GINEBRA / WASHINGTON DC – Durante el evento de hoy “Llamado Público a la Acción: Un Nuevo Tratado Global sobre Contaminación por Plásticos“, más de 700 grupos de 113 países llamaron a los Estados miembros de las Naciones Unidas a convenir establecer un instrumento global legalmente vinculante, un tratado sobre plásticos, en la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA5.2). El tratado debe establecer un marco global que permita a los países abordar de manera efectiva la amenaza actual al medio ambiente, la biodiversidad, el clima y la salud humana a causa de los plásticos.
El anuncio de las organizaciones de la sociedad civil se basa en la mayoría de los Estados miembros de la ONU y el creciente momentum de las voces de las empresas y las industrias que piden la negociación de un nuevo acuerdo internacional para abordar la crisis de los plásticos. La declaración conjunta se produce cuando varios gobiernos y corporaciones se preparan para la próxima Asamblea de la ONU para el Medio Ambiente, actualmente programada para febrero de 2022 en Nairobi, Kenia, donde los Estados miembros de la ONU decidirán si es necesario negociar un tratado sobre plásticos.
A pesar de que se han duplicado las iniciativas voluntarias y las regulaciones nacionales en los últimos cinco años, el plástico continúa filtrándose al medio ambiente a un ritmo alarmante. Existe una necesidad urgente de ampliar los esfuerzos actuales mediante un enfoque más coordinado y ambicioso. En su llamado a la acción, 740 organizaciones de la sociedad civil, de pueblos indígenas, de trabajadores y sindicatos, de niños y jóvenes, de mujeres, han pedido la negociación urgente de un tratado de la ONU sobre contaminación por plásticos para abordar el panorama fragmentado de la regulación y complementar las medidas voluntarias existentes, apoyando el llamado existente de 89 empresas y más de 2.150.000 personas para este importante acuerdo internacional.
Al establecer una estructura común, objetivos globales y metas vinculantes, el tratado acelerará significativamente el progreso para cerrar el paso de los plásticos que fluyen hacia nuestro medio ambiente, dañando tanto a la naturaleza como a las personas. El acuerdo debe diseñarse para ser coherente y complementario con los planes de acción nacionales y regionales para armonizar los esfuerzos políticos. Este también debería mejorar la planificación de inversiones, estimular la innovación, crear capacidad y estructura para apoyar el cumplimiento de los objetivos del tratado y coordinar el desarrollo de infraestructura.
El Manifiesto declara audazmente: “Los gobiernos deben aceptar un mandato proveniente de la UNEA 5.2 para negociar y adoptar un nuevo acuerdo muy ambicioso, con disposiciones y obligaciones específicas legalmente vinculantes para prevenir y remediar la contaminación plástica y sus impactos tóxicos”.
“Estamos en una crisis de plásticos y debemos actuar para poner fin a esa crisis ahora. La compleja cadena de suministro global del plástico es un daño para la salud, el clima y el medio ambiente; sin embargo, las soluciones a esos daños a menudo se han centrado en programas de gestión de residuos, abordando solo los problemas del plástico al final de su uso. La ciencia es clara: lo que se necesita para frenar la crisis del plástico es la adopción de un acuerdo internacional vinculante que incluya medidas preventivas a lo largo de todo el ciclo de vida de los plásticos. Debemos actuar juntos desde la extracción de materias primas hasta la producción y la contaminación plástica heredada”, dijo Jane Patton, Gerente de Campaña de Plásticos y Petroquímicos en el Centro para el Derecho Ambiental Internacional (CIEL).
“Si bien aún se están cuantificando todos los impactos de los plásticos, está claro que tienen efectos dañinos en cada etapa del ciclo de vida. Vemos esos daños a la salud humana, desde las emisiones tóxicas de la producción de plástico liberadas en el aire que respiran las comunidades de primera línea, hasta la exposición a menudo involuntaria de los consumidores a los disruptores hormonales y otras sustancias químicas que se filtran en sus cuerpos a partir de productos plásticos y envases”, agregó. “Un tratado es un impulso muy necesario para que el mundo vuelva a imaginar y rediseñar sistemas completos de una manera que priorice la salud humana y ambiental y fundamentalmente respete los derechos humanos”.
El momentum está creciendo. En mayo de 2021, dos países, Perú y Ruanda, anunciaron su intención de establecer un comité de negociación intergubernamental para comenzar el proceso de desarrollo del marco para alcanzar “niveles sostenibles de producción y consumo de plástico” en UNEA 5.2. Más recientemente, el tema ha surgido en una declaración de 81 países y en conversaciones en la Organización Mundial del Comercio. Sin embargo, algunos Estados miembros aún no han tomado una posición con respecto al tratado y su carácter vinculante.
El Llamado a la Acción insta a los Estados miembros de la ONU para que negocien urgentemente un nuevo instrumento jurídicamente vinculante para poner fin a la amenaza en curso a la salud humana, animal y ambiental de los plásticos. Ahora más que nunca, después de haber visto los resultados de los recientes diálogos sobre el clima en Glasgow, donde la sociedad civil ha sido excluida de muchas conversaciones, este proceso debe basarse en un sistema justo y sólido para garantizar la participación significativa de todas las partes interesadas y la implementación en todos los niveles bajo un enfoque basado en derechos humanos.
“La incapacidad del mundo para gestionar los desechos plásticos da como resultado un tercio del plástico, o 100 millones de toneladas métricas de desechos plásticos, convirtiéndose en contaminación terrestre o marina. La gente está harta de ver cómo la contaminación llega a las costas, contaminando nuestros suministros de agua y alimentos y causando innumerables efectos perjudiciales. Ha llegado el momento de un tratado de la ONU sobre contaminación por plásticos que establezca las reglas y regulaciones comunes necesarias y detenga la fuga de contaminación plástica hacia los océanos para el 2030 “, comentó Eirik S. Lindebjerg, Gerente de Política Global de Plásticos para el Fondo Mundial para la Naturaleza.
“La conciencia sobre la crisis plástica nunca ha sido tan alta y estamos viendo un momentum sin precedentes en múltiples niveles para intentar resolverla”. – dijo Christina Dixon, Subdirectora de Campaña para los Océanos en la Agencia de Investigación Ambiental (EIA). “Sin embargo, la historia ha demostrado una y otra vez que, sin esfuerzos coordinados a nivel mundial, como un tratado, los intentos cortos de visión para responder a la crisis serán insuficientes y, en última instancia, no lograrán reducir la cantidad de plástico en el medio ambiente y en nuestros cuerpos. No hay excusa para más retrasos en las negociaciones o intentos de rebajar la ambición “.