Fuente: UCSC
La Dra. Ximena Ocampo y el Dr. Marcelo Villagrán indican que existe una correlación entre el sobrepeso y el grado de procesamiento de los alimentos.
Un estudio publicado en la revista “Cell Metabolism” demostró una relación causal entre la obesidad y el grado de procesamiento de los alimentos. Específicamente, se comparó el efecto del consumo ad libitum (a voluntad) de una dieta basada en alimentos ultraprocesados v/s una dieta basada en alimentos no procesados, pero igualadas en cuanto al aporte de macronutrientes, azúcares, sodio, fibra dietética, densidad energética y calorías presentadas.
Para ello, 20 adultos con un índice de masa corporal (IMC) promedio igual a 27 ± 1,5 kg/m2, internados por 28 días en el Centro Clínico de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, fueron alimentados la mitad de la estadía con la dieta basada en ultraprocesados. En comparación a la dieta con no procesados, los individuos tuvieron un consumo promedio de 508 Kcal adicionales, lo cual se acompañó con un aumento significativo de 0,9 kg de peso corporal y de 0,4 kg de masa grasa durante el periodo de la dieta con ultraprocesados.
También, se registró un notable aumento de 0,9 kg de peso corporal inducido con la dieta con ultraprocesados, lo que se produjo fundamentalmente en el curso de los primeros seis días de la intervención. Por lo tanto, estos datos demuestran por primera vez que el consumo de alimentos ultraprocesados provoca obesidad debido a su asociación con una mayor ingesta energética.
Esta indagación centró el análisis de los académicos de la Facultad de Medicina de la UCSC, Dra. Ximena Ocampo y Dr. Marcelo Villagrán, quienes publicaron en la Revista Chilena de Nutrición.
Procesamiento de los alimentos
La Dra. Ocampo sostuvo que en el combate contra la epidemia de la obesidad, el enfoque que ha imperado es el de control del consumo de energía y macronutrientes, en desmedro de consideraciones al grado de procesamiento de los alimentos. Esta estrategia en las recomendaciones nutricionales ha dominado las políticas públicas de prevención de la obesidad y ha llevado a relegar, transitoriamente, a algunos alimentos naturales como el huevo, por su alto contenido de colesterol. En contraposición, el sistema de clasificación de alimentos «NOVA», agrupa los alimentos en base su grado de procesamiento, distinguiéndose en un extremo a los alimentos ultraprocesados como galletas, bebidas endulzadas, embutidos, etc.
“Son formulaciones en base a sustancias extraídas de los alimentos por métodos industriales y que, frecuentemente, contienen aditivos como edulcorantes, preservantes y saborizantes. La respectiva contraparte son los alimentos no procesados que corresponden a alimentos de origen natural (vegetal o animal) con un mínimo grado de alteración en su preparación y en ausencia de ingredientes culinarios o cualquier otro aditivo. Además, el sistema define dos categorías intermedias de alimentos: los alimentos procesados y los ingredientes culinarios”, manifestó la bioquímico.
Mientras que el Doctor en Ciencias Biológicas mención Biología Celular y Molecular, indicó que la producción, venta y consumo de alimentos ultraprocesados ha aumentado en todo el mundo, en especial en los países de ingresos bajos y medianos.
“Nuestro país posee el consumo más alto de bebidas azucaradas del mundo y tiene las mayores ventas diarias de productos ultraprocesados de la región, con 552 kcal per cápita/día en el 2009. Por lo anterior, resulta necesario analizar, a la luz de evidencia actual, la conveniencia de adoptar medidas para el desincentivo del consumo de alimentos ultraprocesados mediante regulaciones legales adicionales. Por otro lado, este tipo de alimentos representan una fuente de nutrientes de complejo reemplazo para muchas personas debido a su fácil almacenamiento, rápida preparación, gran disponibilidad y accesibilidad. Debido a esto, se hace necesario investigar de qué manera se pueden lograr procesamientos industriales que reduzcan los posibles efectos nocivos de los alimentos ultraprocesados sobre el organismo”.