El Presidente del Core Biobío, Patricio Lara, junto a la Consejera, Alicia Yáñez, entregaron dos importantes certificados de aprobación de proyectos de energías limpias para la región. El primero se centra en la transferencia para la compra de vehículos electromovilidad del transporte público menor y el segundo es la construcción de una planta de hidrógeno verde para la aplicación industrial.
La actividad se realizó en la Universidad Católica de la Santísima Concepción, campus San Andrés y tuvo por objetivo destacar la relevancia de ambas iniciativas, las que tienen un aporte fundamental para potenciar las energías limpias, la innovación y una nueva línea de trabajo y conocimiento para la región. En el caso de la planta de hidrógeno verde, es la primera de sur de Chile para aplicaciones industriales y, por otro lado, el programa de la electromovilidad permitirá apoyar la compra de 30 taxis eléctricos.
Para el presidente del Core Biobío estos proyectos son trascendentales para impulsar la utilización de energías renovables y a la vez evidenciar un importante trabajo colaborativo. “Quiero agradecer a la Universidad Católica de la Santísima Concepción por presentar el proyecto y a los consejeros (as) por aprobar estas iniciativas, las cuales contribuyen a generar energía más limpia y a la vez nos demostrar que el trabajo en conjunto nos permite realizar grandes cosas. Hoy estamos promoviendo dos grandes proyectos a nivel nacional y esperamos que otras regiones continúen con este camino”.
La iniciativa de transferencia de aceleración de la electromovilidad en vehículos de transporte público menor, será financiado por el Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) y desarrollada por la Seremi de Energía y la Agencia de Sostenibilidad Energética, siendo su objetivocontribuir en la sustentabilidad para el sector transporte, a través del aumento de las flotas cero emisiones, esperando dar a conocer esta nueva tecnología en un proceso cotidiano como es el transporte de pasajeros.
En el contexto regional, este programa cobra especial relevancia, debido a los beneficios ambientales que trae la movilidad eléctrica, sobre todo en época de invierno, donde se incrementa significativamente la contaminación ambiental de las ciudades de la región del Biobío. Además, el programa está en línea con la Estrategia Regional de Desarrollo 2015-2030 de la región.
Pablo Araneda, representante de la Seremi de Energía, considera que es necesario acercar la electromovilidad a regiones, para con ello potenciar un transporte más eficiente y sustentable, que permita tener beneficios económicos y ambientales. “El objetivo de este programa es ejecutar un proyecto de electromovilidad para el transporte público, buscamos descentralizar el tema y como Biobío queremos dar un gran paso para incentivar una movilidad más limpia en nuestras ciudades. Esperamos que el 2022 estén en circulación los taxis eléctricos y que otros, al conocer los beneficios de esta tecnología se sumen a un transporte sustentable”.
Por otro lado, la UCSC desarrollará el proyecto, evaluado en $643 millones, que busca vincular a la academia y la industria, explorando, generando soluciones y estudiando la producción y usos de hidrógeno verde. Se trata de la MicroRed UCSC, infraestructura tecnológica con paneles fotovoltaicos y generadores eólicos que permite la difusión, docencia e investigación aplicada en energías renovables, lo cual permitirá producir el hidrógeno verde.
Para el rector de la UCSC, Cristhian Mellado, este proyecto es impulsado por importantes académicos y ante todo busca potenciar las cualidades que posee la región en materia de energía. “Para materializar este proyecto estamos trabajando con un gran equipo de académicos, quienes han potenciado esta MicroRed y el tema de hidrógeno verde, porque para nosotros es relevante potenciar estas áreas en la región”
Paralelo a esto, el académico del departamento de ingeniería eléctrica de la UCSC, Guillermo Ramírez, destaca las características diferenciadoras que presenta el Biobío y como este proyecto las utilizará para concretar este proyecto pionero a nivel nacional. “Las principales vitrinas del hidrógeno verde en Chile han sido en el norte por la radiación solar y el sur porque posee un importante potencial en energías eólicas, pero nuestra región se destaca aún más por su capacidad industrial y la infraestructura energética que tiene. Los primeros pasos que debemos dar es iniciar el laboratorio, adquirir los equipamientos necesarios, la intervención de los vehículos eléctricos que actualmente funcionan con baterías y que en el futuro se le agregaran celdas de combustibles, para evaluar su desempeño y operación, todo en el marco de generar experiencias tempranas para transferirlas a la industria”.