El Secretario General de la ONU insta a todos los países a incrementar sus esfuerzos por mejorar la calidad del aire y apostar por un mejor control de las fuentes de contaminación atmosférica. El titular de la ONU recuerda que gran parte de las muertes relacionadas con este fenómeno se producen en los países de ingresos bajos y medios, y en los barrios más pobres de las naciones más ricas.
Nueve de cada diez personas respiran aire contaminado, una situación que provoca anualmente alrededor de 7 millones de muertes prematuras, 600.000 de las cuales corresponden a niños, advierte este martes el Secretario General de la ONU quien insta a actuar con decisión para solventar este problema y a evitar que esta cifra de fallecidos se duplique el año 2050.
En su mensaje por el Día Internacional del Aire Limpio por un Cielo Azul, António Guterres recordó que la contaminación de la atmósfera representa un “claro reflejo de las desigualdades mundiales”, ya que la mayoría de las muertes relacionadas con este fenómeno se producen en los países de ingresos bajos y medios, y en los barrios más pobres de las naciones más ricas.
“La pobreza obliga a las personas a vivir cerca de fuentes de contaminación, como fábricas y carreteras” y también provoca “que 3000 millones de personas sigan quemando combustibles sólidos o queroseno para cocinar y para la calefacción y el alumbrado”, destacó el titular de la ONU.
Asimismo, indicó que la polución no solo daña nuestra salud, sino que también contribuye a incrementar la crisis climática, aunque destacó que disponemos de soluciones para afrontar este desafío.
Cómo salvar 150 millones de vidas durante el siglo XXI
“En el Día Internacional del Aire Limpio por un cielo azul, exhorto a todos los países a que hagan más por mejorar la calidad del aire. Con un mejor control se pueden determinar cuáles son las fuentes de contaminación atmosférica. Una legislación nacional con base empírica puede contribuir a hacer cumplir las directrices sobre la calidad del aire marcadas por la Organización Mundial de la Salud”, destacó.
Al mismo tiempo, Guterres pidió el establecimiento de normas más estrictas para las emisiones contaminantes de los vehículos, de las centrales eléctricas, en la construcción y en las industrias, la eliminación del uso del carbón e invertir en energías renovables en vez de fósiles.
“Si tomamos estas medidas, podemos salvar hasta 150 millones de vidas en este siglo y ayudar a limpiar nuestra atmósfera”, concluyó el Secretario General de la ONU.
Las agencias de la ONU se unen a la celebración
El tema de este año, “Aire saludable, planeta saludable“, resalta los efectos de la contaminación del aire en la salud, especialmente durante la pandemia de la COVID-19.
La Asamblea General de la ONU aprobó el 19 de diciembre de 2019 una resolución por la que designó el 7 de septiembre como Día Internacional del Aire Limpio por un cielo azul. El documento invita a todos los Estados miembros y a las organizaciones del sistema de las Naciones Unidas a observar el Día Internacional de manera apropiada.
La Organización Meteorológica Mundial aceptó la invitación y publicó recientemente un informe que concluye que la pandemia del coronavirus mejoró provisionalmente la emisión de sustancias contaminantes al aire, pero que los fenómenos meteorológicos provocados por el cambio climático y medioambiental afectaron la calidad del aire.
Por su parte, el Programa de las Naciones Unidas para el Medioambiente alertó que un tercio de los países del mundo carece de leyes relativas a la calidad del aire y que las naciones que sí disponen de ellas presentan grandes diferencias y a menudo no se ajustan a las directrices de la Organización Mundial de la Salud.