El análisis, realizado por cerca de un año, incluyó la medición de 20 estaciones desplegadas en las principales ciudades del país, 15 en la Región Metropolitana y 5 en otras regiones. Javier Ojeda y Sergio Ruiz, académicos del Departamento de Geofísica e integrantes del Programa de Riesgo Sísmico de la U. de Chile, lideraron el estudio donde plantean que “las políticas de salud pública implementadas inicialmente y el final temprano del confinamiento, a mediados de abril de 2020 en la RM, provocaron un aumento en la movilidad y transmisión de virus”.
Monitorear la movilidad urbana mediante el análisis continuo del ruido sísmico. Este es el foco de un estudio realizado por los académicos Javier Ojeda y Sergio Ruiz, ambos del Departamento de Geofísica de la U. de Chile e integrantes del Programa de Riesgo Sísmico del nuestro plantel. Para esto, los investigadores analizaron los datos de 15 estaciones ubicadas en la Región Metropolitana y 5 estaciones desplegadas en las ciudades de Iquique, La Serena, Valparaíso, Concepción y Puerto Williams.
La investigación, desarrollada gracias al apoyo de ANID / FONDECYT y el Programa Riesgo Sísmico (PRS), fue publicada en la revista “Solid Earth”de la Unión Europea de Geociencias. El trabajo contempló el procesamiento de los datos de todas las estaciones seleccionadas durante 11 meses, desde el 1 de diciembre de 2019 hasta el 1 de octubre de 2020. Adicionalmente, para dos estaciones específicas de la Región Metropolitana, el análisis se amplió a 3 años de datos, desde octubre 2017 a octubre 2020.
¿Cómo obtuvieron la información? Mediante el registro del ruido sísmico archivado en las estaciones dedicadas a monitorear la sismicidad todo el tiempo. Dada la alta sensibilidad de estos instrumentos, las estaciones también pudieron registrar cualquier tipo de propagación de onda, incluso las que generan las personas al caminar, andar en auto, y las producidas por fábricas e industrias.
También se integraron datos epidemiológicos del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación y se consideró uno de los principales indicadores de la propagación de virus y la dinámica del contagio, que es el número reproductivo efectivo (Re) de los casos positivos confirmados de COVID-19, desde la fecha del inicio de los síntomas. El indicador Re se define como el número promedio real de casos secundarios (contagios) generados por un caso primario durante el brote epidémico. Además, se utilizaron las transacciones de transporte público proporcionadas por el Ministerio de Transporte de Chile y el Instituto de Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI).
Principales resultados
Los investigadores lograron demostrar que las políticas públicas aplicadas para la mitigación de los contagios sirvieron durante el primer trimestre del 2020. Recordemos que, al registrarse los primeros casos positivos de Coronavirus se aplicaron cuarentenas por comunas y, finalmente, toda la Región Metropolitana quedó sumida en dicha medida que buscaba una reducción de la movilidad.
El profesor del departamento de Geofísica de la U. de Chile, Javier Ojeda, señaló que durante marzo del año pasado observaron, “una reducción paulatina en las amplitudes de ruido sísmico ambiental en el centro de la ciudad, durante los días laborables, debido al cierre de guarderías, escuelas y universidades cercanas a la estación”. Añade que esto también se replicó durante los fines de semana: “notamos una fuerte reducción, especialmente entre las 11:00 y las 19:00 horas”.
Asimismo, los investigadores sugieren que “las políticas de salud pública implementadas inicialmente y el final temprano del confinamiento, a mediados de abril de 2020 en la Región Metropolitana, provocaron un aumento en la movilidad y transmisión de virus. Allí, el peak de ruido sísmico coincide con el peak del número reproductivo efectivo de casos positivos confirmados de COVID-19”.
Dentro del estudio, también se pudo constatar cómo aumentaba el número reproductivo efectivo (Re) de los casos positivos confirmados de COVID-19 con los cambios de fase en el programa Paso a Paso implementado por el Gobierno. El profesor Ojeda aseguró que han continuado monitoreando el ruido sísmico hasta el día de hoy, y han visto que los niveles son prácticamente iguales, eso quiere decir que las vibraciones que genera la población por su movilización son similares a antes de la pandemia.
A la misma conclusión llegó Sergio Ruiz, sismólogo y director del Departamento de Geofísica de la Universidad de Chile, quien señaló a La Tercera que en las primeras cuarentenas mostraron una disminución “muy abrupta y, a medida que hubo los distintos cambios en las políticas de movilidad, el ‘relajo’ en el cumplimiento queda de manifiesto en el ruido sísmico”.
Prensa U. de Chile. Fotos: Alejandra Fuenzalida.