Unas 2.000 personas están muriendo al día en el país, cuyas camas de cuidados intensivos están abarrotadas en algunas regiones. La agencia de la ONU para la salud pide medidas serias y urgentes, así como mensajes claros del Gobierno hacia su población. Los expertos advierten además que la situación podría tener implicaciones más allá de las fronteras nacionales y afectar a países vecinos.
El director de emergencias de la Organización Mundial de la Salud dijo este viernes que el sistema de salud de varias partes de Brasil está bajo una “amenaza extrema”, con regiones en el centro y en el sur del país con más de 96% de las camas de cuidados intensivos ocupadas.
“La situación en Brasil ha empeorado, con una incidencia muy alta de casos y un aumento de los incidentes de muerte en todo el país. Sin duda un aumento muy rápido en la ocupación de camas de la UCI con muchas áreas que se quedan ya sin espacio”, alertó Michael Ryan.
Ryan dijo que era preocupante el aumento de la positividad de los casos, especialmente de personas con enfermedades respiratorias graves.
“La proporción que da positivo para COVID-19 está aumentando y esto se refleja en un aumento significativo de la tasa de mortalidad. El número de personas que mueren también se reflejará en la actual presión del sistema y la falta de tiempo del que disponen los trabajadores de la salud”, explicó.
Además, dijo el experto, todavía existe la gran preocupación constante con respecto al aumento de la transmisibilidad y letalidad del virus en sí debido a la variante P1 que fue identificada por primera vez en el Estado del Amazonas, en Manaos.
“Todas las variantes de interés son importantes a nivel nacional y mundial. Todas tienen implicaciones potenciales más allá de las fronteras nacionales”, afirmó Ryan, recordando que Brasil, al ser una gran nación, es un ancla importante para América del Sur.
Desde siempre, el país ha sido un ejemplo muy positivo de fuerte acción de salud pública, siendo uno de los primeros en eliminar el sarampión y la poliomielitis.
“Lo que sucede de manera positiva en las naciones como Brasil importa a nivel mundial, y lo que sucede de manera negativa también”, dijo.
Ryan dijo que ciertamente les gustaría ver al país yendo en una dirección diferente, pero que será necesario un gran esfuerzo para que eso suceda ya que el sistema está considerablemente bajo presión en este momento.
“Mientras muchos países de América Central y del Sur se están moviendo en una buena dirección, Brasil no. Hay que tomarse esto muy en serio”, advirtió.Agência Brasil/Marcelo CamargoUn joven de Brasil durante la pandemia de COVID-19.
Brasil necesita liderazgo
El director de la OMS, Tedros Adhanom Gebreyesus, se hizo eco de las palabras de Ryan y reiteró que la situación es “muy seria”.
“Los datos muestran que se están alcanzando 2000 muertes al día, esto se está poniendo demasiado serio. Las autoridades deben actuar”, expresó.
Tedros explicó una vez más que el país necesita de medidas sociales muy serias, y las autoridades deben transmitir mensajes “claros” a su población.
“Brasil es vecino de casi todos los países de América del Sur (que están mejor en términos epidemiológicos), pero si la situación continúa siendo grave, esos países vecinos se verán afectados, e incluso podría ir más allá”, advirtió.
Tedros recordó que el virus, a menos que se suprima en todas partes, siempre encontrará la manera de resurgir, y con variantes, el riesgo es mayor.
“La situación es profundamente preocupante y las medidas que se deben tomar deben ser lo más serias posibles para lograr un progreso significativo”.IMF/Raphael AlvesUn hombre utiliza una mascarilla para protegerse del COVID-19 en el puerto de Manaus, en el Amazonas de Brasil.
La preocupación de la variante P1 permanece
Según la epidemióloga líder de la OMS, la doctora María Van Kerkhove, la variante identificada en Manaos es bastante preocupante ya que tiene una serie de mutaciones que confirman el aumento de la transmisibilidad, lo que pone una mayor presión sobre los sistemas de salud.
“Hay varios estudios en curso, y algunos indican además que esta variante causa una enfermedad más grave. Lo que sabemos de esta variante y lo que sabemos de las otras es que las medidas sociales y de salud pública funcionan”, expresó Van Kerkhove.
La experta pidió una vez más a los países seguir haciendo la secuenciación genómica del virus, o a mejorar sus capacidades para hacerlo, de manera que el mundo pueda estar preparado.
“Está claro que esperamos que haya más mutaciones y variantes. Tenemos un enorme sistema que estamos implementando para analizar y seguir estas variantes, pero las 600.000 secuencias que tenemos hasta ahora provienen apenas de un puñado de países”, aclaró.
Datos preliminares de algunos estudios indican que la variante P1 podría ser hasta dos veces más contagiosa que el virus original, y que además puede evadir la inmunidad previa aumentando el riesgo de reinfección hasta un 60%.