El plantel público participa en tres estudios clínicos: lidera -a través de su Facultad de Medicina- el de la vacuna de la farmacéutica Janssen, de Johnson & Johnson, junto al prototipo desarrollado por la Universidad de Oxford y el laboratorio AstraZeneca. También, sus investigadores han trabajado activamente en la vacuna de Sinovac junto a un consorcio de universidades.
La aspiración del Gobierno es tener a fines de marzo inmunizadas a más de 5 millones de personas. Para eso, inició a fines de diciembre la inoculación de trabajadores de la salud, de manera prioritaria con la vacuna de Pfizer. A esto se suman los adultos mayores, quienes están siendo vacunados con el medicamento aportado por el laboratorio chino, Sinovac, con las más de 4 millones de dosis que llegaron al país, lo que permitió continuar con el Plan de Vacunación contra el COVID-19.
Pero, ha sido un largo camino el recorrido para conseguir este resultado. Laboratorios y farmacéuticas a nivel mundial lograron desarrollar distintos prototipos de vacunas, las que tras superar largos meses de estudio, pruebas y testeos demostraron porcentajes de seguridad y eficacia confiables para ser utilizadas en las personas.
En este camino, el papel que han jugado distintas instituciones ha sido clave. Es el caso del aporte que la U. de Chile ha entregado, liderando el estudio en fase 3 de las vacunas de la farmacéutica Janssen, de Johnson & Johnson, junto al prototipo desarrollado por la Universidad de Oxford y el laboratorio AstraZeneca.
En el caso de esta última, el doctor Sergio Vargas, investigador del Programa de Microbiología y Micología del Instituto de Ciencias Biomédicas (ICBM) de la Facultad de Medicina, y quien lideró uno de los equipos que participó de las pruebas en Chile, destacó la posibilidad que tuvieron de ser parte y lograr enrolar a más de 1.200 personas.
“La relevante participación que la Facultad de Medicina de la U. de Chile ha tenido en la ejecución de estudios clínicos multicéntricos internacionales, participando con otros países en los ensayos de AstraZeneca U. de Oxford y Janssen es una clara demostración de nuestra integración al desarrollo colaborativo de herramientas necesarias para enfrentar esta pandemia”. Y, agregó que “es un salto cuántico de pasar de ser dependientes, recibiendo soluciones generadas en otros países a participar en el desarrollo de estas soluciones”.
Para el profesional el desafío que viene ahora es “aumentar el desarrollo de medicina transnacional en Chile, trasladando los descubrimientos que se hacen en nuestros laboratorios a la aplicación clínica en beneficio de los enfermos de todo el mundo. Este desarrollo requiere incentivar la relación público-privada, donde la Universidad de Chile puede ofrecer su gran capacidad de innovación y gestión”.
Precisamente, la Universidad de Chile junto a la Asociación Industrial de Laboratorios Farmacéuticos, (Asilfa), firmaron un Memorándum de Entendimiento, por tres años, el que permitirá desarrollar vacunas y productos biológicos a nivel local, lo que va de la mano del anhelo de la Casa de Bello de contar con un Centro de Producción de Vacunas, cuya construcción tendría lugar en el Parque Académico Laguna Carén.
Luego de la firma del documento, el rector de la U. de Chile, Ennio Vivaldi, señaló que la alianza permitirá “iniciar un proceso que termine con un centro, productor de vacunas, que nos de autonomía, soberanía en ese campo tan importante, que nos permita mostrarnos ante el mundo también, porque uno interactúa a nivel global en función de lo que uno tenga en su propia casa”.
Para la doctora y académica de la U. de Chile, María Elena Santolaya, quien dirigió las pruebas de la vacuna del plantel británico en el Hospital Luis Calvo Mackenna, el cual contó con la participación de más de 530 voluntarios, sostiene que “el plantel ha estado completamente inmerso en colaborar y contribuir en todos los ámbitos, en las formas de convivir con esta pandemia”.
La pediatra plantea que esto se grafica que la universidad ha colaborado en “aumentar la capacidad diagnóstica, todo lo que hizo en su Hospital Clínico, en torno a incrementar muchísimo su capacidad de manejo en los pacientes, todo lo que se ha hecho en investigación, todos los que hemos participado de múltiples grupos a nivel de sociedad científica para el ministerio, en relación a apoyar desde distintas perspectivas en esta pandemia y culminando con la oportunidad que tuvimos de trabajar en distintos estudios de fase 3 para poder contribuir a buscar una vacuna o varias vacunas que sean efectivas y que sean seguras para el control del covid-19”. En total, en los 3 centros de reclutamiento se logró enrolar a 2.300 personas, quienes tendrán un seguimiento de dos años, tras recibir las dos dosis que incluye el prototipo.
La Casa de Bello, además ha participado activamente con el estudio y reclutamiento de voluntarios del estudio en fase 3 de la vacuna de la farmacéutica Janssen, de Johnson & Johnson, en Chile, a cargo del doctor y académico Miguel O’Ryan. A través de la Facultad de Medicina, ha comandado las pruebas en tres recintos hospitalarios en Colina, San Bernardo y el Hospital Exequiel González Cortés. Asimismo, el plantel ha sido parte del trabajo que ha desarrollado un consorcio de universidades en el ensayo de la vacuna de Sinovac, que está siendo inoculada en la población.
Maritza Tapia, periodista Prensa U. de Chile. Fotos: Felipe Poga.