A raíz de la cruda temporada de incendios forestales que han azotado al país, tanto este año como en temporadas anteriores, la fundación ha formalizado su línea de trabajo por la prevención de incendios forestales, a través de una serie de acciones para evitar que los siniestros sigan destruyendo el patrimonio ambiental, uniendo esfuerzos de la sociedad civil y el sector privado.
Los incendios forestales nos han demostrado, año tras año, de lo que son capaces. Destruyen más de 50 mil hectáreas de bosque cada temporada, dejan a nuestra fauna silvestre sin refugio, afectan al suelo, al aire y al ciclo del agua. Pero, además, cuando se trata de incendios cerca de zonas urbanas, éstos podrían amenazar viviendas y comunidades, e incluso, en el peor de los casos, costarles la vida a personas.
La actual temporada de incendios 2020-2021 está lejos de ser la excepción. Al igual que en otros años, ha provocado una gran destrucción de zonas de alto valor ecológico en el país, con un total de 4.025 siniestros y 23.174 hectáreas afectadas hasta la fecha, según cifras de la Corporación Nacional Forestal (CONAF). Es frente a este crudo escenario que Fundación Reforestemos, en conjunto con la sociedad civil y el sector privado, se encuentran llevando a cabo una serie de acciones en distintas regiones de Chile para evitar este tipo de siniestros y ser un aporte en el trabajo por detener la propagación de estos, formalizando así su línea de trabajo por la prevención de incendios forestales.
“Año tras año seguimos viendo imágenes de miles de hectáreas afectadas por incendios forestales devastando a nuestra flora y fauna nativa. Sin embargo, eso no significa que nos quedemos de brazos cruzados. La mejor forma de evitar los incendios es la prevención, ya sea con acciones en terreno como con educación ambiental. Es por esto que hemos desarrollado un plan de trabajo el cual abarca una serie de iniciativas que sin duda alguna será un aporte para ver una disminución considerable de siniestros a lo largo del país. Queremos ser un aporte constante en el manejo sostenible de los bosques, la reforestación nativa de Chile y el manejo preventivo de incendios forestales,”, comentó Suzanne Wylie, Directora Ejecutiva de Fundación Reforestemos.
Dentro de estas acciones, la fundación está trabajando en 3 regiones claves, como son la región del Maule, Biobío y Metropolitana. ¿Por qué estas zonas? Y es que forman parte de los ‘hotspot’ o puntos calientes de biodiversidad mediterránea, y sus bosques, en particular, se encuentran fuertemente amenazados por los efectos del cambio climático, principalmente por la disminución de precipitaciones.
En el Maule se dio inicio a los trabajos en la provincia de Curicó y la de Linares. En la primera, se realizan controles y limpiezas de combustible en zonas de interfaz, las que corresponden a la reducción y retiro de vegetación seca que presenta un alto riesgo de generación y propagación de incendios forestales. Y, además, se trabaja en la construcción de cortafuegos, es decir, fajas que funcionan como una barrera para detener la propagación de las llamas. Estas acciones de silvicultura preventiva en áreas de interfaz y buffer de Reserva Nacional Laguna Torca, beneficiarán a las comunidades de Torca, las Conchas y Llico.
Mientras que, en la provincia de Linares, se llevan a cabo la construcción de cortafuegos en áreas de interfaz para las comunidades de Nirivilo, Mingre, La Gotera y Rastrojos, las cuales fueron afectadas por mega incendios en febrero del 2017.En la región del Biobío, durante el pasado mes de enero, y hasta marzo del 2021, se ha realizado la construcción y mantención de cortafuegos en la Reserva Nacional Nonguén, así como la habilitación de camino y dos helipistas para que las brigadas puedan trabajar sin dificultad en caso de que se origine un incendio. Estas acciones forman parte del proyecto de la fundación por la restauración de la reserva junto a Conaf del Biobío y la empresa CMPC, el que también incluye la recolección de germoplasma, viverización, reforestación, control de especies exóticas, educación ambiental y trabajo con la comunidad.
Para el caso de la región Metropolitana, resulta de gran relevancia el cuidado de los bosques de cerros y parques del sector debido a la escasez de estos mismos. Es por esto que, para lograr dicho fin, se ha puesto a disposición de CONAF, un grupo de 8 brigadistas de alta experiencia quienes estuvieron combatiendo el incendio de la Reserva Nacional Lago Peñuelas, y que tendrán la misión de ayudar en el combate y control de incendios, donde a su vez se realizarán junto con la comunidad, labores de educación y concientización respecto a la importancia de la prevención y tener una conducta responsable con el medio ambiente.
SOBRE FUNDACIÓN REFORESTEMOS
Fundación Reforestemos nació después del último gran incendio ocurrido en el Parque Nacional Torres del Paine, en diciembre de 2011, el que destruyó más de 17 mil hectáreas, bajo el nombre de Reforestemos Patagonia.
Luego de los trágicos incendios forestales del año 2017, la Fundación vivió un proceso de expansión, donde se definió su nueva identidad como Fundación Reforestemos, para así ocuparse de la gran tarea de reforestar otras zonas dañadas por los catastróficos incendios en el país. Después de nueve años de existencia, la Fundación se ha expandido a 10 regiones, reforzando el interés por avanzar en un plan de educación para colegios, niños y jóvenes con el fin de generar una cultura medioambiental en nuestro país.
Actualmente, la Fundación ha contribuido con la plantación de más de 791.425 árboles nativos en áreas silvestres protegidas, zonas de alto valor ecológico y social del país. Además, durante el último tiempo ha logrado importantes reconocimientos y activado diversos convenios con distintas entidades a lo largo del país. Ejemplo de esto es la alianza con Parque Met que busca reforestar el gran pulmón verde de la Región Metropolitana, un convenio con Minvu Biobío para recuperar con árboles nativos las áreas verdes urbanas de la región como Cerro Caracol, la renovación del convenio con Conaf Aysén para trabajar en la conversión de especies exóticas a nativas en áreas silvestres protegidas de la zona y el premio otorgado por INJUV el 2018 por colaborar trabajando concretamente en contra del cambio climático, alineados con los objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.