Las impactantes imágenes que se registraron hace unos días en el Fiordo Comau dan cuenta del desastre ambiental que está ocurriendo producto de la insostenible actividad de la industria salmonera en las costas del país. En ellas se puede observar el agua color blanco-rosado devuelto al mar, probablemente debido a la gran carga de materia orgánica en el agua producto de la descomposición de salmones.
Una mortalidad de salmones que ocurre, según publica Claudia Soto en un artículo publicado por Qué Pasa, La Tercera, a la floración de algas nocivas (FAN) -alga del plancton Heterosigma akashiwo- que apareció en esa zona y, aunque hay factores como el cambio climático que podrían tener incidencia, lo cierto para algunos expertos es que las actividades relacionadas a la salmonicultura también tienen responsabilidad. “Según explican, estas algas se alimentan de la materia orgánica descargada en el mar por parte de las operaciones de salmonicultura: estos nutrientes, que son fecas y alimento no consumido por los peces, dan vida a estas algas tóxicas que luego absorben el oxígeno, generando zonas muertas donde no prolifera la vida y que además dan paso a la muerte masiva -por asfixia- de salmones y posiblemente de otras especies que no se conocen”, dice el artículo.
Un aumento significativo de materia orgánica en un cuerpo de agua cerrado, como un fiordo, puede producir una serie de impactos negativos sobre el ecosistema marino, incluyendo hipoxia y anoxia (una baja o ausencia total de oxígeno disuelto) en el agua de mar y el sedimento, lo que puede causar grandes perturbaciones o muerte de comunidades y especies pelágicas y betónicas, incluyendo importantes recursos hidrobiológicos.
Estas imágenes son preocupantes por el daño ambiental que puede generar esta materia orgánica, y particularmente su impacto sobre la adyacente Área Marina Costera Protegida Fiordo Comau-San Ignacio de Huinay. “Más aún, considerando los corredores biológicos de distintas especies y lo interdependientes que son los ecosistemas, el impacto de este desastre ambiental es de alto alcance, pero difícil de medir en el corto plazo. Lo que demuestra este hecho es que la industria de la salmonicultura, como opera en Chile, no es sostenible”, dijo Eugenio Rengifo, Director ejecutivo de Amigos de los Parques.
Para mayor información acerca del desastre ambiental que estamos viviendo en los fiordos de la X y XI Región, que tiene directa relación con la industria salmonera, recomendamos el documental Estado Salmonero de Daniel Casado.
La Corporación Amigos de los Parques está alerta y activa frente a todas las actividades que puedan resultar amenazas para la salud de los ecosistemas y es por ello que invita a dar el apoyo ciudadano para exigir a las autoridades una apropiada regulación que proteja nuestros ecosistemas, firma aquí.
*Todas las imágenes fueron capturadas por Alvaro Vidal (IG:@alvfoto TWITTER:@alvaropixel).