- Si bien es bastante inocuo, no se recomienda que lo consuman niños y las embarazadas lo deben beber con precaución, pues puede interferir en la absorción de ciertos nutrientes.
Al desayuno, después de almuerzo o por la tarde. Frío o caliente. En invierno o verano. El té es un infaltable en la rutina de muchos que lo disfrutan en sus diversas variedades y a cualquier hora del día. Por fortuna, la tradicional bebida tiene propiedades que aportan beneficios para la salud.
Elizabeth Sánchez Novoa, académica de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad San Sebastián, dice que se atribuyen muchas propiedades saludables al consumo de té. “En sus diferentes variedades, verde, oolong o negro, el té contiene una alta concentración de catequinas y de polifenoles que son antioxidantes que actúan atrapando las especies reactivas del oxígeno y así protegen la estructura celular”, puntualiza.
La académica sostiene que se han hecho estudios in vitro sobre el efecto de los polifenoles del té en el desarrollo de cáncer, los que han arrojado que tienen un rol protector. “También ejercerían efectos hipocolesterolémicos, es decir, baja del colesterol, y vasodilatadores”.
Asimismo, se ha planteado que el consumo de té, además, mejoraría la calidad de vida ya que activaría la movilización de grasa en el tejido adiposo, estimulando la termogénesis y promoviendo una mejor mantención de la masa ósea debido a su contenido de flúor.
Elizabeth Sánchez indica que, si bien muchos de los efectos bioquímicos y fisiológicos del té se han observado en pruebas de laboratorio, existe una importante evidencia derivada de estudios epidemiológicos en grupos numerosos y de diferentes edades en países consumidores de té como China o Japón, donde se ha observado mayor longevidad de la población.
Contraindicaciones
Tan versátil y agradable, la mayoría de la población adulta y adulta mayor puede tomar té sin grandes contraindicaciones. La nutricionista y académica de la USS dice que las excepciones son casos puntuales en que se observe sintomatología desfavorable como aumento de la presión arterial o en personas con anemia. Lo mismo sucede con aquellos vegetarianos o embarazadas, ya que si lo beben junto a alimentos ricos en hierro o calcio puede interferir en su absorción.
El caso de los niños es distinto, pues su consumo no se recomienda, porque es estimulante lo que puede alterar la calidad del sueño y, además, interferir con la absorción de nutrientes importantes para el crecimiento como el calcio.
En relación con la cantidad, se sugieren dos o tres tazas al día como máximo en los adultos debido a la cantidad de cafeína, que en el caso del té negro es mayor.
La nutricionista aconseja preparar el té con agua hervida y dejar remojando por lo menos unos 3 o 4 minutos para que se extraigan los componentes saludables y no solo el sabor y color.
Y si bien es asunto de gustos personales, el té en bolsitas y aquel en hojas son diferentes. “Las hojas de té tienen más componentes bioactivos en comparación con el té de bolsa que es más rico en tallo que contiene L- teanina, que es un compuesto que ayuda a la relajación”, dice Elizabeth Sánchez junto con reconocer que el té en bolsa es más fácil de preparar.
En conclusión, en estos días que comienzan a bajar las temperaturas, considere que una taza de té no sólo le servirá para enfrentar el frío sino también para cuidar su salud.
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