Su extenso recorrido como conservacionista, principalmente en la Patagonia de Argentina y Chile y de la mano de su marido, el también ecologista, Douglas Tompkins, fue la carta de presentación que le permitió a Kristine McDivitt ser nombrada como la primera embajadora de las Áreas Protegidas de Naciones Unidas (ONU).
Con Chile, su historia es vasta y llena de hitos en materias de conservación y sustentabilidad. Su última acción que acaparó las miradas del mundo entero, fue la donación de 400 mil hectáreas en la Patagonia, con el propósito de crear una red de parques en el sur del país de 4,5 millones de hectáreas. El aporte fue considerado como la mayor donación privada al Estado de Chile con fines de conservación.
Kristine nació y se crió en un campo al sur de California, excepto por un período de tres años que vivió en Venezuela. A los 15 años, conoció y se hizo amiga del famoso escalador de roca y fabricante de equipo de montaña y escalada, Yvon Chouinard, quien le dio un trabajo de verano en su empresa.
Después de terminar sus estudios en Idaho, donde además competía en esquí, empezó a trabajar tiempo completo en lo que entonces se convirtió en Patagonia Inc. Al reconocer que la fabricación inevitablemente causa contaminación,la empresa se convirtió en un modelo de responsabilidad corporativa, mitigando sus impactos ambientales y educando a sus consumidores sobre las amenazas a la Tierra. En 1993, Kristine se retiró de Patagonia, se casó con Douglas Tompkins y se fue a vivir al sur de Chile.
Su largo recorrido y trabajo de conservación desarrollado en Chile y Argentina fue una de las razones por las que la ONU resolvió nombrarla embajadora de las Áreas Protegidas en mayo de 2018, un cargo inédito en el organismo.
¿Cómo recibió este nombramiento?
Siento mucho orgullo por ocupar este cargo y gran alegría por Tompkins Conservation. Es una tremenda responsabilidad y espero aportar con nuestra visión y estrategia para avanzar en conservación.
Mi prioridad es representar a nuestro equipo para dar a conocer el trabajo que hemos realizado en conjunto con los gobiernos de Chile y Argentina durante más de 25 años, esperando que estos esfuerzos de tantas personas, que han sido exitosas sirvan de modelo para muchos otros países en el futuro.
¿Pondrá hincapié en el Cono Sur por la experiencia que adquirió con Fundación Pumalín o su gestión se enfocará donde la conservación está amenazada? ¿Algún lugar del planeta que le preocupe o requiera con urgencia un plan de conservación?
Daré a conocer el trabajo que hemos impulsado en Chile y Argentina, para que inspire y sirva de ejemplo para otros países. El planeta es uno solo y la conservación debe tener una mirada global sobre los conflictos ambientales que afectan al globo en su conjunto. Si bien hay territorios que pueden ser más prioritarios que otros, es clave comprender al planeta como un ecosistema integrado y que debe resolver los problemas ambientales como un gran todo.
¿Cómo percibe la intención o voluntad de distintos países de diseñar e implementar políticas de conservación? La discusión se centra por lo general en la ausencia o debilidad de instrumentos de planificación territorial para conseguir objetivos en esta materia ¿Coincide con esta apreciación?
Efectivamente falta avanzar en materias de conservación. De hecho, algunas personas aún no creen siquiera en el calentamiento global. Aun así hay ejemplos destacables, como el de Chile, donde se ha avanzado mucho en el último tiempo, tanto en conservación terrestre como marina.
¿Cuál es su visión y evaluación de la conservación en Chile?
Nosotros hemos trabajado con distintas administraciones y hemos logrado crear parques nacionales con los Presidentes Ricardo Lagos, Sebastián Piñera y Michelle Bachelet, por lo cual tengo la mejor de las impresiones de los esfuerzos que se están impulsando aquí. Chile es un ejemplo a nivel mundial de conservación.
¿Cómo analizaría usted el estado actual de la biodiversidad en nuestro país?
Al igual que en el resto del mundo, hay muchas especies amenazadas, pero gracias a la creación de nuevos parques nacionales y programas de vida silvestre, esto se ha ido revirtiendo. Por ejemplo, como ha pasado en Parque Patagonia, que luego del retiro de cientos de kilómetros de cerco para ganadería hemos logrado aumentar la población de huemules y guanacos. En Tompkins Conservation hemos puesto grandes esfuerzos en la restauración de ecosistemas tanto en Chile como en Argentina y sabemos que trae resultados.
Siempre se puede mejorar la legislación y los procedimientos para conservar de mejor manera los recursos naturales. Lo bueno es que cada vez son más las personas que han aceptado que no se puede separar al medio ambiente de las actividades económicas.
¿Qué opina de los más de 8 años que ha demorado la tramitación del Servicio de Biodiversidad, como parte de la denominada nueva institucionalidad ambiental creada en 2009 e implementada desde 2010? ¿Hacia dónde debería apuntar el Estado de Chile en esta materia?
No manejo los detalles, aunque sé que ha sido un proceso lento porque hay muchos elementos en juego, pero confiamos en que llegará a buen puerto. Como tendencia mundial, cada país debe tomar sus decisiones de manera autónoma y esperamos que las autoridades a cargo sepan encontrar la mejor manera de resolver esta situación.
De las Áreas Silvestres Protegidas existentes en Chile ¿cuál destacaría? ¿Algún parque preferido?
Cada parque tiene sus propios atributos. La naturaleza no compite de más o menos bella. Aun así, yo tengo una relación especial con Patagonia y amo el sur de Chile. Con Douglas recorrimos muchos parques de la Ruta de los Parques de la Patagonia, es un lugar muy romántico, de enormes paisajes.
¿Cómo fue el proceso de donación de terrenos al Estado de Chile anunciado hace unos meses? ¿Qué evaluación realiza?
Fue un largo e intenso proceso que culminó a principios de este año con las firmas de decretos para la creación de cinco nuevos Parques Nacionales: Pumalín Douglas Tompkins, Melimoyu, Patagonia, Kawéskar y Cerro Castillo, además de la ampliación de Hornopirén, Corcovado e Isla Magdalena. Este hito es fruto del esfuerzo y trabajo de muchas personas y un gran ejemplo de cooperación público y privado. Al día de hoy solo falta que Contraloría tome razón de 2 de los 8
decretos.
¿Cuáles son los objetivos centrales, condiciones y por qué Tompkins Conservation decidió donarlos a Chile?
Buscamos la mayor protección del territorio y esto se logra con la categoría de parque nacional. Lo vimos como una manera de repatriar las tierras, ya que hoy día estos parques son de todos los chilenos. Nuestra propuesta incluía que el Estado también hiciera su aporte, lo que asegura una mayor superficie de área protegida. Por otro lado, junto con la donación firmamos un protocolo con Conaf para seguir vinculados con la protección de los parques.
A su juicio ¿Cuál es el gran legado que dejó su esposo, Douglas Tompkins, a nuestro país y al mundo en materia de conservación?
Doug tenía una excepcional habilidad para pensar a gran escala. Esto, sumado a su gran energía y capacidad para motivar a otros, permitió que sus sueños se hicieran realidad, dejando como legado la creación hasta la fecha de 11 parques nacionales en Chile y Argentina. Doug enseñó a mucha gente a mirar la naturaleza de otra manera.
Los proyectos energéticos ¿De qué forma impactan a Chile a la hora de querer consolidar la conservación? ¿De qué forma se podría llegar a un equilibrio?
Los proyectos energéticos persé no van contra de la conservación, todo depende de la escala y el lugar. Por eso se debe llegar a un equilibro de soluciones menos invasivas, y seguir potenciando las energías renovables no convencionales, para lo cual Chile tiene un enorme potencial. Siempre se ha transferido la responsabilidad de asumir los desafíos ambientales y en particular de conservación a las generaciones futuras, cuando somos nosotros quienes los estamos formando.
¿Qué mensaje le enviaría a los niños y jóvenes de nuestro país, quienes serán los que tomarán las riendas de la conservación en el futuro? ¿Cómo se podría internalizar con éxito esta conciencia ambiental?
La conciencia ambiental pasa por conocer nuestro entorno. Es muy difícil cuidar lo que no se conoce, lo que no se quiere. La invitación a todos es a visitar parques nacionales, encontrarse con la naturaleza en su estado salvaje y desde ahí comprender la importancia que tiene la naturaleza para la vida. Todos somos de este planeta, tanto la vida humana como la no humana.
En la misma línea de las áreas protegidas marinas en Chile, esta medida fue valorada por conservacionistas aunque criticada por sectores productivos como el pesquero o acuícola, en vista a los espacios que se pierden para la actividad económica, afectando entonces a más de una de las variables de “desarrollo sustentable” ¿Cuál es su opinión?
Las áreas protegidas no debieran ser vistas como contrarias al desarrollo, sino que como una palanca para éste, ya que los parques pueden ser motores para las economías locales, activando el turismo como consecuencia de la conservación. Las áreas protegidas son una alternativa más de desarrollo. Es muy importante la creación, por ejemplo, de áreas marinas costeras y seguir desarrollando la institucionalidad para definir cómo se protege efectivamente y cómo se supervisan estas áreas.
¿Qué evaluación realiza del trabajo que ha realizado Conaf en materia de conservación y áreas silvestres protegidas? ¿La administración de los parques debería quedar en manos de Conaf o pasar al Ministerio de Medio Ambiente?
Valoramos y queremos relevar el valor público de los parques nacionales, y por lo tanto apoyamos a las instituciones públicas para que cumplan su labor, y nuestro trabajo con Conaf ha sido siempre en los mejores términos.
Nosotros firmamos con ellos un convenio de colaboración que tiene una duración inicial de 10 años y conformamos una mesa técnica para apoyar el traspaso al Estado de los parques Patagonia y Pumalín Douglas Tompkins, apoyar el proceso de concesión de la infraestructura turística, programas de vida silvestre y diseño de planes de manejo. Confiamos mucho en los resultados de este acuerdo de colaboración para seguir vinculados al desarrollo de la Ruta de los Parques de la Patagonia, con sus 17 parques nacionales comprendidos entre Puerto Montt y Cabo de Hornos.
Hace unos días se realizó en Puerto Varas el lanzamiento de la Corporación Amigos de los Parques de la Patagonia. ¿Cuáles son los objetivos, misión y proyecciones de esta organización? ¿Qué actores están comprometidos con la iniciativa? y ¿de qué forma podemos “empapar” a la comunidad de esta conciencia conservacionista?
Efectivamente ya hicimos un lanzamiento en Santiago, en la región de los Lagos y prontamente haremos en Aysén y Magallanes. La Corporación Amigos de los Parques de la Patagonia nace para cuidar y poner en valor los Parques Nacionales de la Patagonia Chilena, invitando a la sociedad civil a involucrarse en su protección. Es una organización chilena para chilenos, ya que el éxito de un buen sistema de parques nacionales no solo es labor del Estado, sino de toda la ciudadanía. Para “empapar” a la comunidad la clave está en invitarlos a conocer los parques, ya que no se cuida ni se ama lo que no se conoce.
“Los proyectos energéticos persé no van contra la conservación,
todo depende de la escala y el lugar”.
“Doug enseñó a mucha gente a mirar la naturaleza de otra manera”