La investigación será parte de un proyecto ANID FONDECYT Postdoc a cargo del investigador Dr. Cristóbal Villaseñor de la Facultad de Ciencias de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC).
Con el objetivo de identificar de qué manera influye el ciclo de vida de una especie exótica en la invasión de nuevos ecosistemas, el proyecto será desarrollado por los investigadores Dr. Cristóbal Villaseñor junto al académico de la Facultad de Ciencias UCSC, Dr. Antonio Brante.
Cabe señalar que los organismos pueden presentar un ciclo de vida isomórfico, es decir, que mantienen la misma morfología en las diferentes fases de su ciclo de vida, o bien heteromórfico, en donde se van alternando diferentes morfologías en las distintas fases. “En especies invasoras, la heteromorfía entrega una ventaja adaptativa, ya que al presentar diferentes morfologías, amplía las posibilidades de éxito frente a las distintas barreras que tiene el ecosistema a invadir, lo que repercute directamente en los patrones de distribución y abundancia de dichas especies”, señala el Dr. Cristóbal Villaseñor.
De este modo, el estudio considerará dos macroalgas exóticas: Mastocarpus latissimus y Schottera nicaeensispresentes en las costas de Concepción. “Queremos estudiar cómo una invasión biológica puede ser frenada por el propio ecosistema, ya sea mediante la competencia y herbivoría generada por la propia biodiversidad nativa, o bien por las condiciones ambientales presentes en el ecosistema invadido. En el laboratorio analizaremos si estas especies invasoras pueden ser consumidas o no por herbívoros, y en terreno evaluaremos si los competidores nativos podrían mantenerlas a raya”, enfatiza el investigador.
La investigación analizará además cómo influye el ciclo de vida de las especies invasoras tanto en la resistencia biótica como abiótica. La resistencia biótica considera cómo las comunidades responden y repelen frente a la invasión. En cambio, la resistencia abiótica se relaciona con las condiciones ambientales, es decir cómo las diferentes condiciones oceanográficas (temperatura, salinidad o intensidad de luz) pueden frenar la invasión.
“Queremos analizar cómo dos especies con diferentes ciclos de vida se enfrentan a este mismo escenario. Una de ellas puede cambiar su forma entre generaciones y la otra mantiene la misma morfología”, señala el Dr. Cristóbal Villaseñor.
El estudio propone que el propio ecosistema podría frenar la invasión, desde el punto de vista de la conservación se quiere analizar cómo la biodiversidad podría mantener fuera la invasión. Se trata de una autorregulación natural. “Ambas algas llegaron por tráfico marítimo, a mediados de la década de 1970, a la costa de Chile central. A pesar de ello, la propia biodiversidad nativa podría generar una barrera para la expansión de estas especies. Por lo tanto, cuidar, proteger y valorar nuestra biodiversidad nativa cobra mayor importancia, ya que puede servir como un mecanismo de autorregulación constante”, afirma el investigador respecto a la importancia del estudio.
Además, la heteromorfía podría explicar la “paradoja del éxito de las especies invasoras”, que son capaces de adaptarse a un ecosistema completamente nuevo, logrando desplazar a otras especies que históricamente han estado presentes. “En el caso del alga Mastocarpus latissimus, a pesar de haber sido introducida hace sólo 50 años atrás, hoy en día es la especie más dominante en la costa de Concepción. En nuestra investigación, nosotros proponemos que parte de este éxito puede deberse a la heteromorfía, que le permite a esta especie permanecer como lámina o como costra según las condiciones bióticas y abióticas del ecosistema”, finaliza el Dr. Cristóbal Villaseñor.
Cabe señalar que el estudio se enfocará específicamente en la costa de Concepción, donde están presentes ambas algas y coexisten.