-El Instituto de Ecología y Biodiversidad fue seleccionado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo, ANID, para una nueva fase de financiamiento que permitirá a sus investigadoras e investigadores, seguir desarrollando ciencia de frontera y promover su transferencia a la sociedad.
Con gran alegría, los integrantes del Instituto de Ecología y Biodiversidad, recibieron la noticia de haber sido seleccionados por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo, ANID, para una nueva fase de financiamiento público como Centro Basal por los próximos 10 años, bajo la dirección del investigador de IEB y académico de la Universidad de Concepción, Aníbal Pauchard.
Junto a ello, este centro recibió los fondos de Apoyo a Centros de Excelencia 2021, teniendo por director a Juan Armesto, cofundador del IEB y presidente de la Fundación Senda Darwin.
El anuncio, que se dio a conocer el 8 de septiembre, permitirá darle continuidad al trabajo realizado por decenas de investigadoras e investigadores, desde la fundación del centro, en el año 2006. La obtención de fondos públicos permitirá además seguir impulsando la generación de conocimiento sobre ecología y biodiversidad, y su divulgación a la sociedad. Todo esto, con la finalidad también de apoyar con mayor fuerza y evidencia, la conservación de diversos ecosistemas a lo largo de Chile y contribuir al desarrollo sustentable del país.
“Es un gran logro poder obtener este financiamiento que nos permita pensar en 10 años más de continuidad del IEB, manteniendo un trabajo en el largo plazo, idea original de los fundadores del centro. Los temas sobre ecología y biodiversidad llegaron para quedarse y hoy requerimos de más investigación en Chile al respecto, y que además pueda ser aplicada a los problemas actuales, como es el Cambio Global”, señaló Aníbal Pauchard.
Para Juan Armesto, quien asumirá como subdirector del IEB, la adjudicación de nuevos fondos para el centro, es también una gran noticia. “Recibo muy contento este anuncio, como un reconocimiento al trabajo científico y medioambiental que se hace en Chile. Esto nos da confianza en nuestros investigadores, en que lo que hacemos es importante para el país y que además esa huella es reconocida a través de los resultados de este concurso. Tenemos esperanzas, muchas ideas, propuestas, y junto a ello, un buen número de integrantes, algunos nuevos, así como colaboradores jóvenes. Realmente nos interesa mucho poder avanzar en un trabajo de largo plazo, con temáticas que incluyen estudios en el desierto, amenazas a los sistemas ecológicos, el manejo de los bosques y la necesidad de capturar carbono y proteger nuestra biodiversidad, entre otras tantas temáticas. Pero solo si realizamos este esfuerzo conjunto en el largo plazo, es que podremos dar respuestas a preguntas que son relevantes para Chile”.
El equipo de IEB estará conformado por antiguos y nuevos integrantes, sumando a más mujeres y teniendo como investigadores principales a: Lohengrin Cavieres, Eugenia Gayo, Pablo Guerrero, Álvaro Gutiérrez, Claudio Latorre, María José Martínez-Harms, Susana Paula, Frida Piper, Patricio Pliscoff, Cecilia Smith y Francisco Squeo, junto a un grupo de 20 investigadoras e investigadores asociados, estudiantes de postgrado, y un equipo administrativo y de comunicaciones, entre otros colaboradores.
“Para nosotros es importante que se vayan renovando las ideas, las personas, y de esta manera, contribuir a que el IEB sea un motor de cambio para las transformaciones que Chile necesita para crear mayor sustentabilidad. En ese contexto, el proyecto actual tiene un matiz de conexión con la sociedad mucho mayor, que busca además conectarnos con el Gobierno, las empresas, las comunidades locales, fomentando además la colaboración nacional e internacional. Necesitamos poder implementar nuevos modelos de conservación, y que la ecología realmente nos ayude a solucionar los problemas del día a día”, asegura Aníbal Pauchard.
María José Martínez- Harms, científica de la Universidad Católica, es la persona más joven que se integra al equipo como investigadora principal. “Estamos muy felices con estos resultados, que no sólo son favorables para el IEB, sino también para otros grupos afines. Esto demuestra que Chile está priorizando la ciencia de la biodiversidad, lo que es muy relevante. También estoy muy contenta de poder integrarme a este centro en el que existe un recambio y se integran bastantes científicas y científicos jóvenes. Me motiva mucho lo que viene hacia adelante. Por un lado, estar codirigiendo la nueva línea de conservación y bienestar humano, y por otro, ayudar a la consolidación de una política de equidad de género para el IEB, cuyas bases ya estamos escribiendo. Esto es positivo porque además, vemos que hay real interés de parte del grupo, por incluir una mirada de género, fomentando la participación y empoderamiento de mujeres tanto en la academia, como en la investigación en biodiversidad y acción climática”, señala la Doctora en Ciencias de la Conservación.
Respecto a la entrega de fondos para grupos de investigación en ecología, integrantes históricos del IEB también destacaron en la reciente entrega de resultados. Se trata de Elie Poulin y Ricardo Rozzi, quienes se adjudicaron un nuevo Instituto Milenio (Millennium Institute Biodiversity of Antarctic and Subantarctic Ecosystems) y Centro Basal (Centro Cabo de Hornos), respectivamente.