Daniel Manchileo Zeballos
Director de Proyectos de Empleabilidad y Egresados
USS
El rector de la Universidad de Los Andes, José Antonio Guzmán, escribió una columna de opinión titulada “Qué han perdido los universitarios”. En su reflexión hace mención a los efectos negativos de la pandemia, que ha impedido experiencias sociales enriquecedoras mirando la educación como un ejercicio propio de humanidad.
La educación digital nos presenta un desafío constante por desarrollar el concepto de empatía social. Tener los espacios para relatar los miedos, dudas e inseguridades o sólo mirar a los ojos o ver la sonrisa de otra persona son un regalo social inigualable, que una pantalla nunca podrá suplantar.
Es triste pensar que las generaciones del año 2020 y 2021, en su mayoría, aún no tengan la experiencia de la vida universitaria presencial y que la posibilidad de abrirse a alguien desconocido caduca al apagar el computador una vez terminada la clase. Lo anterior nos hace reflexionar sobre si los estudiantes universitarios están ampliando sus redes de contacto.
¿Las universidades hemos desarrollado planes para que esto ocurra de manera digital? La respuesta depende de cada institución o de la disposición de una persona de relacionarse con alguien desconocido. Probablemente más de algún alumno se preguntará. ¿Para qué es importante relacionarme con mis compañeros? ¿No basta con formarme disciplinarmente?
Por supuesto que no. Las universidades, además de formar en una disciplina, alimentan el espíritu, forjando valores morales y un desarrollo ético de la persona. Esto permite que los distintos orígenes sociales comulguen, que las diferentes disciplinas y visiones de mundo se valoren unas a otras y que el concepto de movilidad social se haga carne, abriéndose a transformaciones futuras que impactarán directamente en sus vidas y en sus familias.
La experiencia universitaria permite ampliar las redes de contacto, rodearse de personas apasionadas, positivas, diversas y conocer amistades que perdurarán por toda la vida. En algunos casos, son personas que, una vez tituladas, trabajarán o emprenderán juntas o bien se apoyarán en la búsqueda de un empleo.
En la USS, desde la mirada del Humanismo Cristiano como eje orientador de nuestro proyecto educativo, donde el motor de todas nuestras acciones es el ser humano, buscamos ampliar los horizontes y relaciones entre los estudiantes, educando en la razón y en la virtud de manera integral. El objetivo es formar no sólo a buenos profesionales, sino también a buenas personas y buenos ciudadanos al servicio de Chile, comprometidos en la búsqueda del bien común, la amistad cívica y en el trabajo en pro de los más desfavorecidos. Esperamos seguir contribuyendo en ello.
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