El continente africano enfrenta una segunda ola de casos de COVID-19, y paralelamente, dos países distintos han encontrado casos mortales de ébola en sus territorios. La agencia de la ONU para la Salud se encuentra investigando por qué reapareció el virus y respondiendo a la emergencia.
La Organización Mundial de la Salud informó este martes sobre el progreso de los dos brotes de ébola identificados en la República Democrática del Congo y en Guinea y recordó que el COVID-19 no es la única amenaza de salud para África.
En Guinea, país donde inició la gran epidemia del 2014, el ministerio de Salud anunció el fin de semana la aparición de siete casos, tres mortales, derivados del funeral de una enfermera a comienzos de febrero.
“Unas 115 personas que tuvieron contacto con los casos han sido identificados”, informó Margaret Harris, la portavoz de la Organización, durante una rueda de prensa en Ginebra.
Harris afirmó que, gracias a la experiencia adquirida en los brotes anteriores, los trabajadores de salud se han movilizado rápidamente para rastrear el virus y evitar más infecciones.
Mientras tanto, En Kivu del Norte, al este de la República Democrática del Congo, a más de 4000 km de Guinea, se han confirmado cuatro casos, dos de ellos fatales, y unos 300 contactos han sido rastreados a cuatro zonas distintas. La vacunación ya ha comenzado para los trabajadores de salud.
“Los tratamientos que se demostraron efectivos en el último brote también están siendo transportados a Kinshasa, la capital del país, para que los pacientes confirmados puedan recibirlos rápidamente”, dijo Harris.
El país informó de un resurgimiento del virus del Ébola el 7 de febrero, una semana antes del brote en Guinea.
“No hay conexión entre los dos entre los brotes, no hemos visto ninguna evidencia de ello, pero están sucediendo al mismo tiempo”, explicó Harris.PMA/Jacques DavidUna trabajadora de salud alimenta un bebé en un centro de tratamiento del ébola en la República Democrática del Congo.
¿Por qué reaparece el ébola?
Según la OMS, una vez que se ha producido un brote de ébola, es probable que vuelva a ocurrir en la misma zona, como se ha visto en varios casos anteriores. Aún se desconoce si esto se debe a que el ébola persiste en los seres humanos o si la enfermedad simplemente se está trasladando nuevamente de las poblaciones animales a los humanos en esas áreas. La secuenciación genética en curso puede proporcionar esta información, aseguró Harris.
Los expertos de la Organización han alertado a seis países para que estén atentos a posibles casos de ébola después de los recientes brotes en Guinea y la República Democrática del Congo.
“Los brotes son un recordatorio revelador de que el COVID-19 no es la única amenaza para la salud en el continente africano. Si bien gran parte de nuestra atención se centra en la pandemia, la OMS sigue respondiendo a otras emergencias sanitarias”, dijo la portavoz.
Con el epicentro del brote actual en una zona fronteriza, la agencia de la ONU ya está trabajando con las autoridades sanitarias de Liberia y Sierra Leona para ampliar la vigilancia comunitaria de los casos en sus distritos fronterizos, así como para fortalecer su capacidad para detectar casos y realizar vigilancia en salud. Los expertos también se encuentran en Costa de Marfil, Malí, Senegal y otros países en riesgo en la subregión de África Occidental.ONU/Martine PerretVíctimas del ébola enterradas en el cementerio de Kitatumba en Butembo, República Democrática del Congo
Los desafíos y las vacunas
Con respecto a la respuesta sanitaria en Kivu del Norte, República Democrática del Congo, Harris dijo que “la inseguridad añade un nivel mucho más alto de complejidad y sin duda hace que sea mucho más difícil hacer el trabajo que ya es difícil porque también se encuentra en una ubicación geográfica complicada”.
La OMS también está apoyando al país para adquirir la vacuna contra el ébola, que ha demostrado ser fundamental para controlar los brotes en la República Democrática del Congo. La vacunación por ahora, solo se realiza de manera reactiva, es decir se utiliza en los contactos de los infectados y en personal de salud, y no de manera preventiva, ya que, entre otras cosas, aún se trata de una vacuna experimental.
“Normalmente, la vacunación se realiza en torno a los casos notificados y todo tipo de trabajadores de primera línea. Pero nuevamente, estas son decisiones que toman las autoridades locales en términos de las necesidades de su comunidad y, por supuesto, también de lo que es factible”, dijo Margaret Harris.
Guinea fue uno de los tres países más afectados por el brote de ébola en África Occidental de 2014-2016, el mayor desde que se descubrió el virus por primera vez en 1976.
“El enorme brote comenzó en Guinea y se movió muy rápida y silenciosamente porque se trataba de un área sin experiencia previa respecto a la enfermedad. En el brote actual, ambos países ya saben cómo responder”, afirmó.
Durante el brote de ébola en África occidental en 2014, hubo 28.000 casos, incluidas 11.000 muertes.