportan claves para lograr un descanso reparador, al ritmo de cada cual, considerando que 2020 fue un año con mayores niveles de estrés y desgaste.
El año recién pasado fue atípico en todo el mundo. La pandemia tuvo consecuencias directas en la forma de trabajar de las personas; muchas de ellas tuvieron una exposición prolongada a la pantalla del computador y debieron operar desde sus casas. Es por ello que el período de vacaciones, aun cuando no se pueda salir del hogar, es un momento ideal para realizar una pausa, sobre todo ante la posibilidad de continuar en un modo de teletrabajo.
Loreto Villagrán, psicóloga social y Coordinadora de Uappu, Unidad de Apoyo Psicosocial al Personal Universitario, señala que es fundamental lograr una desconexión del contexto laboral y también una desconexión tecnológica, sobre todo para quienes han debido trabajar frente a sus computadores y celulares durante el año.
Incluso, para quienes deban continuar monitoreando algunas funciones o trabajando parcialmente, señala que es saludable buscar una organización del tiempo que permita realizar actividades diferentes, que impliquen separar los momentos del día. “A veces hay funciones donde no se puede dejar de trabajar, pero se puede velar por establecer turnos, avisar que en ciertos momentos no se estará disponible, habilitar alertas de correo. Todo eso contribuye a estar más tranquilos, porque estar pendiente de un correo puede contribuir a mantener los niveles de estrés o ansiedad”.
Aunque no hay una pauta única, pues cada persona se relaja y entretiene de distintas maneras, Villagrán señala que desde los estudios de neurociencia y desde la fisiología hay algunas claves para lograr el descanso. “Hay quienes dicen que se relajan viendo TV o jugando en el teléfono, pero sabemos que uno necesita una determinada cantidad de tiempo de exposición al aire libre y que eso influye en nuestro funcionamiento cognitivo, y va más allá de nuestras preferencias. Por ejemplo, está el hecho de que el uso de pantallas altera el sueño”, indica.
Por ello, la idea es que dentro de las posibilidades de cada cual, exista durante el día un momento de desconexión. Esto, porque no siempre las condiciones son las ideales —a veces no se tiene un balcón o patio, señala la profesional— pero de todas maneras hay que procurar mantener los ambientes ventilados, tener acceso a luz solar y salir al aire libre. “También si se está en familia, propiciar los momentos de calidad, pues se sabe que tener buenas redes contribuye a nuestra salud mental”.
Respecto a la importancia de bajar el ritmo en vacaciones, apunta que es vital. “Que no nos hayamos agotado en tiempos de pandemia, o que haya quienes incluso lo han llevado bien, no significa que en el futuro no me vaya a agotar, sobre todo porque no tenemos la certidumbre de cuando acabará este período o los cambios que se esperan a futuro. Cada quien decide qué es el descanso para uno, pero independiente de eso hay que buscar estrategias para desconectarse”.
Alimentación y ejercicio
Mantener las rutinas de comida y agregar alimentos frescos es una de las principales recomendaciones de Fernanda Carrasco, nutricionista del Centro de Vida Saludable (CVS). “Mantener las rutinas permite regular los ciclos de nuestro cuerpo. En cuanto a los alimentos, priorizar el consumo de frutas y verduras de la estación. Otro punto importante, es el de mantenernos hidratados, esto es clave en tiempos de verano cuando las temperaturas son más elevadas, por lo que debemos consumir de 6 a 8 vasos de agua al día, e idealmente no tener sensación de sed ni orinas muy concentradas”, dice la profesional.
En cuanto al ejercicio, Natalia Ulloa, directora del CVS, indica que es importante mantener el movimiento. En cuarentena “salir a caminar durante las horas que nos permite las cotas de la pandemia, o sea entre 7 y 8.30 horas es muy buena primera actividad”. Pero no solo eso. “Ver películas, jardín, manualidades, lectura, escribir cartas ahora que debemos mantener distancia social. Todas estas actividades durante las horas del día, sin emplear horas nocturnas para estos efectos. Además se recomienda tomar sol unos 10 a 15 minutos diarios para activar nuestra Vitamina D. Esto es salir al patio, o a caminar o al balcon, o sea sol directo. Lo especialistas advierte que no se requiere sol en la cara; puede ser en las piernas o brazos.
Para Richar Cárcamo, profesional del CVS, el retomar la práctica del ejercicio durante las vacaciones debe ser progresivo, acorde a las capacidades físicas y “considerando el tiempo de inactividad que hemos tenido, sobre todo si estuvimos en situación de confinamiento y teletrabajo”. Siempre lo ideal será realizar una evaluación y prescripción de ejercicio por un profesional, pero si no esta esa posibilidad “es recomendable retomar alguna actividad en la que tengamos experiencia, y no aprender un nuevo tipo de entrenamiento que nunca habíamos practicado, sobre todo si no tenemos la ayuda de alguien con experiencia. Es importante escuchar a nuestro cuerpo, no omitir molestias músculo esqueléticas o sobre exigirse durante las sesiones de entrenamiento. Por último, se debe evitar realizar actividad física en horas de mucho calor, mantener una buena hidratación, además de utilizar ropa y calzado adecuado”.
Todo esto puede tener consecuencias importantes a largo plazo, no solo para el período de vacaciones. “El ejercicio físico es un excelente antiinflamatorio y antidiabético y también nos ayuda a regular el sueño nocturno. Y además un buen sueño permite que muchos sistemas de nuestro organismo se regeneren y estemos de buen ánimo”, señala Natalia Ulloa.
Por último, los y las entrevistadas coinciden en que, si una persona presenta un agotamiento extremo, sea físico o psicológico, debe consultar con un profesional.
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