Experto de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción, Dr. Gonzalo Silva, entrega algunas sugerencias para el correcto cuidado de una de las flores más populares por su belleza y adaptación a diversos tipos de suelos.
Comienza la primavera y con ello empieza el florecimiento de muchas plantas entre las que destacan los rosales, que se caracterizan por florecer hasta aproximadamente el invierno de cada año.
Se trata de una de las flores preferidas de muchas personas, que incluso no dudan en darle un lugar especial en terrazas, jardines y espacios naturales de cada hogar.
Es por ello que resulta necesario conocer cuáles son las plagas y enfermedades más comunes que afectan a las rosas, para saber cómo prevenirlas y tratarlas, con la finalidad de que crezcan vigorosas, y mantengan su característico aroma e hipnotizantes colores.
De acuerdo a lo manifestado por el académico de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción, Dr. Gonzalo Silva, del Departamento de Producción Vegetal, lo primero que es importante en esta materia, es esclarecer que las plagas son causadas por agentes como insectos o ácaros, que habitan en los rosales y las enfermedades se relacionan con bacterias, virus u hongos que las afectan.
“Las tres principales plagas que presentan los rosales son pulgones, trips y ácaros. Sin embargo, también se puede encontrar la presencia de algunas conchuelas y escamas. Dentro de las enfermedades están el oidio, las virosis que transfieren los pulgones y la roya”, precisó el académico.
Otro punto importante es que siendo plaga o enfermedad estas pueden prevenirse o tratarse sin afectar directamente a la planta. “El control normalmente se realiza con agroquímicos pero lo bueno es que actualmente las empresas nacionales entregan opciones en el mercado de agroquímicos que vienen listas para utilizarse en atomizadores manuales que evitan todo el riesgo de tener que preparar el producto. En las
secciones de jardinería de las tiendas se pueden encontrar los atomizadores en cuyas etiquetas dicen “pulgones”, “conchuelas” u “oidio” en grandes letras pero generalmente son productos de amplio espectro que sirven para todos los insectos asociados al rosal. Obviamente la persona
que los utilice debe usar guantes, mascarilla y antiparras para no correr riegos de intoxicación”.
Junto con dicha opción, el Dr. Gonzalo Silva señala que existen alternativas más ecológicas o naturales para el cuidado de los rosales y a modo de ejemplo, señala que una buena alternativa “es el uso de jabones que en concentraciones del 1%. Son excelentes controladores de pulgones y ácaros. Si el rosal es joven lo ideal es utilizar un jabón líquido de manos y un lavalozas si el rosal ya es viejo y tiene el follaje ennegrecido por la fumagina”.
Finalmente, el Dr. Silva explicó que para que los rosales crezca fuertes y vigorosos, se debe considerar entre otras tareas, estar pendientes de la adecuada aireación de la tierra, de manejar correctamente el riego y el drenaje, y evitar plantar los rosales junto a maleza que pueda atraer plagas o enfermedades, además de controlar la distancia que hay entre un plantar y otro.